Tarde o temprano, ya no podrás cargar a tu hijo pequeño cuando salgas a pasear por la calle con él. Los niños crecen y, cuando menos te des cuenta, ya te estará pidiendo permiso para ir solo a la tienda. Quieras o no, en algún momento tienes que darle esa libertad para que explore por sí mismo. No siempre va a poder estar bajo tu supervisión.
Por esta razón, desde ahora tienes la tarea de alertarlo sobre los peligros y amenazas a los que se enfrentará una vez que se encuentre solo en las calles. No es cuestión de asustarlo, sino de enseñarle cómo cuidarse y a identificar el peligro.
¿Qué normas de seguridad vial debo enseñarle a mi hijo?
Debes enseñarle algunas normas viales como:
1. Usar las veredas.
Estos espacios están diseñados para el uso exclusivo de los peatones. Por allí es que siempre debe andar tu hijo cada vez que tenga que ir de un lugar a otro. No debe caminar por la pista.
Recomiéndale que camine por la vereda que va en contra del tránsito para ver y tomar precauciones ante cualquier eventualidad, ya que algún chofer puede perder el control de su carro y subirse a la vereda. De la misma forma, adviértele sobre las cocheras y playas de estacionamiento. En esos lugares los carros entran y salen, muchas veces a gran velocidad, o retroceden sin ver si alguna persona va caminando por allí. Debe estar atento y mirar hacia todos lados.
2. Cuidado al cruzar la calle.
Adviértele a tu hijo que para cruzar la pista lo haga exclusivamente por los cruces peatonales, pero no sin antes tener el semáforo peatonal en verde y que los carros estén parados o que no venga ninguno. No importa la dirección por la que vengan los autos. Nunca falta un imprudente que vaya contra el tránsito o no respete los cruces peatonales.
También pídele que evite cruzar corriendo. Si corre, puede tropezar y caer, lo que aumenta el peligro en caso algún vehículo venga a velocidad y no lo vea en el suelo.
3. Conocer y usar las señalizaciones.
Es importante enseñarle a los niños que existen normas y señales de tránsito, tanto para los carros como para los peatones. Pero, el más importante es el semáforo. Es imprescindible saber lo que indica cada color y lo que hay que hacer cada vez que cambian.
Asimismo, debes aclararle que hay un semáforo que corresponde a los peatones y otro que corresponde a los autos. Recálcale que siempre debe mirar a los dos lados de la pista para asegurarse de que no viene ningún carro y que los que hay están detenidos.
¿Qué hacer si mi hijo juega en la calle?
Muchos niños salen a jugar al parque o a algún área de juegos, y por más que estén acompañados, debes educarlos para que se mantenga seguro. Si está jugando y se le escapa una pelota por la pista, que pida ayuda a un adulto. De lo contrario, que espere un rato con calma y mire hacia los dos lados de la calle, varias veces, antes de cruzar para recoger la pelota.
Esto es importante, ya que con la euforia del juego, el niño puede estar tan emocionado por correr tras la pelota o el juguete que no piense en los peligros que puede correr. Podría pasar cualquier vehículo y atropellarlo o asustarlo.
Por otro lado, si tus hijos ya están más grandes y salen a la calle solos, aconséjales que, cuando estén con su grupo de amigos, no traten de hacerse los valientes siendo imprudentes. También dile que, cuando baje de un carro o bus, espere a que el vehículo se haya detenido por completo.
Otra recomendación que no solo sirve para niños, sino para los adultos, es no ir por la calle con los audífonos puestos, o por lo menos no escuchar música con el volumen tan alto. Es peligroso que tu hijo camine por ahí sin escuchar lo que pasa a su alrededor. Puede que no escuche un claxon o alguna llamada de atención sobre su seguridad.
Recuerda siempre dar el ejemplo
Los niños imitan todo lo que ven, así que lo mejor que puedes hacer el siempre dar un buen ejemplo de cómo deben comportarse en las calles. Si tu hijo no te ve haciendo lo que tú le indicas, ¿cómo esperas que él lo haga? La educación comienza por ti. Anímate a pasear con tus pequeños, enseñarles cómo comportarse ante las señales y respetarlas por su seguridad y la de los demás.
Y para hacer la tarea de educarlo en prevención de una manera más sencilla, te dejamos un cuento para que lean juntos.
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