Los terrores nocturnos y las pesadillas son muy comunes en los niños. Las causas son varias, pero las más comunes son el estrés, la falta de sueño, problemas familiares o escolares, o por haber visto o escuchado algo que les ha asustado mucho.
¿Qué son los terrores nocturnos?
Los terrores nocturnos (terrores al dormir) son trastornos del sueño en los cuales una persona se despierta parcialmente en un estado aterrorizado. Suceden con más frecuencia en niños pequeños y niños en edad preescolar. La buena noticia es que los terrores nocturnos son inofensivos.
Las características más comunes de un terror nocturno en niños son:
- Despierta parcialmente con gritos, patadas, pánico, sonambulismo, golpes o murmuraciones.
- Llora desconsoladamente.
- Suda, tiembla o respira con rapidez.
- Tiene una mirada aterrorizada, ausente, confusa o los ojos vidriosos.
- No te reconoce o parece no darse cuenta de que estás ahí.
- Trata de empujarte, especialmente si tratas de abrazarlo.
Un episodio de terror nocturno puede durar hasta 45 minutos, pero la mayoría son mucho más cortos, y es probable que el pequeño no recuerde haber sufrido uno a la mañana siguiente.
Por lo general, los niños se vuelven a dormir después de un terror nocturno porque, en realidad, no se han despertado completamente. Al contrario del caso de las pesadillas, un niño no recordará un terror nocturno.
¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a un niño con terrores nocturnos?
Lo primero que debes hacer es mantener la calma y tener mucha paciencia. Recuerda que es totalmente normal que tu pequeño pase por algunos terrores nocturnos. Luego, sigue estas recomendaciones:
- No intentes despertarlo. No lo sacudas, ni le grites.
- Abrázalo (si parece que eso lo hace sentir mejor) y hazle comentarios tranquilizantes.
- Cerciórate de que no pueda hacerse daño, ya que puede caer por las escaleras, golpearse contra la pared o romper algo. Si está fuera de su cama, dirígelo hacia ella poco a poco.
- Asegúrate de que su cuidadora o niñera sepa de sus terrores nocturnos y cómo debe actuar.
- Evita las pantallas antes de acostarse para que duerma mejor. Opta por una actividad relajante como leer cuentos infantiles o darle un breve masaje.
- Procura que se acueste temprano para que duerma lo necesario. Mejor si siempre es a la misma hora.
- Reduce el estrés de tu pequeño.
¿Cuándo se debe acudir a un especialista?
Si bien los terrores nocturnos son inofensivos, pueden parecerse a otras afecciones o traer problemas para el niño. Acude a un especialista si notas lo siguiente en tu pequeño:
- Babea, se sacude o se pone rígido durante un terror nocturno.
- Los episodios son prácticamente todas las noches o duran más de 45 minutos.
- Se presentan otros síntomas junto con los terrores nocturnos.
- Tiene miedo durante el día.
- Si crees que el estrés o algún problema familiar pueda estar afectando al niño.
¿Qué son las pesadillas?
Las pesadillas son sueños que asustan y despiertan a los niños, y les hacen tener miedo de volver a dormir. Pueden suceder sin ninguna razón aparente, pero suelen aparecer cuando los niños escuchan o ven algo (real o ficticio) que les afecta.
¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a un niño con pesadillas?
Si tu pequeño se despertó muy asustado o con miedo debes:
- Atenderlo de inmediato y acompañarlo.
- Darle seguridad y decirle que nada malo va a pasarle.
- Recordarle que los sueños no son reales.
- Anímalo a contarte lo que soñó, pero no lo obligues.
- Dale su peluche o juguete favorito para que le de consuelo mientras intenta dormir.
- Deja la puerta de su habitación abierta y la luz prendida si eso lo hace sentir mejor.
- Una vez que el pequeño esté listo, anímalo para que se vuelva a dormir (en su propia cama).
- Antes de acortarse, lean un cuento agradable y divertido. Evita que vea cosas que lo puedan asustar.
¿Cuándo se debe acudir a un especialista?
Habla con un especialista si observas que:
- Las pesadillas empeoran o suceden con mayor frecuencia.
- Las actividades diurnas de tu hijo se ven afectadas por las malas noches.
- Si crees que hay una razón más seria por la cual tu pequeño pueda estar teniendo pesadillas.
Si estos episodios son recurrentes, es recomendable que lleves un diario del sueño de tu hijo para darle un seguimiento con su médico. Apunta dónde duerme, cuántas horas duerme durante la noche y cuántas veces se despierta, duración de las siestas, qué necesita para dormir (juguete, manta), cuánto tiempo le toma dormirse, y todo lo que creas que pueda afectar su sueño.
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