ENTREVISTA: Mi hijo se comporta agresivo conmigo. ¿Qué puedo hacer?

  • hace 6 años

A cierta edad, los niños son propensos a desarrollar conductas agresivas. En dichos casos, muchos padres no saben qué hacer para controlar la situación, y esto se debe principalmente a que no entienden por qué el niño se comporta tan repentinamente de esa manera. Para conocer más del tema y saber cómo actuar, hablamos con Pierina Aysanoa, especialista en lenguaje, aprendizaje y transtornos de la comunicación:

¿A qué se debe este cambio repentino en el comportamiento del niño?

Los actos "agresivos" que se suscitan repentinamente en la vida de un niño siempre tienen un motivo de origen, siendo los más frecuentes casos de ansiedad, celos, frustración, poca tolerancia, estrés, entre otras. Esta conducta se da con frecuencia en niños entre los 2 a 8 años de edad. A los 4 años, aproximadamente, suelen presentarse problemas de lenguaje y/o comunicación. En estos casos, lo importante es establecer vínculos afectivos que ayuden al niño a poner en palabras aquello que le está generando malestar, temor o ansiedad; siendo el acto "agresivo" una vía de comunicación para lograr lo que desea o un mecanismo de  defensa/protección.

¿De dónde proviene la frustración que siente? ¿La familia y los padres influyen en su agresividad?

Esa frustración que siente proviene de la falta de comunicación; no saben cómo manejar sus emociones y por ello actúan de esa manera.

La familia es una pieza clave en la crianza y modelo de vida de cada niño, pues el hogar es el lugar en donde el niño se desenvuelve en armonía, aprende a valorarse y a respetarse desde temprana edad para luego poder valorar y respetar a sus padres. La crianza asertiva y la comunicación entre padres e hijos son de suma importancia en la formación de todo niño. Es necesario aprender desde temprana edad a respetar consensos y aprender a vivir en sociedad.

¿Se trata de algo normal? ¿Es un comportamiento transitorio o debemos esforzarnos en corregirlo?

Si el niño vive en un ambiente de respeto, es decir, en un ambiente emocionalmente sano, las conductas "agresivas" son pasajeras, ya que toda persona, niño o adulto, aprende de sus errores. Lo importante es aprender a controlarlo; ahí radica el problema. Son los padres los que deben enseñar a controlar y canalizar esos actos.

Como padres, ¿qué es lo mejor que podemos hacer para ayudar al pequeño y superar esta etapa?

Ante todo, conocer a tu hijo. Ello supone aprender a leerlos y anticiparnos a cualquier acto considerado como "agresivo". La comunicación es lo más importante. Hay que enseñarles que hay otros medios para expresar sus deseos/emociones, a controlar sus impulsos y a respetar a los demás. El niño tiene que saber cuando a hecho algo que no está bien. Todo padre está en el deber de ayudarlo a calmarse, de poner en palabras lo que debe de estar sintiendo el niño afectado. Siempre mantener la calma; controlarnos. Ser consistentes en nuestro modelo de crianza y enseñarle alternativas de cómo actuar ante algo que le cause incomodidad. .

En aquellos niños que presentan problemas de lenguaje/comunicación, favorecer sus habilidades lingüísticas a fin de controlar sus impulsos a través del habla, pues son muy susceptibles a reaccionar físicamente.

¿Y qué es lo que NO debemos hacer?

No darles castigos ni sermones, ya que no son capaces de ponerse en el lugar del otro. Lo que se debe de hacer es asociar su comportamiento a la consecuencia.

¿Cuándo debería acudir a un experto en busca de ayuda? ¿Cuáles son las señales de que el problema se está convirtiendo en algo grave?

Cuando la conducta persiste en el tiempo o la intensidad es mayor y los padres sienten que ya no saben cómo actuar, lo más sano es que recurran a la ayuda de un/a psicóloga.

Como señal de alerta sería la intensidad y frecuencia de conductas agresivas.


Pierina Aysanoa

Especialista en lenguaje, aprendizaje y transtornos de la comunicación

paysanoa@hotmail.com

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