Que nuestros pequeños asistan al nido es de mucha ayuda pues les sirve como estimulación temprana, sin embargo, también es el lugar donde más podrían enfermarse al estar en contacto con otros niños. Por eso, toma nota de las precauciones que debes tener para evitar contagios en tus hijos.
Más allá de alarmarte, debes saber que los pequeños tarde o temprano se enfermarán, por eso, lo importante es que sepas cómo reaccionar cuando tu hijo o hija regrese del nido con síntomas de algún malestar.
Los tipos de contagio
Vía respiratoria. Al toser, estornudar, hablar, escupir, expulsan pequeñas gotitas que contienen partículas víricas. Este tipo es el más frecuente entre los niños.
Vía fecal-oral. La trasmisión se da través de bacterias o virus eliminados por las heces. El contagio se produce al ingerirlos, por ejemplo, a través de agua o alimentos contaminados.
Por contacto directo. De niño a niño o a través de objetos que se comparten.
Por contacto con líquidos orgánicos. Por ejemplo, la sangre o saliva.
Los males más comunes que les pueden afectar son bronquiolitis, faringoamigdalitis, gastroenteritis aguda, enfermedad boca-mano-pie, conjuntivitis, gripe, entre otros.
Conozcamos un poco más de ellas
- Bronquiolitis. Infección respiratoria aguda que afecta a niños menores de 2 años.
- Conjuntivitis. Inflamación de la conjuntiva, el tejido que cubre la parte blanca del ojo.
- Enfermedad boca-mano-pie. Patología benigna que provoca pequeñas ampollas en las palmas de las manos, la planta del pie y el interior de la boca, así como fiebre.
Faringoamigdalitis. Infección de las amígdalas o anginas. - Gastroenteritis aguda. Inflamación de la mucosa que recubre el estómago.
- Gripe. Infección aguda del tracto respiratorio superior que produce fiebre alta, dolores musculares y malestar general.
- Moluscos (Molluscum contagiosum). Infección vírica que se manifiesta con la aparición de pequeñas lesiones o pápulas en la piel, agrupadas y por todo el cuerpo.
Consejos para evitar contagios
Para evitar que los peques se contagien fácilmente, te recomendamos seguir los siguientes 4 consejos:
1. Aislamiento en casa
Si sospechas que tu hijo puede estar incubando una enfermedad contagiosa, déjale descansar en casa. Todo contagio empieza por contacto directo, bien con otros niños o a través de los juguetes que comparten en las zonas comunes. La mayoría de los contagios en las guarderías se deben a agentes víricos que se propagan, principalmente, a través del aire, en las partículas de la tos y de los estornudos.
Lamentablemente, algunas enfermedades son asintomáticas, por lo que el contagio se produce antes de la aparición de los primeros síntomas, resultando inútil el aislamiento. En estos casos no podremos evitar los contagios en la guardería.
2. La recuperación tras una enfermedad es importante
Es recomendable esperar unos días de recuperación en casa tras una enfermedad. El sistema inmune puede haber quedado debilitado y el niño encontrarse con las defensas bajas, por lo que exponerle de nuevo a un agente infeccioso puede hacer que recaiga.
Si aún le estás amamantando, le aportarás, a través de tu leche, no solo parte de los nutrientes que necesita, sino también defensas que le protejan de las enfermedades infecciosas. La OMS recomienda mantener la lactancia materna hasta los dos años o más.
3. Correcto lavado de manos
Quizá sea una de las medidas más importantes, si no la más importante, para evitar contagios, ya que, como mencionábamos, estos se producen, en su mayoría, por contacto. Si tienes dudas de la forma en cómo hay que hacerlo, haciendo click aquí conocerás cómo se debe realizar un correcto lavado de manos.
Adicionalmente es bueno que estés al tanto de las enfermedades que se producen por no lavarse las manos.
4. Ten su cartilla de vacunación al día
La vacunación es uno de los descubrimientos más importantes de nuestra era y hay que cumplir con el calendario o cronograma que el pediatra establece. Eso sí, hay que tener presente que la ausencia de la enfermedad no supone su erradicación. Los virus prefieren las bajas temperaturas, por lo que hay que procurar evitar los ambientes fríos.
Una dieta sana y equilibrada, así como dormir las horas suficientes, contribuirán a reforzar el sistema inmunitario de tus hijos.
Es importante que siempre estés al tanto de todos los aspectos que involucran al desarrollo, comportamiento e higiene de tus engreídos, muchas veces ellos no son capaces de manifestar sus malestares, por eso, ante la mínima sospecha pregunta a sus profesores y si es necesario visita al médico.
Fuentes: eresmama.com / cinfasalud.com
Comentarios