Existen muchos factores que hacen que determinados productos alimenticios se desperdicien a lo largo de su cadena de producción, distribución y compra. El clima y las diversas condiciones ambientales a los que están expuestos hacen que se malogren más rápidamente o se vean menos atractivos.
Los productos afectados (que ya no se ven tan apetitosos, que perdieron su color, sabor, olor y textura, pero que están en perfecto estado para comerlos) son desechados, pudiendo haberse dado un consumo responsable de alimentos.
El desperdicio de alimentos en el Perú
En nuestro país se desperdician entre 9 y 14 millones de toneladas de alimento al año, según el Banco de Alimentos Perú. Más del 33% del total que se produce. Estas pérdidas pueden producirse en todas las etapas por las que pasa un alimento hasta que llega al hogar. Según el BAP, el 28% de este desperdicio ocurre a nivel del consumidor, otro 28% a nivel de producción, el 17% en mercado y distribución y el 22% durante el manejo y almacenamiento, y el 6% restante a nivel de procesamiento.
Se ha llegado a un estado crítico, en donde los seres humanos deben cambiar sus hábitos de consumo y ajustarlos a sus necesidades reales y a las del planeta, escogiendo opciones que favorezcan el medio ambiente y a la igualdad social. Para ahondar en el tema, conversamos con Daniela Osores, gerente general del Banco de Alimentos Perú, sobre el consumo responsable y algunas medidas a tomar en cuenta.
¿Qué se entiende por desperdicio alimentario?
Si bien no existe una definición exacta que explique este término, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) entendemos como pérdida y desperdicio de alimentos a la merma que sufre en las etapas sucesivas de la cadena de suministro de alimentos destinados al consumo humano. Es decir, cualquier alimento que se descarta, incinera o desecha.
¿Cómo afecta al medio ambiente?
Los alimentos que son producidos y que no se consumen, no solo causa que se desperdicien toneladas de agua, sino que también son responsables de añadir cerca de 3.000 millones de toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
¿Por qué se produce este desperdicio?
Los productos frescos que se desvían de lo que se considera óptimo, por ejemplo, en términos de forma, tamaño y color, a menudo se eliminan de la cadena de suministro durante las operaciones de clasificación. Por su parte, los minoristas y los consumidores suelen descartar los alimentos que están cerca de la fecha de consumo preferente o que la han superado.
Grandes cantidades de alimentos comestibles sanos a menudo no se usan o sobran y se descartan de las cocinas domésticas y establecimientos de comidas.
¿Dónde termina la comida que “sobra” o no se utiliza?
La comida que no se vende o consume termina convirtiéndose en residuos orgánicos que pueden ser destinados a los botadores o al relleno sanitario. En algunos casos, se le da destino para consumo animal.
¿Cuáles son los efectos del desperdicio de alimentos?
Según la FAO, se presentan los siguientes efectos ambientales cuantificables:
- La huella de carbono: La cantidad total de gases de efecto invernadero producidos durante el ciclo de vida de los alimentos en América Latina y el Caribe es del 16% de la huella de carbono mundial producto de las pérdidas y desperdicios de alimentos.
- La huella de la tierra: La superficie de tierra necesaria para producir los alimentos en la región es del 9% de la huella de la tierra mundial debido a la pérdida y desperdicio de alimentos.
- La huella de agua: La medida de toda el agua dulce utilizada para producir y suministrar los alimentos al consumidor final en la región es del 5% de la huella de agua mundial.
Existen también otros efectos como:
- La pérdida de calorías, la región pierde el 14% de las calorías que producen.
- La pérdida económica, más de 75.0000 millones de dólares perdidos cada año.
Logrando un consumo responsable
Daniela Osores comentó que el reto principal es lograr conciencia, exponer la problemática y hacer que las partes interesadas se comprometan a participar en las soluciones. La especialista recalcó que “la iniciativa para empezar un consumo responsable de alimentos la podemos tener todos, desde el momento en que nos informamos sobre el problema y decidimos hacer cambios en nuestra rutina”.
Asimismo, habló de la importancia de tocar este tema en centros educativos y en instituciones públicas. “Es importante que se propongan acciones para esta problemática, así como lo han hecho otros países”, mencionó Osores.
¿Cuáles son las acciones que se están tomando en el Perú para reducir el desperdicio y lograr un consumo responsable?
De parte de la industria de alimentos y el sector retail, vienen las acciones como las donaciones de alimentos, en las que participan con nosotros. De parte del estado, se está trabajando en la reglamentación de la ley de donación de alimentos (ley 30498) y la reglamentación de la ley 30988 “Ley que promueve la reducción y prevención de pérdidas y desperdicios de alimentos”.
¿Cómo podemos empezar con un consumo responsable?
Existe diversa información pública de acciones simples que se pueden tomar desde el hogar para tener un consumo responsable. Por ejemplo:
- Planificar la lista de compras con lo necesario.
- Saber cómo conservar los alimentos tanto en la refrigeradora como fuera.
- Ubicar los productos según fecha de vencimiento y dar prioridad a los próximos a vencer.
Finalmente, Osores invita a todos a tomar conciencia de esta problemática mundial. “Se debe alentar a los consumidores a cambiar a dietas nutritivas y seguras con una menor huella ambiental. También a ser más conscientes a la hora de elegir la cantidad de comida que se va a comprar, para no terminar botando el excedente en casa".
Ahora que estás más informado, sigue estos consejos en el hogar para el consumo responsable de alimentos y sé parte del cambio. No solo te hará mas responsable con el medio ambiente, sino beneficiará a tu bolsillo.
Te debe interesar...
Fuente:
Comentarios