Para empezar, sí. Sí es normal que el bebé sude tanto, no te asustes. El sudor ocurre cuando la temperatura de nuestro cuerpo se eleva y las glándulas sudoríparas fabrican humedad para enfriarlo. Y la cuestión es que, en bebés hasta los 18 o 20 meses, el sistema de regulación corporal aún necesita madurar y autorregularse, por lo que a veces pueden estar fríos y luego, repentinamente, ponerse a sudar.
¿Qué podemos hacer?
Lo único que podemos hacer es procurar que el bebé no se acalore demasiado. Para esto, es importante mantener el hogar a una temperatura agradable y recurrir al aire acondicionado o ventiladores de ser necesario, evitando siempre que el aire le caiga directamente. Tampoco le pongas prendas demasiado absorbentes, sino vístelo con ropita de tejidos naturales que permitan a su cuerpo transpirar.
También ofrécele agua aunque beba poco cada vez que se la das. Con varios sorbitos al día podrás evitar que se deshidrate. Y otro consejo importante es cambiarle de pañal y postura a menudo para evitar que algunas zonas, como su entrepierna o espalda empiecen a sudar. Cada vez que puedas, déjalo unos minutos sin pañal para que se refresque, y dale más de un baño refrescante al día de ser necesario.
Si crees que el sudor es excesivo o ya se convierte en una molestia constante para el bebé, debes consultar a un médico para que lo revise y le haga un análisis en el cual se puedan descartar problemas como hiperhidrosis.
Fuente: http://www.crecerfeliz.es/El-bebe/Buenos-cuidados/Por-que-el-bebe-es-tan-sudoroso/por-que-suda-1
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