Si bien sabemos que el sistema inmunológico es el encargado de protegernos de los gérmenes y microorganismos las 24 horas del día, saber cómo funciona nuestra inmunidad a la hora de combatir infecciones y enfermedades es muy importante para no creer mitos que han estado circulando por generaciones, pero que no son ciertos.
7 mitos populares sobre el sistema inmunológico que debes olvidar
Es muy probable que hayas escuchado más de una vez estas afirmaciones. A continuación, enumeramos algunos de los mitos más populares sobre el sistema inmunológico que debes olvidar.
1. El clima frío enferma.
Quién no ha recurrido o escuchado el famoso “abrígate que te vas a resfriar”. Si bien cuando el clima se pone frío aumentan la tos, la gripe o el resfriado, no significa que las bajas temperaturas enfermen. Lo que causa que las persona se resfríen en invierno son los comportamientos que adoptan las personas cuando hace frío.
En invierno, la gente suele pasar tiempo en lugares cerrados y con las ventanas cerradas (sin ventilación), justamente porque hace frío. Esto da lugar a la transmisión de gérmenes entre quienes están en estrecho contacto. Por ejemplo, en el trabajo, las clases, el transporte público, etc.
Recuerda que los virus, como el del resfriado común, se propagan a través de las gotículas que se expulsan cuando respiramos, tosemos o estornudamos; no por el clima. Si estamos muy cerca unos de otros, es muy probable que hayan contagios. Es por ello que, en tiempos de pandemia, se recomienda ventilar los espacios, mantener la distancia social y usar mascarillas.
2. Tomar bebidas heladas enferma.
Como ya sabemos, se suele asociar erróneamente las bajas temperaturas con la gripe. Por ello, también existe el mito de que tomar bebidas heladas causa estas enfermedades. Sin embargo, según expertos, no hay relación entre el consumo de bebidas frías y los males respiratorios como la gripe o la tos.
Recordemos que las enfermedades de este tipo están causadas, mayormente, por un virus y no por la temperatura baja del cuerpo. Tomar bebidas frías o heladas puede afectar los mecanismos de defensa, pero no produce la enfermedad.
Lo que sí sucede es que, al ingerir bebidas frías, las mucosas nasales se vuelven más espesas, al punto de dificultar la respiración. Por ello, no se recomienda que personas que sufren de algún mal respiratorio tomen bebidas heladas, ya que empeora los síntomas.
3. Las alergias estacionales son signo de debilidad del sistema inmunológico.
Es todo lo contrario. Las alergias estacionales son el resultado de una respuesta inmunológica “exagerada” al confundir las partículas pequeñas del aire con microorganismos perjudiciales. En otras palabras, el sistema inmunológico está tan “vigilante y atento” que reacciona exageradamente a estas partículas.
Los síntomas de la alergia estacional y de los problemas respiratorios pueden ser similares; pero las alergias no son contagiosas, ya que no son provocadas por bacterias o virus. Al respirar, partículas inofensivas como polvo, polen o moho entran al organismo y, si padeces de alergias estacionales, tu sistema inmunológico responde a dichas partículas como si fueran posibles patógenos. La buena noticia es que, al ser estacionales, pasarán con el tiempo.
4. El lavado de manos “mata” cualquier virus.
Esto no es exactamente así. Los virus no pueden morir, porque no están vivos (y no pueden reproducirse por sí mismos). No es que el jabón mate el virus, sino que el jabón se adhiere a la membrana o pared exterior de los virus y las moléculas de jabón también compiten con los lípidos que están dentro de la membrana del virus, ayudando a descomponerlo y a hacerlo inofensivo.
Esta viscosidad se traduce en que el agua arrastra los microbios. Al lavarnos las manos, nos deshacemos literalmente de los virus que nos puedan causar una enfermedad. Por ello, es muy importante que sepamos cómo lavarnos las manos correctamente.
5. El desinfectante para manos es más efectivo que el lavado de manos.
Falso. Lavarse las manos correctamente con agua y jabón es la forma más efectiva de prevenir la difusión de bacterias y virus. Solo cuando no es posible hacerlo, el desinfectante para manos es una alternativa segura. Pero, ojo: solo es eficaz si el desinfectante tiene una concentración de alcohol de un 60 a 95%. Debes aplicarlo bien en toda el área de la mano para eliminar efectivamente todos los virus, bacterias y microbios.
6. La sopa de pollo corta el resfrío.
Tomar caldos o sopa de pollo cuando se está enfermo puede ser reconfortante, pero no cura el resfrío. Para derrotar una infección debes tener paciencia, descansar y tomar los medicamentos que te indicó el médico.
Por supuesto, es necesaria una buena alimentación. La sopa de pollo casera es una excelente opción para comer durante un resfrío.Los antioxidantes y las vitaminas de las verduras favorecen al sistema inmunológico, y las proteínas del pollo y los carbohidratos del arroz o la papa te proporcionarán la energía que tu cuerpo necesita para batallar la infección. Asimismo, las sopas (y otras comidas o bebidas calientes) ayudarán a aliviar algunos de los síntomas del resfrío. El vapor del caldo suele limpiar los senos paranasales y el calor puede aliviar la garganta irritada.
7. La vitamina C cura la gripe.
Un mito bastante popular dice que la vitamina C cura el resfriado común. Sin embargo, la investigación sobre esta afirmación es polémica. Aunque no está completamente probado, la dosis suficiente de vitamina C puede ayudarte a reducir la duración de un resfriado y la severidad de sus síntomas, pero no te protegen de contraerlo.
El cuerpo humano es muy sabio y busca constantemente nuestra salud. De forma espontánea e inconsciente, nuestro organismo trabaja para que sobrevivamos; incluso, en condiciones desfavorables. Por ello, es necesario que tomemos decisiones conscientes sobre nuestro bienestar y calidad de vida.
Fuente:
Comentarios