Cuando vamos de compras en busca de un recipiente para que nuestros pequeños lleven la comida al colegio es habitual dejarnos llevar por las apariencias o el diseño, en lugar de tener en cuenta las cualidades del envase. Y lo cierto es que es vital tener en cuenta que sus características influirán en la conservación de los alimentos que incluyas a diario en sus loncheras.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja utilizar envases de vidrio ya que, según explican, es un material 100% reciclable, capz de reutilizarse tantas veces como se desee sin que pierda la calidad. Cosa que por supuesto no sucede con el plástico. Además, cuando el vidrio se descompone lo hace por erosión, transformándose en pequeñas piedras que no serán confundidas con alimento por los animales marinos, no absorbe sustancias, ni genera sustancias tóxicas. Esto lo convierte en una alternatiova ecológicamente responsables. Por último, el viderio tampoco altera el sabor de los alimentos y es mucho más seguro en cuanto a la cesión de partículas, por lo que se reduce la toxicidad.
Otra de las ventajas de los recipientes de cristal es que alcanzan altos rangos de temperaturas (entre -40ºC y 300ºC), lo que hace que sean muy versátiles, tanto para congelar alimentos como para cocinar. También son aptos para el lavavajillas porque ni se estropean ni se deforman.
Costo y beneficio
Muchas veces el costo es uno de los factores determinantes a la hora de elegir si utilizar o no envases de vidrio. Además, al ser más pesados y delicados, requieren mayor cuidado. Ante este argumento podemos decir que aunque inicialmente se requiera una inversión mayor que la que supone la compra de tápers de plástico, los de vidrio siempre serán más rentables pues con el cuidado debido duran mucho más. Y por supuesto, repetimos, conservan mejor los alimentos.
¿Cómo saber si un envase es bueno?
La forma más segura de averiguar sui un envase es apto para transportar alimentos es fijarnos en los símbolos que llevan grabados en su base. Aquí te contamos qué nos dice cada uno:
¿Cómo debemos distribuir los alimentos?
Una de las cosas que siempre suceden a la hora que los chicos abren sus loncheras es que todo está mezclado, y eso no solo afecta cómo lo perciben ellos (la comida entra primero por los ojos), si no que altera los sabores y la textura. Para evitarlo, en algunas combinaciones puedes separar las preparaciones en distintos tápers. Ahora, si los consigues, los tápers de vidrio con separadores son una excelente alternativa.
Por último, coloca las ensaladas en un recipiente aparte y sin condimentar. Si no lo haces, lo primero en alterarse será la textura, pues pasará de ser fresca y brillante, a estar blanda y opaca. Lo mejor es incluir en la lonchera un frasquito pequeño de vidrio con el aderezo para añadirlo en el momento.
Un tip adicional: para que tus pequeños asuman responsabilidades, puedes encargárles que al llegar a casa saquen las cosas de su lonchera, eliminen cualquier residuo que haya quedado y que coloquen los tápers y cubiertos en el lavadero.
Y si quieres las mejores ideas para recetas, aquí tienes una lista muy saludable de loncheras fáciles de preparar.
Fuente: https://www.abc.es/
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