A medida que nuestros hijos crecen, experimentan un profundo viaje de descubrimiento en relación al mundo que los rodea y su propio espacio social y emocional. Durante esta etapa crucial de desarrollo, los niños aprenden a comprender y expresar sus sentimientos, a establecer vínculos afectivos y a manifestar cariño de manera muy natural y sin reservas, lo que a menudo puede sorprender y desconcertar a los adultos. Uno de esos gestos que, aunque perfectamente inocente puede generar desconcierto, preguntas y reflexiones, es el acto de besarse en la boca entre niños pequeños. Vamos a explorar por qué algunos niños eligen esta muestra afectiva y compartiremos algunas pautas para abordar este comportamiento con comprensión y empatía, dándole las proporciones que le corresponden.
Desmitificando el comportamiento
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Los niños conocen el mundo a partir de sus sentidos y la boca juega un papel muy importante en su proceso de desarrollo y su relación con el entorno. Los niños pequeños llevan a su boca casi todo lo que cae en sus manos para identificar y clasificar objetos, texturas y sensaciones, en un acto reflejo vinculado a la lactancia. Es por este motivo que no resulta extraño que los niños se den besitos en la boca, sobre todo cuando aún están lactando.
Por otro lado, besarse en la boca es una manifestación natural del deseo de conexión y afecto en los niños pequeños. A menudo, los niños modelan su comportamiento basándose en lo que observan en su entorno, particularmente en el hogar. Si han visto a sus padres y otros miembros de la familia intercambiando besos en la boca como muestra de cariño, es probable que imiten este gesto en sus propias relaciones con sus pares. Los niños carecen de las connotaciones adultas de romanticismo asociadas con los besos en la boca, viéndolos simplemente como una forma sincera de expresar su amor y afecto hacia sus seres queridos.
Consejos para abordar la situación con naturalidad y sin temor
Cuando nos encontramos con niños pequeños que se dan besos en la boca, es fundamental responder con amor y comprensión, pues no se trata de un acto impúdico, sino de una acción transparente y totalemnete alejada de un tema de sexualidad. Aquí hay algunas recomendaciones para manejar esta situación de manera positiva:
Normalización y comunicación: En lugar de reaccionar con sorpresa o vergüenza, normalicemos el comportamiento al recordar que los niños están explorando formas de demostrar afecto. Abrir un diálogo tranquilo y libre de juicios puede permitirnos comprender mejor la perspectiva de nuestro hijo.
Un ejemplo apropiado: Muestre a su hijo otras formas de expresar cariño, como abrazos, caricias y palabras amables. Explícales que diferentes personas tienen distintas formas de demostrar amor y que todas son válidas.
Enseñanza de límites: Es importante establecer límites claros y apropiados en cuanto a las demostraciones de afecto. Explique cuándo es adecuado dar besos en la boca y cuándo no lo es, respetando la comodidad y las preferencias de todos los involucrados.
Respeto a la privacidad: A medida que los niños crecen, es posible que prefieran demostrar afecto de manera menos efusiva o íntima, por lo que debemos respetarlos en todo momento y evitar la típica situación en la que algunos adultos piden y hasta exigen besos de parte de los niños. Fomentar el respeto por los deseos de los demás contribuirá a su comprensión de los límites personales y el consentimiento, al mismo tiempo que les da confianza para mostrar su afecto de otras maneras.
Enfoque en el afecto, no la censura: En lugar de regañar o censurar, enfoquémonos en el valor del amor y la amistad. Reforcemos la importancia de expresar emociones positivas y construir conexiones significativas.
Al final del día, nuestro objetivo como padres es guiar a nuestros hijos a través de su desarrollo social y emocional de manera saludable y amorosa. Al comprender el significado detrás de los gestos de afecto, como los besos en la boca entre niños, podemos brindarles el apoyo que necesitan mientras crecen y aprenden a expresar su amor de maneras diversas y auténticas.
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