¿Tu hijo o hija se queja de un dolor intenso en la espalda? Sumado a ese malestar, ¿tiene náuseas y dolor al orinar? Estas y otras señales suelen ser un indicativo de que un pequeño tiene piedras en los riñones. Para saber cómo reconocer esta dolencia en nuestros hijos, te contamos de qué se trata y cuáles son los síntomas para identificar los cálculos renales en niños y niñas.
Qué son los cálculos renales
Los cálculos renales se producen cuando la cantidad de sustancias que forman cristales en la orina, como el calcio, el oxalato y el ácido úrico, es mayor que pueden diluir los líquidos presentes en esta. Al mismo tiempo, la orina puede carecer de sustancias que impidan que los cristales se adhieran unos a otros, lo que crea un entorno ideal para la formación de cálculos renales.
Las también llamadas piedras renales se forman típicamente en el riñón y el uréter, que es el tubo que conecta el riñón con la vejiga. En algunos casos, se pueden formar en la vejiga, aunque suele ser poco común.
Por lo general, los cálculos renales no tienen una sola causa definida, pero existen diversos factores que pueden aumentar el riesgo de tenerlos. Algunos de estos son:
- Que en la familia haya una tendencia de formación de cálculos.
- Consumir mucha sal, carne y alimentos procesados.
- Llevar una dieta baja en frutas y verduras.
- No beber suficientes líquidos (agua), lo que hace que no se produzca suficiente orina.
- Afecciones hereditarias específicas (hiperoxaluria, cistinuria).
- Ciertos medicamentos.
- Un bloqueo del flujo de orina.
- Una infección renal.
- Realizar poca actividad física.
- Padecer de una enfermedad intestinal.
- Haberse realizado una cirugía para bajar de peso.
La falta de movimiento y el sedentarismo que conlleva el haberse realizado una operación, cirugía o el haber sufrido un accidente que requiere guardar reposo por mucho tiempo puede ser un factor que haga que la persona sea propensa a desarrollar cálculos en los riñones. De hecho, los especialistas sostienen que la mala alimentación y el sedentarismo hace que la formación de estas piedras sea más común entre los 28 y los 50 años de edad.
Estos cálculos pueden variar en tamaño, y la mayoría miden alrededor de 3 a 6 milímetros. Si un niño expulsa un cálculo mientras orina, es útil guardarlo y así su médico pueda enviarlo para realizar pruebas de laboratorio. Averiguar de qué está compuesto el cálculo puede ayudar a encontrar formas de evitar que se formen más.
7 síntomas para identificar cálculos renales en niños y niñas
Los cálculos se pueden formar en el riñón de un niño sin dar señales durante mucho tiempo. Sin embargo, si un cálculo renal comienza a descender por el tracto urinario a través del tubo llamado uréter, puede causar síntomas como:
- Dolor repentino e intenso en la espalda o el costado
- Náuseas y vómitos
- Dolor en la ingle (cuando el cálculo pasa por el tracto urinario)
- Un dolor intenso de estómago (especialmente, en niños pequeños)
- Ardor o dolor al orinar
- Sangre en la orina
- Fiebre e infección de las vías urinarias
Cómo se tratan los cálculos renales en niños
El tratamiento de los cálculos en el riñón debe ser indicado por un especialista en Nefrología Pediátrica (nefrólogo pediátrico), luego de que se diagnostique la dolencia. Para ello, se puede realizar una radiografía, ecografía o tomografía computarizada (TC) para confirmar cálculos en el tracto urinario.
Los análisis de sangre y una prueba de recolección de orina de 24 horas también pueden determinar por qué a tu hijo o hija se le formó un cálculo renal. Con esta información, una nutricionista registrada puede hacer recomendaciones específicas y el equipo de salud puede recetar medicamentos para reducir el riesgo de que el niño o niña desarrolle cálculos renales en el futuro.
Una vez que se descubre la causa de las piedras en uno o dos de los riñones, se puede empezar el tratamiento. En caso de dolor, el objetivo es aliviar el malestar que siente el pequeño y ayudar a que el cálculo pase a la vejiga y salga por la orina. Para ello, el niño o niña debe beber bastante agua y otros líquidos. El médico también podría indicar ciertos analgésicos para el dolor y otros medicamentos orales para facilitar el paso del cálculo.
Es importante saber de qué está hecho el cálculo, por lo que el médico puede recomendar el uso de un colador para ayudar a recolectar el cálculo de la orina y que se pueda analizar en el laboratorio.
Si el dolor es muy intenso y tiene vómitos, podría ser necesario hospitalizar al pequeño, para que pueda recibir líquidos y medicamentos más fuertes por vía intravenosa.
Por otro lado, si se trata de cálculos grandes o que no se eliminan por sí solos, puede que se necesite la ayuda de un urólogo, un médico que se especializa en el tracto urinario. Este especialista suele aplicar un procedimiento que usa ondas sonoras para romper el cálculo en pequeños pedazos, que luego pasan por el tracto urinario. Es bastante seguro y no daña el riñón.
En otras ocasiones, el urólogo también puede extraer el cálculo usando un endoscopio que ingresa a la vejiga y sube por el uréter mientras el pequeño está bajo anestesia. Luego, el médico puede “atrapar" el cálculo y extraerlo del cuerpo.
Cómo prevenir cálculos renales en niños
Prevenir siempre es mejor, por lo que se deben tomar ciertas medidas, sobre todo, en el caso de los niños. Para ayudar a reducir las probabilidades de que tu hijo o hija desarrolle cálculos renales, ten en cuenta lo siguiente:
- Asegúrate de que beba mucho líquido. Dependiendo de su edad, deberá beber una cierta cantidad de agua al día. Un indicativo de que el pequeño está bien hidratado es viendo el color de su orina. Por lo general, la orina debe ser de un color amarillo muy pálido, casi transparente. Ojo: Si el pequeño sufre de alguna enfermedad renal y necesita restringir líquidos, es importante consultar con su médico.
- Limitar la sal en los alimentos y evitar los productos altos en sodio. El sodio extra hace que pierda más calcio en la orina aumentando su riesgo de producir cálculos.
- Agregar más frutas y verduras a su dieta, especialmente frutas cítricas.
- Reducir su consumo de carnes, alimentos procesados, comida rápida y gaseosas.
- Evitar darle alimentos y bebidas con alto contenido de fructosa de sirope de maíz. Esta sustancia se utiliza comúnmente en bebidas azucaradas, en postres, cereales para desayuno (los comerciales), fiambres, yogures comerciales (los que contienen mucha azúcar y colorantes), sopas instantáneas y aderezos comerciales (los que venden en las tiendas).
Es importante saber leer las etiquetas de los alimentos para conocer lo que estamos consumiendo. Sin embargo, siempre es mejor alimentarnos con comida casera y utilizar ingredientes enteros y de calidad. - Asegurarnos de que nuestro pequeño o pequeña mantenga un peso saludable para su edad. Para ello, es necesario una nutrición balanceada y saludable, junto con actividad física regular.
- No hay que darle suplementos de calcio a los niños, a menos que su médico lo indique.
Para identificar cálculos renales en niños y niñas, es necesario la revisión de un especialista. Si crees que alguno de tus hijos puede haber desarrollado piedras en el riñón, no dudes en consultar con su pediatra.
Fuente:
www.healthychildren.org
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