Los dolores de espalda en niños y adolescentes pueden tener diversas causas. Las más comunes son lesiones deportivas, caídas o sobrecarga (por ejemplo, por cargar una mochila muy pesada). En algunos casos, se trata de dolores y molestias menores. Sin embargo, algunos pequeños pueden presentar un dolor más intenso relacionado con la columna u otras afecciones subyacentes.
¿Dolores de espalda en niños y adolescentes? Descubre las posibles causas y qué hacer al respecto
La mayoría de las veces en que los niños se quejan de dolor de espalda se debe a una caída, golpe o sobrecarga. Otras veces, puede deberse a una lesión producida durante la práctica de algún deporte o el exceso de este. Por otro lado, los niños con una vida demasiado sedentaria (es decir, los que no se mueven mucho) pueden tener dolor de espalda debido a una debilidad de los músculos principales, a la espalda tensionada por sobrepeso o a una mala postura.
Sea cual sea la razón, es necesario hacer algo al respecto. Consultar con el médico será lo mejor, ya que en algunas ocasiones este dolor puede deberse a una enfermedad subyacente que requiere de un tratamiento en particular.
Causas del dolor de espalda en niños y adolescentes
Las causas del dolor en la espalda son muchas: una enfermedad de la columna, una lesión leve o grave, una distensión muscular, el uso excesivo de la espalda o una combinación de estas causas.
A continuación, te contamos algunas de ellas y lo que puedes hacer al respecto.
Lesión leve o grave
Durante una práctica deportiva muy activa o un juego reciente, el niño o niña puede haber sufrido una caída leve o alguna otra lesión: desgarro muscular, distensión del ligamento o moretones. En estos casos, hay que aplicar inmediatamente una compresa fría sobre la lesión. Luego, un baño caliente puede ayudar a aliviar el malestar. Puede que su pediatra le indique al pequeño medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación.
Si el niño o niña tuvo un accidente mayor o se cayó desde una altura considerable, puede haber sufrido una lesión en la médula espinal o en la cabeza. En estos casos, hay que llamar a una ambulancia o servicio médico para que asistan al pequeño de inmediato. No se le debe mover del lugar en donde está (a menos que su vida esté en peligro), ya que al moverlo podemos empeorar la lesión.
En el caso de que, después de una lesión de espalda aparentemente leve, el pequeño tenga dificultades para moverse, sienta entumecimiento u hormigueo en una de las extremidades o pierda el control de la vejiga y esfínteres, es necesario llamar al pediatra o llevarlo a emergencias inmediatamente. Esto puede deberse a una lesión más grave en la médula espinal.
Infección renal aguda
Muchas veces, el dolor en la espalda puede deberse a una infección en los riñones. Este dolor suele ser agudo y unilateral (en un solo lado) en el medio de la espalda. Además, puede sentir ganas de orinar con frecuencia, sentir dolor al hacerlo y presentar fiebre o náuseas. En estos casos, hay que llamar al pediatra inmediatamente.
Disquitis o discutís
Esto es una inflamación de un disco intervertebral, el cual puede causar mucho dolor. Hay que consultar al pediatra, quien examinará al pequeño y ordenará las pruebas y radiografías necesarias, o le referirá a otro especialista.
Escoliosis
La escoliosis (una curvatura grave de la columna vertebral) es una causa posible del dolor de espalda, especialmente en niñas adolescentes. Para el diagnóstico, el pediatra debe examinar la postura del niño o niña y, de ser necesario, mandarle a hacer alguna radiografía para ver su columna.
Espondilosis
La espondilolisis se debe al debilitamiento de los puentes óseos que unen las vértebras y, generalmente, ocurre en la parte más baja de la columna vertebral. Puede causar dolor lumbar que empeora con la actividad y suele ser difícil de detectar con un examen físico. Si se sospecha espondilolisis, se debe acudir a un especialista. Es probable que se necesiten radiografías.
Cifosis
La cifosis es un tipo de deformidad de la columna vertebral. Una columna normal, cuando se ve desde atrás, parece recta. Sin embargo, una columna afectada por cifosis tiene una curvatura hacia adelante de los huesos de la espalda (vértebra) en la zona superior. Esto le da al niño un aspecto anormalmente curvado o de “joroba”.
La cifosis puede ser congénita (estar presente en el nacimiento) o ser provocada por ciertas afecciones Es importante que un especialista determine si se trata de esta dolencia y qué tratamiento es el adecuado.
Cuándo acudir al pediatra
Si tu pequeño es menor de 10 años y tiene dolor de espalda, o si presenta los siguientes síntomas, es necesario acudir a un médico para su evaluación:
- Dolor persistente o que empeora
- Fiebre o pérdida de peso
- Dificultad para mover una extremidad
- Entumecimiento u hormigueo en una extremidad
- Pérdida del control de la vejiga o de los esfínteres
- Un cambio en la forma de caminar o en la postura
El dolor de espalda en niños y adolescentes puede variar en intensidad de leve a grave. Si tu hijo o hija no ha sufrido una lesión y siente dolor, debe ser evaluado por un pediatra. De igual forma, si el dolor está acompañado por una pérdida de peso, fiebre, problemas para caminar, adormecimiento, debilidad, dolor en las piernas o problemas intestinales o de vejiga, es necesario recibir atención médica.
En los casos más comunes de dolor de espalda, este suele aliviarse con una combinación de descanso y analgésicos. Las compresas calientes también pueden ser de ayuda, así como los estiramientos y los ejercicios para fortalecer la espalda. En el caso de los dolores de espalda más graves, el tratamiento de la afección subyacente debería contribuir a aliviar el dolor relacionado con dicha afección.
Fuente:
www.healthychildren.org
www.nicklauschildrens.org
www.stanfordchildrens.org
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