¿Qué hacer si mi hijo tiene miedo a dormir solo?

  • hace 1 año

Llega la hora de dormir y tus pequeños se preparan para acostarse, hasta que escuchas una vocecita: “¿puedo dormir contigo?”. Muchos niños tienen miedo a dormir solos y nos lo hacen saber cuando se resisten y se niegan a hacerlo o ponen excusas para no ir a dormir. Nuestros hijos harán de todo con tal de que cedamos a su petición de dormir con ellos.

Si te preocupa el hecho de que tu pequeño o pequeña solo pueda dormir cuando estás a su lado, este artículo es para ti. Te contamos las causas de este temor y qué hacer para solucionarlo.

¿Qué hacer si mi hijo tiene miedo a dormir solo?

Muchos niños y niñas tienen miedo a dormir solos por diferentes motivos y podemos darnos cuenta de ello cuando llega la hora de acostarse y sucede lo siguiente:

  • Piden que les dejemos la luz prendida.
  • Nos llaman repetidas veces durante la noche para que vayamos a su habitación.
  • Se queja de que no puede dormir o quedarse dormido.
  • Muestra inquietud y evita el tener que irse a dormir.
  • Inventa alguna excusa para no dormir solo (que le duele algo, por ejemplo).

¿Por qué mi hijo tiene miedo a dormir solo?

Hay muchos aspectos que pueden originar el miedo a dormir solo en niños. Entre estos encontramos:

Miedo a la oscuridad 

Este miedo es muy común en la infancia. Sin embargo, a medida que el niño va creciendo, este temor empieza a disminuir. Si bien tener miedo a la oscuridad no es la causa del miedo a dormir solo, sí es un aspecto estrechamente relacionado, ya que dormir implica permanecer en un cuarto oscuro. 

Pesadillas y terrores nocturnos

Los terrores nocturnos y las pesadillas son muy comunes en los pequeños. Las causas son varias, pero las más comunes son el estrés, la falta de sueño, problemas familiares o escolares, o por haber visto o escuchado algo que les ha asustado mucho.

Estos sueños desagradables provocan ansiedad a los niños y hacen que se despierten angustiados, gritando y con mucho miedo. Esto puede generarles miedo a dormir solos y recurrir a los padres durante la noche.

Es importante diferenciar las pesadillas de los terrores nocturnos. Los terrores nocturnos se dan cuando el sueño es muy profundo. Es similar a una crisis de pánico, en la cual es incapaz de contactar con la realidad, no reacciona ante los estímulos y no es consciente de lo que ocurre a su alrededor. 

Estos episodios suelen durar entre 2 y 10 minutos y durante el episodio es difícil despertar o consolar al niño. Puede asustarnos el hecho de que nuestro hijo o hija no nos reconozca, pero eso es debido a que sigue durmiendo. 

Las pesadillas pueden ocurrir a cualquier edad, mientras que los terrores nocturnos son habituales entre los 3 y los 6 años. Si estos se dan con frecuencia o persisten en edad avanzada, se debe consultar con un especialista.

Ojo: Evitemos crear la costumbre de que, si nuestro pequeño se despierta asustado debido a una pesadilla, decidamos que duerma con nosotros el resto de la noche. Lo mejor será acompañarlos hasta que estén calmados y se duerman en su propia cama.

Malos hábitos 

Tener malos hábitos antes de ir a dormir o durante la noche, implica dificultades para que un niño aprenda a dormir solo y no tenga miedo. Por ejemplo, si los padres han estado durmiendo en la misma cama que su hijo durante sus primeros años de vida, el día en que decidan que el pequeño debe dormir solo en su habitación, este se negará.

De igual manera, si siempre les permitimos quedarse despiertos hasta tarde jugando videojuegos o viendo televisión (peor aún si se trata de juegos o programas de miedo), es probable que no tengan un buen descanso y su imaginación les juegue una mala pasada.

Es importante inculcar hábitos saludables desde pequeños, si queremos que se mantengan en el futuro. Además, hay que asegurarnos de que nuestros hijos se vayan a dormir en un ambiente de calma, ideal para conciliar el sueño. 

Miedos propios de la edad

Muchas veces, los niños tienen dificultades para dormir solos debido a miedos que se suele tener a su edad: el miedo a la oscuridad, a los monstruos, a los fantasmas, o a cualquier cosa que su gran imaginación cree. Estos temores pasan con el tiempo, conforme los pequeños van madurando. 

Otro miedo frecuente en la infancia es el de la separación o abandono de sus padres, sobre todo, en los primeros años de vida de los niños. Es querer estar con los padres y no separarse de ellos es debido a la necesidad de sentirse protegido y a salvo de posibles peligros. Hay que explicarles a nuestros hijos que no nos iremos a ningún lado y que están a salvo. 

¿Cómo ayudar a mi hijo a no tenerle miedo a dormir solo?

Para ayudar a un niño a dormir solo y sin miedo, debemos tener en cuenta una serie de factores:

1. Mantener la calma  

Ayudar a los pequeños a afrontar un miedo puede tomar más tiempo del que querríamos. La clave para lograrlo es tener paciencia, ser constantes y consecuentes.

2. Conversar del tema 

Hay que explicar a nuestro hijo o hija la nueva situación, es decir, explicarle que a partir de esa noche tendrá que aprender a dormir solo o sola (porque ya es un niño/niña grande). Al mismo tiempo, debemos tranquilizarle con un pequeño discurso, como por ejemplo, diciéndole que aunque tenga que dormir solo, estaremos cerca, pero que en su habitación tiene a todos sus muñecos que le harán compañía. 

3. Buena higiene del sueño 

Dormir adecuadamente es muy importante para la salud, y en los niños muchos más, ya que es crucial para su desarrollo y desempeño. Algunos consejos para asegurarnos de que los pequeños duerman bien son: 

  • Establecer un horario regular para irse a dormir y despertarse.
  • Tener actividades reclamantes antes de la hora de dormir: baño tibio, lectura de cuentos, masajes, etc.
  • Si aún toma siesta, que no exceda el tiempo indicado por su pediatra.
  • Evitar alimentos estimulantes antes de dormir (chocolates, gaseosas, refrescos, golosinas, etc.). De hecho, es mejor evitar estos productos en general.
  • Evitar comidas pesadas en la cena, sobre todo, comidas procesadas o chatarra. Si tiene hambre, es mejor elegir algo ligero y saludable, como una fruta o yogur.
  • Usar ropa de cama cómoda y limpia.
  • Bloquear todo el ruido que distrae.
  • Evitar que la habitación esté iluminada (a menos que el pequeño realmente necesite una luz para no tener miedo). En todo caso, procurar que sea una luz tenue.

También es importante evitar programas de televisión que no sean adecuados para los niños, al igual que videojuegos o películas de terror que puedan causarle miedo a dormir solo. 

4. Mantenerse firmes

Luego de conversar con nuestro hijo o hija y determinar las pautas y hábitos de sueño, no debemos ceder. Si se despierta llorando y gritando por la noche porque quiere dormir con nosotros, debemos ir hasta su habitación, pero no entrar ni cogerlo en brazos, simplemente intentar calmarle diciendo que estamos allí, pero que tiene que dormir solo en su cama.

Con paciencia y constancia, los niños se acostumbran y aprenden a dormir solos. Hay que felicitarles si logran dormir solos una noche y valorar su esfuerzo. Elogiemos el avance, aunque sea poco a poco. Si tu peque sigue con miedo a dormir solo, a pesar de tus esfuerzos, consulta a un especialista. Este te dará recomendaciones en función de tu caso en particular.

Fuente: 

www.psicologia-online.com

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