Durante el sueño, pueden aparecer trastornos conocidos como parasomnias. Entre las parasomnias infantiles, podemos encontrar el insomnio pediátrico, hablar durante el sueño, las pesadillas, los terrores nocturnos, el síndrome de piernas inquietas y el sonambulismo.
¿Qué es el sonambulismo?
Se trata de un trastorno frecuente en niños de 4 a 8 años de edad. Se caracteriza por un comportamiento activo durante el sueño, como caminar, hablar, vestirse, etc. El pequeño mantiene en todo momento los ojos abiertos, pero no ve igual que cuando está despierto. Asimismo, puede responder a preguntas sencillas, pero no es consciente de lo que hace.
El sonambulismo suele ocurrir durante la fase profunda del sueño, por lo que aquellos pequeños que lo experimentan pueden parecer confusos o desorientados cuando se despiertan. Incluso, es posible que tengan dificultad para recordar lo que hicieron durante el episodio.
Aunque el sonambulismo en sí mismo no es peligroso y suele desaparecer con el tiempo, es importante tomar medidas para minimizar los riesgos potenciales. Esto puede incluir evitar que los pequeños caminen por zonas peligrosas de la casa (como escaleras) y asegurarse de que su habitación esté segura y libre de obstáculos.
¿Qué causa el sonambulismo en niños?
Se desconocen las causas del sonambulismo, aunque suele asociarse a situaciones de estrés, falta de sueño, estados febriles (fiebre), cambio de hábitos de sueño, e incluso se cree que tiene influencia genética. Hay ocasiones que se trata de un sonambulismo ocasional, el cual no es grave y los episodios suelen ir disminuyendo a medida que el niño crece. En el caso de que sean demasiado frecuentes, es preferible consultar con un médico especialista en sueño.
¿Cuáles son los efectos de dormir mal en la infancia?
Algunos de los efectos a corto plazo que pueden sufrir los niños al dormir mal o perder más de 3 o 4 horas de sueño al día de manera continuada son:
- Irritabilidad e impulsividad
- Inquietud
- Desánimo y decaimiento
- Cansancio y agotamiento
- Baja tolerancia a la frustración
- Déficit de memoria
- Falta de autocontrol y de atención
- Bajo rendimiento motor
- Desmotivación y falta de ánimo
- Apatía y oposición
- Disminución del rendimiento escolar
- Falta de concentración
- Dolores de cabeza
- Accidentes, en menor y mayor medida
- Disminución de los reflejos
- Propensión a las infecciones
Durante el sueño, se producen una serie de procesos físicos y mentales que les permiten a los niños crecer y aprender de forma saludable. Dormir bien es sumamente importante para el desarrollo de los pequeños, por lo que ante cualquier problema que puedan tener nuestros hijos para descansar por las noches, debemos hacer algo al respecto.
¿Qué hago si mi hijo es sonámbulo?
Si tu pequeño o pequeña padece episodios frecuentes de sonambulismo, debes tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Despeja las habitaciones: Asegúrate de dejar las habitaciones y los pasillos libres de muebles y obstáculos. Esto evitará que se golpee cuando deambule por la casa.
- Cierra puertas y ventanas con llave: Esto cuando vayan todos a dormir. Recuerda guardar la llave en un lugar accesible para ti, pero no para el pequeño.
- No lo despiertes: Puede llevarse un gran susto si lo haces. Lo mejor es guiarlo gentilmente hasta su cama.
- Ofrécele una rutina relajante antes de dormir: Puedes darle un baño tibio, leerle un libro o contarle un cuento. Evita el uso de pantallas antes de acostarse.
- Tener una rutina de sueño y cumplirla: Procura que tu pequeño duerma y se levante, aproximadamente, a la misma hora todos los días, cumpliendo con las horas de sueño que le corresponde según su edad.
- Procurar que vaya al baño antes de acostarse: Dormir con la vejiga llena puede favorecer el sonambulismo.
Si tu hijo o hija experimenta sonambulismo con frecuencia o si te preocupa que no esté durmiendo bien, es importante que acudas a su pediatra o a un especialista para descubrir la causa.
Por lo general, el sonambulismo en niños es un trastorno temporal que se resuelve con el tiempo y no requiere tratamiento especial, pero es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas persistentes o graves.
Fuente:
Comentarios