La pandemia de la COVID-19 ha generado muchos cambios a nivel colectivo y social, pero también a nivel individual. Muchos nos enfrentamos a retos que pueden ser estresantes, abrumadores y provocar emociones fuertes, tanto en adultos como en niños. La convivencia entre padres e hijos se puede haber tornado más tensa, al igual que las relaciones de pareja se pueden haber visto afectadas.
Sin duda, muchas relaciones de familia y de pareja en el contexto de pandemia han sufrido las consecuencias. ¿Cuáles son las señales de una crisis familiar o de pareja? ¿Cómo afrontar una crisis? A continuación, un especialista responde nuestras dudas.
¿Cómo afrontar una crisis familiar o de pareja en el contexto de la pandemia?
La crisis nos ha afectado a todos, de alguna u otra manera, y es importante saber manejar esta situación crítica. No solo por nuestro bien y salud mental, sino para evitar que nuestras relaciones familiares y de pareja se desgasten.
Conversamos con Farry Huarcaya, psicoterapeuta de BIEN.PE, quien nos explica cómo han cambiado las relaciones de familia y pareja en el contexto de pandemia y qué podemos hacer para afrontar una crisis.
¿Cómo ha afectado la pandemia a las relaciones de familia y pareja?
Una crisis es una situación de alta tensión que genera cambios. Estos cambios desorganizan a un grupo, en este caso familiar o conyugal. Cuando la familia o pareja no está preparada o la crisis es tan inesperada que no permite organizarse para poder afrontarla, la experiencia puede ser muy complicada y hasta traumática.
La pandemia ha generado un cambio significativo en el modo de relacionarnos, y en las tareas y roles que nos tocaba en casa. El tiempo de convivencia incrementó por la cuarentena y las restricciones nos obligaron a trabajar y a estudiar desde el hogar. Si bien es cierto, antes quizá nos faltaba tiempo para estar juntos, pero en esta situación hemos tenido demasiado tiempo compartido y eso puede causar cierta tensión y roces. Todo ello, sumado a la incertidumbre y miedo de contagiarse y contagiar a los demás, ha generado mucho estrés y ansiedad en las personas, lo cual repercute en sus relaciones.
Por otro lado, los niños y adolescentes que están acostumbrados a ir al colegio o a la universidad, ahora han tenido que quedarse en casa y compartir el espacio con sus padres, quienes tienen que trabajar también desde casa. Esta nueva realidad puede llegar a ser bastante estresante y demandar más física y emocionalmente de todos, además de tener que asumir nuestras tareas en el hogar. La pandemia ha generado una desorganización y, a su vez, ha demandado un nuevo orden.
Es muy probable que los problemas de comunicación o de otro tipo en las familias y en las parejas ya hayan existido, y la pandemia solo los ha acentuado.
¿Cuáles son las señales de una crisis familiar o de pareja?
Algunas señales de que se está pasando por crisis familiar o de pareja son:
- Discusiones más frecuentes o más intensas (que incluyen calificativos, críticas, insultos, violencia física y/o psicológica)
- Irritabilidad
- Ansiedad
- Estrés
- Ánimo depresivo
- Distanciamiento y falta de comunicación
- Se acentúan algunas conductas o hábitos nocivos (consumo de tabaco, drogas, consumo excesivo de alcohol, comidas, dulces, etc.)
¿Cómo afrontar una crisis en el núcleo familiar?
Lo primero es aceptar y reconocer que se está en una crisis. Darnos cuenta de que hay factores externos que nos están afectando, tanto individualmente como a nivel colectivo y familiar. Luego, debemos aceptar y validar nuestras emociones (miedos, preocupaciones por lo laboral, la incertidumbre). Una vez que hemos detectado todo ello podemos empezar a hacer lo siguiente:
- Activar nuestras habilidades resilientes
- Comunicarnos más y mejor
- Ser más empáticos (tanto los adultos con los niños, como los niños con los adultos). Todos estamos pasando por momentos de cambio.
