Si bien tratamos de transmitir a diario a los niños y jóvenes que laven sus manos después de ir al baño y antes de cada comida, este es un mensaje que vale la pena repetir. Durante las actividades diarias, todos estamos expuestos a millones de gérmenes, que muy factiblemente se albergarán en nuestras manos y pueden ingresar a nuestro organismo al tomar alimentos con ellos. Tenga muy presente y comparta con sus alumnos que lavarse las manos es sin duda una de las mejores formas de protegernos de las enfermedades.
Las bacterias o virus pueden trasmitirse de muchas maneras (por agua contaminada, tocar objetos que llevan gérmenes, etc.) y no llevará mucho tiempo antes de que haya contagio de alguna enfermedad si es que no se controla con una higiene adecuada. Por ello se dice que lavarse las manos es la primera línea de defensa frente a la propagación de muchas enfermedades, desde el resfriado común hasta condiciones más serias como la meningitis, bronquitis, hepatitis A y diarreas infecciosas.
Para lavarse las manos correctamente se debe utilizar jabón y frotarse las manos vigorosamente por no menos de 20 segundos. No se debe dejar de atender las áreas entre los dedos y debajo de las uñas donde hay mayor acumulación de gérmenes, incluyendo también el área de las muñecas. Luego vendrá el enjuagado y secado, siempre con una toalla bien limpia y seca.
Establezca como regla en el aula que todos laven sus manos antes y después de comer, así como luego de realizar alguna actividad al aire libre, limpiar o ir al baño.
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