Llegó el frío a la ciudad. Chompas, frazadas y mantas ya han sido rescatadas de sus almacenes y maletas respectivas y han sido lavadas para hacernos más llevadero el tiempo que se avecina. Sin embargo, sabemos que tarde o temprano nos va a 'tocar' uno de esos resfríos estacionales que nos tumban, debilitan y nos mandan a vacaciones forzadas (y bien poco disfrutables).
Con estos sencillos consejos, sin embargo, podrás reducir tus posibilidades de contagiarte. De la mano con una buena alimentación, un descanso regular y actividad física regular, tu sistema inmunológico debería poder encargarse de los virus como este sin causarte mayores estragos.
Lávate las manos. En serio, sobre todo si te tocas la nariz y los ojos constantemente. Recuerda que los protocolos de la OMS indican que hay que lavarse las manos durante al menos veinte segundos, con abundante agua y jabón. Debes hacer espuma con este y frotarlo bien entre los dedos y por ambos lados de tus palmas. .
No te estreses. Nada peor para el sistema inmunológico que el estrés. Un estudio publicado el 2012 en Proceedings of the National Academy of Sciences señalaba que el estrés crónico provocaba que el resfriado fuese más fuerte y más difícil de curar.
No estornudes en tus manos. La reacción más habitual es la de taparse la boca con las manos cuando estornudamos, pero es la mejor manera de propagar nuestras bacterias y contribuir al contagio de cualquiera que vaya a estrechar nuestras manos. Es preferible estornudar en nuestras mangas, o aún mejor, en un clínex. En su defecto, pide a los que te rodean que hagan lo propio, o se protejan la boca con un pañuelo (que ha de ser tirado a la basura inmediatamente) para que no te contagien la enfermedad.
Descansa. Dormir las horas de sueño suficientes es esencial para mantener alejados a los resfriados. Una vez más, nuestro sistema inmunológico es el principal beneficiario de esas horas de reposo. Si estás durmiendo menos de seis horas por día, es muy probable que enfermes. La razón vuelve a ser la protección de nuestro sistema inmunológico, que es la principal defensa frente a este tipo de infecciones. Ya no se trata sólo de escapar del resfriado común, sino también de muchas otras enfermedades.
No fumes ni bebas. Para decirlo en sencillo: el cigarro inflama tus vías respiratorias y el alcohol te deshidrata y baja tus defensas. Ambos escenarios son óptimos para que el virus incube a salvo en tu cuerpo y te asegure al menos tres días en cama. Nadie dice que no vayas de fiesta ni celebres, pero mide los pros y los contras objetivamente al menos en este temporada.
Abre las ventanas. Sea en el transporte público, en la oficina o en casa, deja que haya alguna fuente de aire fresco constante. Encerrar personas en un espacio sin adecuada ventilación fomenta el contagio de enfermedades respiratorias.
Comentarios