¿Mi hijo tiene indigestión o infección estomacal? Te enseñamos a diferenciarlas

  • hace 6 meses

No es extraño que los niños sufran de dolores de estómago, diarreas o incluso estreñimiento. Y es que el sistema digestivo de un niño está en formación y la manera en la que se relaciona con el mundo, lo mantiene expuesto a distintos desafíos en temas de salud. Para muchos padres, enfrentarse a los malestares estomacales de sus hijos puede ser una tarea preocupante, sobre todo cuando se trata de los cuadros más comunes, como son la indigestión y las infecciones estomacales. Si bien ambos pueden causar malestar abdominal y otros síntomas similares, entender las diferencias entre ellos es fundamental para proporcionar el tratamiento adecuado y ayudar a los niños a sentirse mejor rápidamente. Contar con un seguro de salud, nos ayudara a asegurar su bienestar y acceder a un tratamiento temprano efectivo.

Indigestión vs. infección estomacal: ¿qué son y cómo se distinguen?

¿Indigestión o infección estomacal? Aquí te enseñamos a diferenciarlas

Como ya dijimos un episodio de indigestión puede lucir fácilmente como el de una infección estomacal, pero solo en el inicio. Es por este motivo que es tan necesario aprender a reconocer las diferencias, pues requieren tratamientos distintos. Empezaremos por las causas que pueden generar estos cuadros de malestar estomacal.

Causas

  • La indigestión, también conocida como dispepsia, generalmente ocurre después de comer y puede ser causada por comer en exceso, comer alimentos picantes o grasos, o por consumir alimentos muy a prisa o no tan frescos. El estrés y la ansiedad también pueden desencadenar indigestión en algunos niños.
  • Las infecciones estomacales, por otro lado, son causadas principalmente por virus, bacterias o parásitos. Los virus como el norovirus o rotavirus son comunes en los niños y pueden propagarse fácilmente a través del contacto cercano con personas infectadas o superficies contaminadas. Las bacterias como la Salmonella, pueden estar presentes en alimentos o agua contaminados, al igual que algunos parásitos que pueden ingresar al sistema digestivo de los niños de la misma manera.

Síntomas

  • Los síntomas típicos de la indigestión incluyen sensación de plenitud, ardor en el estómago, eructos frecuentes, náuseas, flatulencias y ocasionalmente vómitos. Por lo general, estos síntomas ocurren después de comer y pueden aliviarse con el tiempo o con antiácidos de venta libre.
  • Las infecciones estomacales suelen presentarse con síntomas más graves, como vómitos persistentes, diarrea acuosa, fiebre, dolor abdominal intenso y escalofríos. Los niños también pueden experimentar deshidratación debido a la pérdida de líquidos corporales. Es importante buscar atención médica si se sospecha una infección estomacal, especialmente en niños pequeños o si los síntomas son persistentes e intensos.

¿Cómo diferenciar ambos cuadros y de qué manera podemos prevenirlos?

¿Indigestión o infección estomacal? Aquí te enseñamos a diferenciarlas

  • La clave para diferenciar entre indigestión e infección estomacal radica en la observación de los síntomas y su duración. La indigestión generalmente mejora en poco tiempo y puede estar relacionada con la ingesta de alimentos específicos, mientras que una infección estomacal puede empeorar y persistir durante varios días.
  • Para prevenir tanto la indigestión como las infecciones estomacales, es fundamental promover prácticas adecuadas de higiene y seguridad alimentaria. Esto incluye lavarse las manos regularmente, especialmente antes de comer o preparar alimentos, asegurarse de que los alimentos estén cocidos completamente y almacenados adecuadamente, y evitar el contacto cercano con personas enfermas. En caso de alimentos de rápida descomposición, es importantísimo no romper la cadena de frío a menos que se vayan  a cocinar o a consumir en ese momento.
  • Fomentar una alimentación saludable y hábitos digestivos adecuados también puede ayudar a prevenir la indigestión. Animar a los niños a comer despacio, masticar bien los alimentos y evitar comer en exceso puede reducir el riesgo de malestares estomacales.
  • La manera más eficiente de controlar el estado de los alimentos que consumimos, es comiendo dentro de casa. Cuando comemos fuera, no podemos estar seguros de los protocolos de higiene que se aplican en un establecimiento de comida, por lo que podríamos estar expuestos a la ingesta de alimentos caducados o mal lavados. Comiendo en casa cuidas la salud estomacal de tu familia.

Como ves, la indigestión y las infecciones estomacales pueden compartir algunos síntomas y lucir muy parecidas, sin embargo es importante reconocer las diferencias entre ambas para proporcionar el tratamiento adecuado en cada uno de los casos. La prevención a través de prácticas de higiene y seguridad alimentaria adecuadas, es clave para mantener a los niños sanos y felices. Recuerda que cuando se trata de la salud y el bienestar de tus pequeños, siempre debes consultar con un  médico para descartar cualquier enfermedad que puedan haber desarrollado los niños. No te angusties ni sobreproteges a tus hijos, pero observa con atención sus movimientos, juegos y gustos en la comida para poder asistirlos de la mejor forma posible cuando sea necesario. No olvides que la prevención es la manera más efectiva de cuidar la salud de tu familia.

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