¿Sabías que las hebras blancas del plátano tienen muchos beneficios? Esos hilos que van de punta a punta dentro de la cáscara de esta fruta pueden ser molestos para muchos, pero no dejarlas de lado es muy importante. En este artículo, te contamos por qué debes dejar de tirarlas.
¿Botas las hebras blancas del plátano? Te contamos por qué debes dejar de hacerlo
Estos hilos del plátano se llaman paquetes de floema y conservan muchos de los beneficios de la fruta. Al retirarlas y desecharlas, estamos dejando ir una excelente fuente de fibra, además de muchos nutrientes y vitaminas. El plátano se desarrolla únicamente gracias a estos vasos liberianos, como también se conocen, que son el conducto por donde circulan y transportan los nutrientes orgánicos que la planta extrae del suelo.
Si bien su textura puede ser distinta a la del propio plátano, es saludable consumirlo. Incluso, estas hebras nos ayudan a determinar si el plátano está listo para su consumo. ¿Cómo? Si los nutrientes aún no se han distribuido uniformemente a lo largo de la fruta, estos “hilos” permanecen más apretados y, por lo tanto, el plátano está inmaduro. Por el contrario, si la fruta está madura o muy madura, estas hebras se pueden quitar más fácilmente.
¿Y la cáscara de plátano?
La piel del plátano es otra parte de la fruta que suele desecharse, pero que también aporta muchos beneficios. Se cree que su consumo es perjudicial, pero lo cierto es que esta cáscara contiene polifenoles y carotenoides. Estos son muy beneficiosos gracias a su poder antioxidante. Además, la cáscara de plátano contiene vitaminas B6 y B12, minerales como el magnesio y el potasio; fibra y proteínas.
El consumo de la cáscara sí puede ser más complicado, aunque puede incluirse perfectamente en zumos, batidos e, incluso, puede consumirse cocida. Sin embargo, se desaconseja su consumo debido a que esta parte de la fruta puede contener restos de plaguicidas que pueden ser perjudiciales para la salud.
¿Cuáles son los beneficios del plátano?
El plátano no es una buena fuente de proteínas y lípidos, aunque su contenido en estos componentes supera al de otras frutas. Sin embargo, es una excelente fuente de carbohidratos saludables. En el plátano inmaduro, el carbohidrato mayoritario es el almidón, pero a medida que la fruta madura, este almidón se va convirtiendo en azúcares sencillos, como sacarosa, glucosa y fructosa. Por esta razón, el plátano es una fruta suave y bastante digerible, siempre y cuando esté maduro. Si no ha madurado lo suficiente, el almidón hace al plátano verde difícil de digerir, lo que puede causar molestias digestivas.
Por otro lado, es bien conocido que el plátano es fuente de potasio, mineral que contribuye al funcionamiento normal de los músculos y a regular la presión arterial. Además, contiene vitamina B6, la cual contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso, y otras vitaminas hidrosolubles del grupo B y C, y liposolubles (E, K).
Otros nutrientes que ofrece el plátano son magnesio, el cual mejora el funcionamiento de los intestinos, músculos y nervios; ácido fólico, que ayuda a prevenir anemias y la espina bífida en el embarazo; y fibra, crucial para mejorar el tránsito intestinal.
El plátano es la fruta ideal, sobre todo, para los deportistas, quienes necesitan carbohidratos para realizar su actividad. Sin embargo, no se recomienda su consumo en personas con enfermedad renal crónica, ya que el potasio puede ser perjudicial.
Incluir esta fruta en nuestra dieta y en la de los niños es muy beneficioso, y más aún si incluimos las hebras blancas del plátano. Comer una cantidad moderada a diario es suficiente para gozar de sus propiedades. ¡Aprovechemos este maravilloso alimento!
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