¿Te ha pasado que después de estar bajo el sol por un buen rato se te ha puesto la piel muy roja y adolorida? Muchas veces, las quemaduras solares pueden ser leves o moderadas, pero el sol puede llegar a causar quemaduras de primer grado (enrojecimiento y dolor) o de segundo grado (ampollas) en las zonas del cuerpo expuestas. Es muy importante protegernos de los rayos del sol, pero también saber reconocer cuando nuestra piel está muy dañada. Por ello, te contamos qué tan graves pueden ser las quemaduras de sol y cuándo ir al médico.
Qué tan graves pueden ser las quemaduras de sol y cuándo ir al médico
Una quemadura de sol es la respuesta inflamatoria al exceso de luz ultravioleta o UV. Incluso, la exposición al sol o a los rayos ultravioleta también puede causar daños a los ojos (fotoqueratitis). En las quemaduras de sol leves o moderadas, la piel para protegerse produce más melanina, que es esencialmente un pigmento oscuro que protege la piel contra los rayos UV, por lo que la piel cambia de color.
Los especialistas advierten que ninguna quemadura de sol es buena para la salud, pero las quemaduras severas (las que presentan ampollas o piel pelada, entre otros síntomas atípicos) pueden requerir atención médica.
Los signos y síntomas de las quemaduras de sol pueden incluir:
- Cambios en el tono de la piel, como color rosado o enrojecimiento
- Piel que se siente caliente al tacto
- Dolor y sensibilidad
- Hinchazón o inflamación
- Ampollas pequeñas llenas de líquido que pueden romperse
- Dolor de cabeza, fiebre, náuseas y fatiga, si la quemadura solar es grave
- Dolor en los ojos o sensación de tener arenilla
- Ojos irritados, llorosos, rojos o picazón ocular, visión borrosa y mayor sensibilidad a la luz (en el caso de quemadura solar en los ojos)
Cuándo debemos ir al médico por quemaduras de sol
Hay que consultar con el médico si:
- Se forman ampollas y la quemadura se extiende por una parte importante del cuerpo
- Desarrolla ampollas en la cara, las manos o los genitales
- La quemadura causa una hinchazón grave
- Hay signos de infección, como dolor, pus o rayas rojas que se alejan de una ampolla abierta
- No mejora en pocos días
En el caso de que se presenten los siguientes síntomas, es necesario buscar atención médica de emergencia:
- Fiebre de más de 39,4 ºC
- Desorientación
- Desmayo
- Deshidratación
Recuerda siempre consultar con el médico y evitar automedicarse. Por lo general, las quemaduras de sol se curan rápido y no dejan huella. Sin embargo, esto dependerá de qué tan bien tengamos el cuidado de la piel dañada y tomemos las medidas preventivas necesarias para evitar más quemaduras solares.
Cómo prevenir las quemaduras de sol
La exposición solar prolongada y repetida, que ocasiona quemaduras solares, aumenta el riesgo de presentar otros daños en la piel y ciertas enfermedades. Estas incluyen el envejecimiento prematuro de la piel, lesiones precancerosas de la piel y cáncer de piel.
Es sumamente importante que tomemos ciertas medidas para reducir el riesgo de sufrir quemaduras de sol, como:
- Usar un protector solar para la piel. Hay para el cuerpo y el rostro. Es necesario usarlo todos los días, así el día esté nublado, ya que los rayos UV igual nos afectan.
- El protector debe ser de amplio espectro y a prueba de agua, con un factor de protección solar (SPF por sus siglas en inglés) de, por lo menos, 30. Esto dependerá de nuestro tipo de piel, por lo que es mejor consultar con el médico.
- Evitar exponerse al sol si se está mojado, ya que el agua realiza un “efecto espejo” que concentra los rayos ultravioleta y, por lo tanto, es más fácil sufrir una quemadura de manera más rápida aunque se utilice protector solar.
- Tener en cuenta que la exposición al sol puede ser accidental: mientras se maneja o mientras se está sentado junto a una ventana en el trabajo, por ejemplo.
- Aplicar protector solar siempre que se esté al aire libre y volver a aplicar cada dos horas o con más frecuencia, si está sudando o si se encuentra en el agua (piscina, mar).
- Usar ropa protectora: con mangas largas y pantalones.
- Usar accesorios, como sombreros, gorras, gafas de sol, etc.
- Recuerda proteger la zona del cuello, la nuca, las manos, los pies, las orejas.
- Evitar exponerse al sol entre las 10 a.m. y las 4 p.m., especialmente, durante los meses de verano.
- Para los bebés menores de 6 meses, hay que evitar la exposición solar por completo.
- Los niños deben estar bien protegidos, con protector solar para niños y accesorios, ya que ellos juegan por horas al aire libre. Hay que colocarles más seguido el protector solar, pues puede que suden más.
- Elegir ambientes donde haya sombra, terrazas con sombrillas o toldos, o debajo de los árboles.
- Evitar las camas solares. Se suele creer que los rayos UV de las camas bronceadoras no son perjudiciales, pero sí lo son.
La piel es el órgano más grande del cuerpo y, aunque no siempre pensemos en su protección, es muy importante tener en cuenta estas recomendaciones para evitar las quemaduras de sol. Tengamos siempre a la mano nuestro protector solar y acudamos al médico cada cierto tiempo para un chequeo preventivo dermatológico.
Fuente:
www.mayoclinic.org
https://remedyconnect.com
https://baptisthealth.net
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