9 consejos para tener una comunicación asertiva con nuestros hijos en este regreso a clases

  • hace 2 años

Muchas veces, pareciera que nuestros hijos no nos escuchan o no nos quieren entender. Esto puede llegar a ser algo muy frustrante e, incluso, puede ocasionar que la relación que tenemos con los niños se vea afectada. Ahora, que empiezan las clases presenciales, es muy importante que mantengamos un buen entendimiento con nuestros hijos e hijas, y la clave para lograrlo es teniendo una comunicación asertiva. En este artículo, te dejamos algunos consejos para tener en cuenta en este regreso a clases. 

¿Qué es la comunicación asertiva?

La comunicación se estructura sobre dos pilares fundamentales: hablar y escuchar. Cuando no hablamos con claridad y no escuchamos con atención (e intención) al otro, empiezan los conflictos y tensiones emocionales entre las personas.

Hay tres formas principales de comunicación: la pasiva, la agresiva y la asertiva.

  • En la forma pasiva, generalmente, una de las personas (o ambas) no dice lo que le preocupa y lo que piensa, habla en voz baja, tiene una actitud sumisa y acepta sin entender lo que se le pide. Esto genera desigualdad en la relación y genera sentimientos de baja autoestima.
  • En la forma agresiva, la comunicación puede contener insultos, gritos, malos tratos y mensajes confusos. Aquí, no se entienden los mensajes con claridad y se da un distanciamiento entre los miembros de la familia. Se generan sentimientos de rechazo, miedo y resentimiento. Además, es una forma de violencia emocional, por lo que no se debe utilizar.
  • Por último, la forma asertiva implica respeto, diálogo y negociación. Permite fortalecer las relaciones familiares en un contexto de respeto y confianza, y fomenta la autoestima en los niños.

La comunicación asertiva en la familia significa expresar nuestra opinión de forma consciente, congruente, clara, directa y equilibrada. Esto con la finalidad de comunicar nuestras ideas y sentimientos sin la intención de herir o perjudicar al otro, actuando desde un estado interior en el que habite la confianza.

Este tipo de comunicación mejora muchísimo el entendimiento entre padres e hijos y la relación que tienen. Es esencial para fortalecer las relaciones entre los miembros de una familia y mantener vínculos sanos, de respeto mutuo, afecto, amor y compañerismo, ya sea en la relación entre padres, padres con sus hijos o entre hermanos.

Beneficios de la comunicación asertiva con nuestros hijos en este regreso a clases 

Mantener una comunicación asertiva con nuestros hijos repercutirá de manera positiva en su salud emocional y mental, y en la nuestra. Entre los beneficios que nos aporta están los siguientes: 

  • Ayuda a reducir el estrés
  • Mejora las habilidades sociales y personales
  • Ayuda a manejar los impulsos o la rabia
  • Mejora la autoestima
  • Ayuda a entender mejor las emociones
  • Fomenta el respeto hacia los demás y hacia nosotros mismos
  • Ayuda a mejorar las habilidades para tomar decisiones 
  • Fomenta la satisfacción personal

En este regreso a clases presenciales, muchos niños pueden sentirse ansiosos, nerviosos o muy excitados por volver al colegio y encontrarse nuevamente con sus profesores y compañeros. Por ello, vamos a necesitar mucho más la comunicación asertiva. 

9 consejos para tener una comunicación asertiva con nuestros hijos en este regreso a clases 

Estos consejos para tener una comunicación asertiva con los niños resultan muy útiles para ayudarles a manejar mejor sus emociones y actitudes, ahora que los pequeños regresan a clases presenciales.

1. Escuchemos con atención e interés

Los adultos podemos aprender muchísimo de nuestros hijos. Escuchemos con atención e interés lo que nos quieren contar, sus opiniones y argumentos. La mejor forma para entender el porqué de su comportamiento es saber lo que sienten y cómo piensan.

2. Pidamos la opinión de nuestros hijos 

Es a través del diálogo que podemos conocer mejor las opiniones y sentimientos de los niños. Por lo tanto, los adultos debemos dejarles la posibilidad de opinar. De esta forma, les damos a entender que su voz es escuchada y es tomada en cuenta. Es importante que dejemos que participen en ciertos temas y decisiones.

3. Digamos las cosas de forma positiva

Evitemos decir “no” en todas nuestras frases. Por ejemplo, en vez de decir “no grites”, ¿por qué no mejor decir “habla más bajo”? Puede parecer insignificante, pero este cambio en la comunicación la hace más positiva.

4. Evitemos comparaciones

Comparar a nuestros pequeños con otros niños para para señalar sus errores no es una buena estrategia. De hecho, puede llegar a generarse inseguridad y un sentimiento de inferioridad. En lugar de comparar, podemos decirles en qué se equivocaron y cómo pueden hacerlo mejor la próxima vez.

