La rutina de gran parte de la población se ha visto afectada por las medidas tomadas para prevenir la expansión del coronavirus. La educación ahora es virtual, muchos padres trabajan desde casa, no se puede salir a pasear ni a jugar al parque con los niños, entre otras actividades que han quedado en pausa.
La mayoría de los adultos puede adaptarse a estos cambios radicales y prolongados, manejar mejor sus emociones y la ansiedad; los niños no. Ellos sienten el impacto del aislamiento de forma distinta, la incertidumbre es mayor y es muy probable que les sea difícil manejar la ansiedad de una manera sana.
¿Cómo manejar la ansiedad de los niños en cuarentena?
Para saber cómo reconocer la ansiedad, evitarla y mantenerse tranquilos durante el aislamiento, especialistas de la salud mental te dan algunos consejos y recomendaciones a los padres.
1. Reconoce el estrés en los niños.
Primero, debes saber reconocer el estrés y la ansiedad en los niños. Con el pasar de los días y al no poder salir de casa, pueden empezar a darse en ellos:
- Cambios de humor, quejas y protestas.
- Pataletas frecuentes.
- Patrones del sueño irregulares o mojar la cama.
- Sensación de inquietud interior, presión en el pecho, mareo o malestar estomacal.
- Dolor de estómago o de cabeza.
- Problemas para concentrarse o terminar la tarea escolar.
- Los niños mayores pueden mostrarse irritables y enfadados, mentir o desafiar la autoridad.
2. Explícales lo que sucede.
Si bien esta cuarentena puede ser difícil de entender para los niños, es importante que les expliques de forma que entiendan lo que está ocurriendo con el virus, según su edad y grado de madurez. Puedes comparar el COVID-19 con algo que ya conozcan, como una gripe (pero más peligrosa), resaltando la prevención del contagio y la posibilidad de evitar la enfermedad.
Puede ser útil contarles cuentos o fábulas que hagan más cercana y comprensible la situación. Yo Me Cuido ha elaborado un cuento para niños llamado Aprendiendo a cuidarme del coronavirus que te servirá.
3. No transmitas tu ansiedad a los niños.
Evita los comentarios exagerados y fatalistas delante de ellos. Los niños se fijan en los adultos para poder procesar e interpretar lo que está ocurriendo a su alrededor, por lo que debes vigilar cómo hablas y actúas en esta situación. Si reconocen tu ansiedad, ellos comenzarán a estresarse.
4. Evita ver las noticias sobre el coronavirus frente a los niños.
No es recomendable que los niños menores de 6 años tengan acceso a todas las noticias que difunden los medios de comunicación. Al ver imágenes perturbadoras por televisión, o escuchar hablar sobre muertes y número de contagiados, pueden preocuparse. Los niños saben que algo malo pasa, y según su edad podrán entender lo que es un virus, pero a los más pequeños les costará. Por eso no es recomendable que estén expuestos a tanta información negativa, que no saben cómo manejar.
Tampoco debes ignorar sus preguntas sobre el tema. Lo que puedes hacer es darles datos de forma ordenada y con sentido como: “Hay personas más débiles que necesitan más tratamiento y eso se hace en los hospitales, para que estén mejor cuidadas y observadas por los médicos”.
5. Organicen actividades cortas que permitan desarrollar su creatividad.
Para evitar la aparición de ansiedad infantil durante la cuarentena, crea con tus hijos un plan de actividades en una cartulina y colóquenlo en un lugar visible para todos. Pueden pintar los siete días de la semana, dividir cada día en dos (mañana y tarde) y colocar en cada uno cuadrados o círculos que representen actividades y momentos importantes (poniendo dentro de esa figura lo que harán): un rato para jugar, otro para leer, dibujar y pintar, otro para las tareas escolares. No olvides las actividades para ayudar a los niños a liberar energía en casa.
Se recomienda mantener las actividades dirigidas con estímulos durante la mañana y espacios más libres para que jueguen en la tarde.
6. Realicen actividades en familia.
Combinar en el mismo espacio y momento del día el cuidado y educación de los hijos y su desempeño laboral puede generar frustración en los adultos, por lo que realizar actividades el familia podrían relajar a todos. Mantengan una rutina para que en los tiempos libres puedan:
- Cocinar, buscar recetas y planificar el menú de la semana juntos como un equipo. Puedes aprovechar en incentivar la alimentación saludable.
- Pintar o hacer manualidades juntos.
- Si tienen jardín, realizar jardinería juntos, sembrar plantas, cuidarlas y hasta hacer un pequeño biohuerto casero.
- Aprender técnicas de relajación o de respiración para niños, yoga. Serán muy útiles si la situación prolonga. Hay varios tutoriales en Internet y aplicaciones para móviles que los pueden ayudar.
- Escuchar música juntos, cantar o bailar.
- Ayudar en las tareas de la casa. Al hacer los quehaceres juntos, los niños sentirán autonomía y mejorará su estima.
- Hablar por teléfono o en videollamada con familiares y amigos del colegio. Esto normalizará la situación y ayudará a los pequeños a admitir que lo que viven es algo generalizado. Es importante que vean la cara de sus familiares y escuchen su voz.
7. Realicen ejercicio físico.
Es importante que incentives la actividad física en tus pequeños. Esto les permite liberar la tensión muscular y mejora su capacidad de atención y memoria. Puedes diseñar una tabla de ejercicios o seguir un tutorial en YouTube, o montar una gincana por toda la casa, con paradas donde se tenga que hacer un determinado ejercicio, de ser posible divertido.
También puedes entrenar la coordinación y la psicomotricidad de tus pequeños con juegos sencillos como jugar a ver quién da más botes seguidos a una pequeña pelota, andar sobre una línea pintada en el suelo y hacer equilibrio con un pie detrás de otro, pararse en un pie por ciento tiempo, etc.
8. Jueguen con la memoria.
Desde un punto de vista neuropsicológico, las dos funciones más sensibles al estrés (y las que primero se alteran) son la atención y la memoria. Al entrenarlas, se puede evitar la aparición de pensamientos negativos. Los niños pueden ejercitar la memoria con juegos sencillos como: esconder cosas y buscarlas, el clásico juego de memoria con cartas, jugar a descubrir qué número o letra te pinto en la espalda (con el dedo o un lápiz sin punta) o jugar a imitar movimientos de animales.
El estrés y la ansiedad puede aparecer a cualquier edad y es importante tratarlo. Estas actividades son útiles tanto para niños como para adolescentes y hasta para adultos. Cambia tu perspectiva y no veas la coyuntura como un problema, sino como una oportunidad de unirse más y crear momentos en familia.
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