- Organizar las rutinas y establecer roles en casa
- Tener reuniones familiares con cierta periodicidad para hablar de las emociones y preocupaciones, y también para escucharnos
- Buscar soluciones
- Tener espacios de juego para fortalecer el vínculo y mantener la motivación
- Ser optimistas
- Ser flexibles para adaptarnos a los cambios
- Establecer objetivos compartidos (en familia o en pareja)
¿Cómo afrontar una crisis en una relación de pareja?
Hay muchos tipos de crisis. Algunas las vemos venir, pero otras pueden surgir de la nada y generar un impacto inicial, que nos descoloca, que nos agarra por sorpresa. Muchas veces esto puede superarnos. Lo que podemos hacer es lo siguiente:
- Una vez que detectamos la crisis en pareja, lo primero que debemos hacer es reconocer y aceptar que estamos en una situación crítica y que los problemas han superado nuestros recursos.
- Buscar un espacio con la pareja para tener una conversación sobre lo que está pasando, hablar de lo que se siente.
- Aceptar que lo que normalmente hacíamos no nos sirve más. El reconocimiento va a generar que podamos pensar el cambio de dirección o de estrategia. Saber qué necesitamos hacer de ahora en adelante para que las cosas funcionen.
- De esta forma, identificar la situación que mayor dificultad nos está generando. Aquí, podemos tomar algunas primeras acciones conjuntas respecto a lo que hay que hacer. Esto implica cooperación, distribuir el rol y ver cómo cada uno va a apoyar al otro.
- Tomar medidas iniciales concretas y no tratar de resolver todo en un solo día.
- Luego de tomar estas medidas y acciones, debemos ver si están funcionando. ¿Están menguando el impacto inicial de la crisis? ¿Han mejorado las relaciones? ¿Ha disminuido el estrés o las discusiones?
- Flexibilizar y no culpar al otro. No debemos criticar las acciones de los otros, sino más bien mejorar las nuestras y darle espacio al otro.
- Buscar ayuda. No siempre vamos a poder solos, y si la crisis nos sobrepasa, debemos saber pedir ayuda a un profesional o a otro familiar.
¿Cómo podemos mejorar nuestras relaciones familiares y de pareja durante la pandemia?
Para mejorar las relaciones familiares en el contexto de pandemia, es importante ser empáticos. Es decir, reconocer lo propio y ver qué le está pasando al otro, poniéndonos en su lugar sin juzgar. También, podemos tratar de entender cuáles son las necesidades del otro. Para ello, es importante la organización y distribución de espacios: para que los padres trabajen, los niños hagan sus deberes y para el tiempo de ocio.
Por otro lado, es importantísimo acordar cuáles son las tareas en la casa. Establecer los límites, el tiempo y el espacio, ya que al estar tanto tiempo juntos es más probable que se traspasen los límites. Esta pandemia nos ha dado la oportunidad de tener más tiempo compartido, lo cual puede ser incómodo en un principio. Los espacios compartidos en familia son importantes, pero el tiempo individual es necesario también.
Para mejorar nuestras relaciones es necesario saber expresar nuestras emociones y sentir la confianza de compartirlas. Asimismo, establecer las reglas cuando se trata de salir de casa, sobre todo, a nivel de higiene. Esto para lograr una mejor convivencia y respeto hacia los demás.
¿Cuándo debemos buscar ayuda?
Si ya hemos reconocido que hay una situación crítica y nos damos cuenta de que nuestros recursos y nuestras formas de actuar, o los acuerdos iniciales que hemos tomado, no están dando los resultados que esperamos, lo mejor es buscar ayuda. Si la tensión no ha bajado y, por el contrario, sigue incrementando, al igual que las peleas, también es hora de pedir ayuda. Así podremos encontrar nuevas formas de manejar la crisis y disminuir el enfrentamiento entre la pareja o la familia.
La pandemia puede haber generado conflictos en las familias y en las parejas, y esto es normal. No hay que alarmarse. El humor de cada persona puede variar y esto afectar la convivencia. Lo que hay que hacer es buscar una solución. Debemos siempre apoyar al otro y no estar constantemente criticando. Recordemos que todos estamos pasando por lo mismo y no todos tenemos las mismas formas de afrontar los momentos difíciles. Seamos más empáticos.
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