5. Seamos empáticos

Una comunicación asertiva parte del respeto hacia la otra persona y de “ponernos en sus zapatos”. Algo que nos puede ayudar es pensar qué vamos a decirles y cómo vamos a hacerlo, antes de dirigirnos a ellos. Si toda la familia intenta comprender lo que piensa y siente el otro, será más fácil entablar un diálogo y evitar que las discusiones perjudiquen la confianza.

6. Expresémonos sin juzgar

Para que nuestros hijos expresen sus sentimientos y pensamientos, nosotros también debemos hacerlo. Conversemos con ellos de cómo ha ido nuestro día, nuestras inquietudes e intereses, y animémosles a que ellos conversen también.

Si algo no nos parece, no les juzguemos. Lo mejor será darles un consejo con mucho amor y comprensión. Recuerda que, si les regañamos de forma negativa o les respondemos con juicio, es posible que ya no quieran contarnos nada. Eso sí, ser comprensivo no significa dejar de sancionar cuando se traspasan los límites. Sin embargo, hagámoslo con respeto y comunicándonos asertivamente.

7. Reconozcamos nuestros errores

Otro aspecto importante de la comunicación asertiva con nuestros hijos es ser conscientes de que nadie es perfecto. Todos cometemos errores y saber reconocerlos enseñará a los niños a asumir sus equivocaciones y a sobreponerse a la adversidad.

Demostrarle a nuestros hijos que equivocarse es parte de la vida, les ayuda a reducir el estrés y aumenta su tolerancia a la frustración.

8. Tengamos en cuenta nuestro lenguaje no verbal 

La comunicación no sólo se reduce a las palabras, también incluye gestos y expresiones corporales. Pongamos atención a nuestros gestos, actitudes y tono de voz con el que decimos las cosas.

La expresión corporal y el tono de voz deben tener coherencia con las palabras para que no se generen ambigüedades en la comunicación. Nuestra postura corporal y tono de voz deben reflejar lo que estamos diciendo. Por ejemplo, si al felicitarles nuestros gestos y postura corporal reflejan desinterés, los niños entenderán que no estamos siendo sinceros.

9. Actuemos con coherencia

Si les decimos a nuestros pequeños que vamos a hacer determinada cosa, cumplamos. Evitemos comunicarle a los niños que haremos algo y después terminamos haciendo otra cosa. Seamos coherentes a la hora de hablar y sobre todo de actuar, de lo contrario, fomentaremos la creencia de que las palabras no tienen valor.

9 consejos para tener una comunicación asertiva con nuestros hijos en este regreso a clases

Actividad para fomentar la comunicación asertiva de los niños en este regreso a clases

Esta actividad lúdica puede ayudar a darles herramientas de comunicación a nuestros hijos, favorecer su confianza en expresar sus emociones, sentirse validados y a desarrollar empatía.

La caja de mis sentimientos

Los niños se expresan mejor cuando juegan, y mejor si lo hacemos junto con ellos. La actividad consiste en poner una caja o frasco para que el niño pueda meter ahí cómo se sintió en el día durante las clases. La idea es que este recipiente funcione como buzón, el cual pueden decorar o pintar a su gusto. Este buzón estará abriéndose constantemente para meter y sacar los papeles.

¿Cómo realizar la actividad?

  1. Busca hojas especiales o post it, para que tu hijo pueda escribir cómo se siente ante una situación, en especial, durante las clases.  Si los niños son muy pequeños y no saben escribir todavía, lo ideal es que puedan dibujarlo.
  2. Pon la caja o frasco cerca de su área de trabajo para que, cuando algo le haga sentir triste, enojado o feliz; pueda escribirlo y meterlo al frasco.
  3. Al final del día, lean juntos los mensajes para que el niño pueda explicar qué sucedió, cómo se sintió y reflexionen sobre una solución al problema.
  4. Otra opción para esta misma actividad es que en las hojas tú puedas poner:
  • Me siento enojado cuando…
  • Me siento feliz cuando…
  • Me siento triste cuando…

Y el niño continúa y completa la frase.

Lo más importante de este ejercicio es escuchar de manera respetuosa (sin juzgar). De esta forma, podemos ayudar al niño a entender la raíz de su sentimiento y, sobre todo, a procesar y encontrar una solución. Procura ser constante con esta actividad para que puedas lograr un canal de comunicación con tu hijo o hija.

En este regreso a clase, puede que los niños vivan una montaña rusa de emociones que, si se quedan guardadas sin procesar, es muy probable que afecten su bienestar. Los padres debemos brindar a nuestros hijos herramientas de comunicación asertiva para que puedan expresar de manera fácil y correcta sus frustraciones y sentimientos. Empoderarlos para encontrar soluciones y estrategias desde pequeños les ayudará mucho cuando sean mayores y más independientes.

Fuente:

https://e-motions.com.mx

https://lamenteesmaravillosa.com

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