¿Sabías que existe un miedo irracional a patrones repetitivos de agujeros o protuberancias? Se llama tripofobia y, aunque no es un trastorno reconocido por la comunidad médica y científica, se sabe que afecta a un pequeño porcentaje de la población. Esta fobia puede ser particularmente difícil de manejar para los niños, quienes pueden experimentar ansiedad, miedo o incluso reacciones físicas.
En este artículo, te contamos sobre la tripofobia en niños, sus posibles causas y cómo se puede ayudar a los pequeños a lidiar con ella.
¿Qué es la tripofobia?
La tripofobia es un miedo irracional a imágenes u objetos que tengan agujeros o patrones repetitivos irregulares con figuras geométricas muy juntas, como por ejemplo: un panal de abejas, la textura de las fresas, madera, plantas o esponjas.
Las personas que padecen de este miedo intenso suelen sentir repulsión al contacto con este tipo de patrones geométricos, además de síntomas emocionales y físicos muy incómodos, como la ansiedad y las náuseas.
¿Cuáles son los síntomas de la tripofobia en niños?
Algunos de los síntomas que pueden presentar las personas con esta fobia son:
- Náuseas
- Temblores
- Sudoración
- Repulsión o asco
- Llanto
- Escalofríos
- Malestar
- Aumento del ritmo cardíaco
- Comezón y hormigueo generalizados
En casos más severos, un pequeño con tripofobia puede sufrir también ataques de pánico, debido a un nivel extremo de ansiedad.
¿Cuál es la causa de la tripofobia en niños?
La causa exacta de esta fobia en niños no está clara y aún no ha sido objeto de una investigación exhaustiva. Sin embargo, algunos expertos sugieren que puede estar relacionada con la forma en que el cerebro humano procesa y reacciona a ciertos patrones visuales. Algunos estudios sugieren que los patrones repetitivos de agujeros o protuberancias podrían activar una respuesta instintiva de alerta en el cerebro, similar a la que se produce cuando se detecta un peligro o amenaza.
Muchas personas con tripofobia asocian de forma inconsciente los agujeros u objetos con patrones repetitivos irregulares, que normalmente se presentan en la naturaleza, a posibles situaciones de peligro. Esta sensación de peligro es desencadenada principalmente por la semejanza entre el aspecto de los patrones con la piel de animales venenosos, como cobras o gusanos que producen enfermedades en la piel.
En los niños, la tripofobia también puede estar relacionada con experiencias tempranas que hayan tenido con patrones similares, como al ver ciertos insectos o lesiones en la piel de animales o personas. Además, algunos pequeños pueden desarrollar este miedo irracional como resultado de la exposición a imágenes o videos perturbadores en internet o en otros medios.
Por lo general, las personas que sufren de esta fobia no logran distinguir situaciones en las hay o no peligro, pues se trata de un reflejo inconsciente que resulta en reacciones descontroladas. Es importante tener en cuenta que la tripofobia no es un trastorno reconocido oficialmente y su causa y tratamiento aún no han sido bien establecidos por la comunidad científica.
¿Cómo se trata la tripofobia en niños?
Existen varias formas de tratar la tripofobia, siendo la terapia más eficaz la desensibilización sistemática. Esta ayuda a controlar el miedo, a través del cambio de respuesta ante el estímulo causante de la respuesta desproporcionada. Un especialista sobre el tema es el indicado para realizar este procedimiento, pues se debe tener precaución de no producir un nuevo trauma o aumentar el miedo que ya se presenta.
Esta terapia debe ser realizada por un psicólogo por medio de la exposición gradual al estímulo que produce la fobia. A través del diálogo, el terapeuta utiliza técnicas de relajamiento para que el pequeño enfrente el miedo, hasta lograr disminuir el malestar que provoca.
El tratamiento también puede incluir otras técnicas que ayuden a reducir la ansiedad y tratar este miedo, como:
- Medicamentos que ayuden a reducir la ansiedad y los síntomas de pánico.
- Práctica de técnicas de relajación, como yoga o meditación.
- Práctica de ejercicio para reducir la ansiedad.
El Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM) de la Asociación Americana de Psiquiatría aún no reconoce a la tripofobia como un trastorno. Sin embargo, algunos estudios comprueban la existencia de la fobia y los síntomas que provoca como condicionantes en la vida de las personas. Si tu pequeño sufre alguno de los síntomas, es importante que acudan a un especialista que pueda ayudarle.
Fuente:
www.tuasaude.com
Comentarios