Muchos niños adoran las piscinas y más aún en verano. Aparte de todos los protocolos sanitarios que debemos tener en cuenta para evitar contagios de COVID-19 en esta temporada, es necesario y vital que sepamos realizar los primeros auxilios en casos de ahogamiento. Para ello, te explicamos qué hacer si un niño se está ahogando en la piscina y cómo podemos prevenir este tipo de accidentes.
Primeros auxilios: ¿Qué hacer si un niño se está ahogando en la piscina?
El ahogamiento es la asfixia que se produce cuando ingresa líquido en las vías respiratorias. Esto ocurre cuando un niño o niña cae al agua y no puede mantenerse a flote, ya sea porque no sabe nadar o porque está herido o inconsciente. Cuando estos accidentes ocurren es muy importante saber actuar rápido y de la forma correcta.
Obviamente, lo primero que se debe hacer cuando un niño (o cualquier persona) se está ahogando (o está inconsciente) en una piscina es sacarlo del agua. Al ser rescatado, el niño o niña puede evidenciar diferentes síntomas que van desde problemas respiratorios, tos o vómitos, hasta piel azulada, agitación o estar adormilado.
Una vez que el pequeño o pequeña esté fuera del agua y en una superficie plana, debemos hacer lo siguiente:
- Evaluar si el niño está consciente o no, eso marcará el curso de acción. Debemos valorar los parámetros vitales, respiración y pulso, así como su nivel de consciencia (alerta, responde a la voz, al dolor, o no responde). Tumbado boca arriba, comprueba si respira extendiendo el cuello para abrir las vías aéreas y acerca tu oreja a su nariz y mira el pecho.
- Llamar a emergencias. Puedes pedirle a alguien que lo haga.
- Si el niño está consciente y respira, colócalo de lado. Esta posición le ayudará a expulsar el agua mediante la tos o el vómito, impidiendo que las vías respiratorias puedan volver a obstruirse. Si tose y expulsa el agua es muy buena señal.
- Si el niño está inconsciente y respira, hay que colocarlo en postura lateral de seguridad, el agua saldrá con mayor facilidad, y lo mantendremos así hasta la llegada de los servicios de urgencias. Si el niño tiene menos de 1 año, se le puede sostener en brazos, con la cabeza algo más baja que el tórax, para favorecer la salida del agua al exterior de las vías respiratorias.
- Si el niño no respira, se debe iniciar la reanimación pulmonar básica, conocida como RCP. Para ello, primero coloca una mano en la frente y con la otra intenta abrir la mandíbula. Luego, acércate para comprobar si el niño exhala aire. Si no es así, comienza a realizar las cinco insuflaciones de aire del RCP (colocar la boca sobre la boca de la víctima y exhalar), sin olvidar tapar su nariz. Si el niño no responde, hay que comenzar las compresiones torácicas (ver el siguiente video). Luego de las quince compresiones, se debe realizar nuevamente la ventilación. Entonces, se deben realizar dos insuflaciones, seguidas nuevamente de quince compresiones y así sucesivamente hasta que el niño reaccione o lleguen los servicios de emergencia.
En el caso de que no haya nadie a quien pedirle que llame a emergencias, realiza las primeras insuflaciones y compresiones antes de llamar. Ten en cuenta que no se recomienda parar más de 1 minuto en la realización de las maniobras de reanimación.
¿Cómo prevenir que un niño se ahogue en la piscina?
Como bien sabemos, prevenir siempre es mejor. Y, para prevenir que un pequeño o pequeña se ahogue en una piscina, te dejamos algunas recomendaciones.
- Mil ojos: Hay que estar muy atentos a los niños cuando estén en la piscina (por más pequeña que sea), la playa o, incluso, en la bañera.
- Mantén a tus hijos a tu alcance cuando estén en la piscina: La distancia de seguridad recomendada es un brazo. Así, si el pequeño se hunde, puedes alcanzarlo en un simple movimiento.
- Si tienen una piscina en casa, instalen vallas de protección alrededor de la misma. De todas formas, asegúrate de que los niños no puedan llegar a ella sin supervisión.
- Quita los juguetes de la piscina cuando los niños hayan salido de ella para evitar que se caigan intentando cogerlos.
- Los sistemas de flotación deben utilizarse siempre bajo la supervisión de un adulto. Estos flotadores pueden dar a los niños una falsa sensación de seguridad, pero no les protegen del riesgo de ahogamiento.
- Vacía las piscinas inflables cuando dejes de utilizarlas, aunque sean pequeñas.
- Aprende técnicas de primeros auxilios que te permita reanimar a tu hijo o hija en caso de accidente.
- Enséñales a tus hijos a nadar a edades tempranas. Saber flotar o, al menos, salir momentáneamente a flote puede ser de vital importancia en estos casos.
De todas formas, a pesar de tomar las precauciones necesarias, los accidentes pueden ocurrir y, ante esa posibilidad, es muy importante que sepamos actuar rápida y oportunamente. Esta información puede salvar vidas. ¡Compártela!
Fuente:
www.educo.org
www.bebesymas.com
Comentarios