Llega el verano y el cuidado de la piel toma muchísima más importancia. Si bien nutrirla y protegerla es necesario durante todo el año, en esta temporada debemos ser extra precavidos, tanto con nosotros mismos como con nuestros hijos. Además del protector solar y los otros cuidados que debemos tener al exponernos al sol, lo ideal es llevar una alimentación saludable que incluya los alimentos que protegen tu piel y la de tus pequeños en verano.
En esta nota, te contamos sobre los nutrientes que nos ayudan a mantener la buena salud de la piel y otros consejos nutricionales para esta temporada.
7 alimentos que protegen tu piel y la de tus pequeños en verano
La piel es el órgano más grande del cuerpo y, quizás, el que menos recordamos proteger. Puede que se vea saludable, pero con el paso del tiempo, la piel pierde la capacidad de retener agua y las glándulas sebáceas segregan menos sebo. Esto, junto con la exposición excesiva al sol, se acelera, por lo que la tendencia a resecarse es mayor.
La buena noticia es que, para contrarrestar estos efectos, podemos incluir en nuestra dieta alimentos ricos en antioxidantes, agua y otros nutrientes que nos ayudarán a mantener nuestra piel saludable. ¡Toma nota!
1. Zanahoria
La zanahoria es el alimento más rico en betacaroteno y el ideal para mejorar la salud de la piel. Se puede comer tanto cruda como cocida para asimilar sus propiedades. El betacaroteno pertenece a un grupo de pigmentos de color llamados carotenoides y se convierte en vitamina A en el cuerpo, aumentando la capacidad de nuestro sistema inmunológico para luchar contra el daño externo.
Además de la acción antioxidante del betacaroteno y sus múltiples beneficios para la salud, es imprescindible para la renovación de piel y mucosas, ayudando a mantenerlas sanas. De hecho, existen pruebas de que el betacaroteno solo y en combinación con otros carotenoides o vitaminas antioxidantes puede proteger la piel contra los daños solares.
Las mejores fuentes de betacaroteno son las verduras amarillas y naranjas (zanahorias, camote y zapallo), las frutas amarillas y naranjas (melón, papaya, mango, carambola, melocotón, albaricoque) y la verdura de hoja verde (espinacas, brócoli, col rizada, berros).
2. Sandía
Una fruta súper refrescante que no puede faltar en el verano. Además de ser antiinflamatoria y analgésica, es ideal para mantenernos hidratados, ya que es la fruta que mayor cantidad de agua tiene (el 92% de su composición es agua). El líquido es muy importante para la salud de la piel. La falta de hidratación se nota rápidamente en el aspecto del cutis, ya que este se reseca, pierde flexibilidad y da una sensación de tirantez.
Por si fuera poco, la sandía contiene licopeno, un antioxidante que, según un estudio publicado en el British Journal of Dermatology, reduce en un 40% el riesgo de quemaduras solares. Ojo: el licopeno no solo lo encontramos en la sandía, este nutriente también está en los tomates, papayas, pomelos rosados, naranjas, entre otros alimentos.
3. Té verde
El té verde es fuente de polifenoles. Estos tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, con lo que ayudan a detener la progresión de los tumores cancerígenos (el cáncer necesita inflamación para crecer). A los polifenoles los encontramos en muchas variedades de té, pero en especial en el té verde, que es el más rico en esta sustancia.
4. Palta
La palta contiene grandes dosis de vitamina E, la cual nos ayuda a prevenir el daño de los radicales libres, es antiinflamatoria y mejora la capacidad de la piel para actuar como barrera de protección. Además, puede ayudarnos a prevenir las manchas en la piel, tan comunes después del verano a causa de la radiación solar.
El aceite de oliva extra virgen y los frutos secos (almendras, nueces, avellanas) también contienen esta vitamina.
5. Cítricos
Los cítricos contienen vitamina C, la cual nos ayuda a mantener la piel tersa, gracias a que activa la producción de colágeno. Además, se ha demostrado que actúa como un tóxico para las células cancerígenas. Unos niveles altos en sangre de vitamina C se relacionan con un menor riesgo de cáncer.
Se recomienda consumir frutas y verduras que contengan esta vitamina siempre en crudo. El pimiento rojo, tomate, brócoli, kiwi, papaya, aguaymanto y las fresas son excelentes opciones ricas en vitamina C.
6. Pescado azul
El pescado azul, también llamado pescado graso, es aquel con una proporción de grasa inserta entre los músculos mayor al 6%. Se trata de un alimento que, además de ser rico en proteínas, es una gran fuente de ácidos grasos omega 3. Estos bloquean ciertas sustancias químicas que favorecen la progresión del cáncer de piel, y también reducen la inflamación.
El omega 3 también lo encontramos en el aceite de oliva extra virgen, las nueces y las semillas de linaza y chía.
7. Semillas
Las semillas, como las de chía, ajonjolí y sandía, son ricas en zinc. Este mineral refuerza nuestras defensas, nos ayuda a reponer los antioxidantes perdidos por el efecto de los rayos ultravioleta (UV) y contribuye a aumentar el nivel de proteínas que reparan el ADN de la piel.
El zinc también lo encontramos en frutos secos, como las avellanas o las almendras, y en los garbanzos, lentejas, mariscos, hígado y carnes.
Consejos alimenticios para el verano
Si bien los antioxidantes son muy importantes para la salud cutánea, no son las únicas sustancias esenciales para la piel. Es importante asegurarnos de que nuestra dieta y la de nuestros pequeños incluya:
- Proteínas: Son el principal componente del tejido conjuntivo cutáneo.
- Minerales: Para mantener la salud dérmica, elijamos alimentos ricos en selenio, zinc y hierro.
- Grasas insaturadas. Ayudan a proteger a las células cutáneas del envejecimiento prematuro.
- Agua: Ocho vasos de agua pura es el aproximado que un adulto debe beber al día para combatir la sequedad cutánea desde el interior. Los niños y bebés tendrán que consumir cantidades menores, según su edad.
- Vitaminas del grupo B: No pueden faltar para que la piel se regenere correctamente y no pierda tersura. Las carnes (mejor las blancas, como pollo o pavo) son las mejores fuentes, pero también las encontramos en vegetales de hoja verde, huevos y legumbres.
El cuidado de la piel es muy importante y necesario en verano, pero también el resto del año. No olvidemos el protector solar adecuado (hay quemaduras de sol que pueden ser graves), los accesorios que protegen del sol y la alimentación balanceada que incluye los nutrientes ideales para la salud de nuestra piel y la de nuestros pequeños.
Fuente:
https://sabervivirtv.com
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