Unas de las enseñanzas que les damos a nuestros hijos desde que son pequeños es a cruzar la calle y, para ello, les recalcamos que deben agarrarnos de la mano y no soltarse hasta llegar a la siguiente acera. Sin embargo, en muchas ocasiones, nuestros pequeños se niegan a hacerlo, lo que puede generar una pequeña escena en la calle.
Enseñarle a los niños a cruzar la pista es un básico de la seguridad vial y muy importante para que aprendan a ser peatones responsables. Para ello, hay que poner ciertos límites, pero siempre con respeto.
¡Siempre de la mano! Cómo enseñar a los niños a cruzar la pista
Dejar que nuestros hijos desarrollen su autonomía es muy importante. Darles de comer en la boca, cuando claramente ya pueden hacerlo solos, los limita para ser más independientes, pero esto no aplica en todos los casos.
Los niños pequeños aún no tienen las habilidades necesarias para cruzar una calle de manera segura. En especial, los niños menores de 10 años. A edades tempranas, suelen ser muy impulsivos y no miden la consecuencia de sus actos. Muchas veces, corren a la calle de forma inesperada, tal vez para perseguir una pelota. Por eso, es muy importante estar siempre pendientes de sus movimientos y enseñarles medidas de seguridad básicas cuando se está en la calle.
Poner límites con respeto
A ningún padre le gusta discutir con su hijo en plena calle porque el pequeño o pequeña no quiere darle la mano para cruzar. Para evitar estos malos ratos, es necesario tener una conversación previa, en donde dejemos claro el porqué es importante que siempre cruce agarrado de la mano.
Este es un límite que no debemos negociar con nuestros hijos. Es una regla que tiene que ser, pero siempre explicándoles el porqué tiene que ser acatada. Sin gritos ni amenazas. Hay que saber poner límites a nuestros hijos sin dañarlos. No se trata de obedecer por obedecer, se trata de respetar la regla, así como las que tendrá que respetar en una sociedad cuando sea mayor.
Quizá tengamos que tener esa conversación muchas veces, pero hay que ser constantes y, sobre todo, amables. Recuerda que la educación es repetición. Más que ser autoritarios, hay que ser perseverantes. Tarde o temprano, nuestros hijos entenderán.
Consejos para enseñar a los niños a cruzar la pista con seguridad
Hay reglas que todo peatón debe conocer con respecto a la seguridad vial. Nuestros hijos, por más que vayan con nosotros, son peatones y es nuestro deber enseñarles las reglas peatonales. Para que los niños vayan seguros en la calle, ten en cuenta lo siguiente:
- Toma su mano cada vez que vayan a cruzar la pista (o en todo momento, si es necesario). Esto siempre debe ser así, para que los pequeños no crean que a veces sí y a veces no.
- Recuérdales no correr hacia la pista.
- Enséñales a cruzar por las esquinas y cruces peatonales.
- Enséñales a reconocer las señales de tránsito.
- Muéstrales el semáforo de peatones y dile que debe cruzar solo si el hombrecito está en verde y si los autos han parado por completo. De todas formas, debe mirar hacia todos lados antes de cruzar a la vereda de enfrente.
- Diles que nunca debe cruzar corriendo, pero tampoco caminando tan lento.
- Recuérdales que no se debe cruzar la pista distraído. Hay que caminar prestando atención al camino y alertas.
- Dile que debe mirar a la izquierda, a la derecha y otra vez a la izquierda para asegurarse de que no se aproximen vehículos.
- Recuérdales siempre caminar por las veredas y lejos de la pista.
- Déjales en claro que no deben jugar en calles, estacionamientos, entradas de vehículos ni patios sin barandas junto a la calle. Tampoco debe cruzar la calle entre autos estacionados o parados.
- Enséñales a prestar atención a las luces blancas en la parte trasera de un carro, que indican que está retrocediendo.
Aprovecha las caminatas con tus pequeños para mostrarles las señales de tránsito, enseñarles estas reglas y explicarles la importancia de respetarlas. Recuerda que los niños están aprendiendo y debemos tenerles paciencia. Algunos pequeños son más dóciles que otros que pueden tener un carácter más rebelde, por lo que funciona con uno puede que no funcione con otro. Lo que podemos hacer es poner límites claros y con respeto. Escucharles y ser amables hará que la enseñanza cale mejor en sus mentes.
Fuente:
https://myhealth.ucsd.edu
Comentarios