Con la llegada de las vacaciones de verano son muchas las opciones que tenemos para que nuestros hijos ocupen su tiempo libre. ¿Lo matriculas en cursos en los que le fue mal o mejor optas por el relajo y la diversión? Descubre qué es lo mejor para él o ella y haz que le saque el máximo provecho a sus vacaciones.
"Toda experiencia por la que pasa un niño debe ser una oportunidad para aprender conocimientos, practicar valores y manejar emociones", empieza su explicación Mariela Bravo de Rueda Nieri, especialista de la consultora educativa "Edúcame Más".
Los adultos muchas veces olvidamos que, debido a su edad, los niños son espontáneos y están en constante descubrimiento del mundo, hasta el más aplicado del aula se verá tentado a pasar un buen rato jugando. Por ello, ante la llegada de las vacaciones a algunos se nos hace difícil elegir entre mandarlo de viaje, matricularlo en alguna actividad recreativa o aprovechar estos meses para reforzar los cursos en los que le fue mal.
Mariela Bravo de Rueda tiene mucho que compartir con nosotros y absuelve algunas de las dudas más frecuentes:
¿Es correcto que en vacaciones los niños estudien cursos para adelantar sus aprendizajes?
No se trata de adelantar sino de estimular. Los niños merecen respeto en el desarrollo de sus periodos sensitivos que son los momentos en los que su cuerpo y el cerebro están preparados para aprender. Hoy en día los adultos vivimos tan rápido que sin querer estamos haciendo que los niños no vivan su edad.
Los padres en ocasiones caen en la competencia de los aprendizajes con otros niños y quieren que sus hijos sepan más que el otro. Esto está ocasionando dificultades en el lenguaje y aprendizaje, en la formación de la afectividad y en el desarrollo motor.
Si a un niño no le fue bien durante el año escolar ¿Está bien que se le refuerce en los cursos que tuvo más problemas?
Sí, pero todo a la justa medida. Es necesario y bueno reforzar ciertos aprendizajes en los que el niño presenta dificultades pero sin llegar al extremo de generar frustración y rechazo. Los niños deben tomar ese refuerzo como una oportunidad para aprender y esto depende del clima que se genere.
En este punto, Mariela nos precisa que hay ciertos comentarios que no debemos hacerles a nuestros hijos. Por ejemplo, evitar decirles:
- "Como no te esforzaste ahora tienes que estudiar".
- "Si me hubieras hecho caso estarías en la playa".
- "Tienes que hacer este taller porque no sabes hacerlo".
Estas frases, entre otras, simbolizan castigo, generan culpa en el menor y no educan. El objetivo es que aprendan y mejoren por lo tanto es necesaria la motivación positiva y erradicar el temor al error.
¿Las vacaciones de verano pueden ser solo juego y diversión?
El juego genera disfrute, relaja y es el mejor medio para que los niños maduren y crezcan como personas. Los padres deben ponerle atención a los tipos de juegos en los que deben invertir el tiempo sus hijos, si se trata de un juego por mera distracción o un juego que le sume en su educación. En verano, los niños tienen más tiempo libre y suelen jugar más, esta es la etapa ideal para enseñar a los niños aprendizajes vivenciales que no pueden interiorizar en las aulas.
Decidiendo qué hará nuestro hijo o hija en sus vacaciones
Ahora que conocemos la importancia de aprovechar apropiadamente los tiempos de nuestros engreídos, con la ayuda de nuestra especialista de "Edúcame Más", en 3 pasos decidamos qué harán en las vacaciones:
Paso 1. Planificar junto a nuestros hijos
Los padres deben comunicarse con sus hijos para preguntarles qué quisieran hacer en sus dos meses de tiempo libre. Esto va a permitir que ellos sientan que sus intereses y opiniones son tomados en cuenta, y que pueden decidir con libertad y responsabilidad sobre su tiempo. Las actividades que realicen los niños se pueden negociar y los padres pueden orientarlos para que elijan algo divertido y educativo.
Paso 2. Evaluando opciones
Las actividades que se evalúen deben estar orientadas a desarrollar los talentos de nuestros hijos, es decir que dediquen algo de su tiempo en actividades que saben hacer muy bien y les gusta. Las aficiones son un excelente complemento para la formación. En ellas se crean los futuros hobbys para toda la vida, incluso pueden despertar la vocación a una profesión.
Paso 3. La mejor opción, la que mejor le hace sentir
Tengamos en cuenta que cuando una persona hace algo bien y se siente bien desarrolla su autoestima y seguridad en sí misma. La decisión final debería ser una actividad que desarrolle habilidades motoras, capacidades cognitivas, habilidades sociales, manejo de emociones y la práctica de valores. Esto quiere decir que sería completamente saludable escoger una actividad deportiva, un taller de arte, experimentos, respotería u otros similares.
Lo que se tiene que evitar es llenar de actividades a sus hijos durante todas la mañanas y tardes de lunes a sábado. Los tiempos libres en casa también son educativos porque les da a los niños la oportunidad de organizar con creatividad y autonomía sus espacios.
"Es muy importante que los padres se involucren en las actividades que realizan sus hijos y que pasen tiempo en familia realizando actividades divertidas juntos. Un hijo que se siente amado, valorado y aceptado en su familia será un adulto autónomo, seguro, emocionalmente sano y feliz", nos deja como recomendación final Mariela Bravo de Rueda Nieri de la consultora educativa "Edúcame Más".
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