¿Te pasa que no hay nada que puedas hacer para que tu hijo o hija se anime a hacer deporte? Adquirir el hábito de llevar una vida activa desde pequeños es muy importante para su salud y desarrollo, pero a muchos niños, simplemente, no les gusta. La buena noticia es que hay ciertas medidas que podemos tomar para ayudar a nuestros hijos a agarrarle el gusto al deporte. A continuación, te contamos cuáles son.
¿Por qué a mi hijo no le gusta hacer deporte?
Si a tu hijo o hija no le gusta hacer deporte, no es que haya algo malo con él o ella. De hecho, muchos niños no disfrutan realizar actividad física y prefieren otro tipo de actividades, quizá, más mentales. Sin embargo, el ejercicio físico es muy importante para su salud y su desarrollo.
Esta apatía por el deporte puede deberse a diferentes motivos. Para empezar, debemos tener en cuenta la edad del pequeño y sus limitaciones. Si bien existen muchos programas deportivos para niños y niñas de 2 a 5 años, no es sino hasta los 6 años que tienen la capacidad física, pueden mantener la atención por períodos prolongados y poseen la habilidad de comprender las reglas necesarias para realizar un deporte de manera organizada.
Por otro lado, si el nivel de competitividad en el juego deportivo es demasiado elevado y solo escucha órdenes, es posible que el niño o niña sienta mucha presión y rechace la actividad. La idea es que el pequeño disfrute el deporte y le agarre el gusto, sin sentirse presionado ni obligado.
Por último, no olvidemos que todos los niños y niñas tienen personalidades distintas y particulares. No a todos les va a gustar el mismo deporte o actividad. Quizás, tu hijo sea más de deportes en equipo, o puede que prefiera los deportes individuales. Esto dependerá mucho de cada pequeño y de sus preferencias.
En cualquier caso, siempre debemos tener mucho diálogo con nuestros hijos para saber cuáles son sus gustos, y así darle algunas opciones de actividades deportivas que podrían llamarle la atención. Podemos animarlos a que prueben y, si es posible, nosotros también involucrarnos en el deporte. Luego, si notamos (o directamente nos dicen) que no les gusta ese deporte, podemos seguir probando otros.
A mi hijo no le gusta hacer deporte, ¿qué puedo hacer?
Hay muchas formas de ayudar a los niños y niñas a encontrarle el gusto a realizar deporte. Te dejamos algunos consejos. ¡Toma nota!
Escoge actividades acordes a su edad
Si tu hijo es pequeño aún, el juego libre le traerá más beneficios que un deporte específico. Ir al parque a que corra y descubra nuevos espacios, jugar a las escondidas o a las chapadas, cualquier actividad libre que le incite a moverse es ideal. Así, le ayudamos a mantenerse activo sin necesidad de exigirle habilidades físicas o mentales que aún no posee. Luego, dependiendo de la edad, existen diversos deportes que tu hijo o hija puede practicar.
Fomenta una actitud positiva hacia la actividad física
Forzar a un niño a elegir y a practicar un deporte solo hará que lo viva como una imposición o un castigo. Es mucho más saludable que, sutilmente, siembres la idea en su mente de que el ejercicio es divertido y agradable. Eso sí, lo que dices tiene que ir acompañado de acciones. Recuerda que los niños ven a los padres como su ejemplo, y si no ven una actitud positiva en ti, es probable que ellos tampoco la tengan.
Busquen una actividad que le guste
Existen muchísimas actividades deportivas que implican el movimiento físico. Sin embargo, muchos niños y niñas no han encontrado el deporte o disciplina ideal para ellos aún. Recuerda que no todos van a tener las habilidades que se requieren para todos los deportes. Además, puede que algunos prefieran el deporte individual y no el de equipos, y viceversa. Incluso, puede que algunos prefieran actividades más artísticas, como el ballet o la danza.
Hay que ser abiertos con respecto al interés de nuestros hijos y explorar las diversas opciones deportivas que tenemos disponibles. De esta forma, les damos la posibilidad de invertir su tiempo en algo que realmente disfrutan.
Cuida el nivel de competitividad
La práctica de deportes de competencia estimula la confianza y la seguridad en los niños. Sin embargo, el nivel de competitividad no debe ser tan alto como para que el pequeño se frustre y sienta demasiada presión. Dentro de todo, tiene que divertirse.
Procura estar presente en los entrenamientos y competencias en los que participa tu hijo o hija, para conocer el nivel de competitividad que se maneja y ver si tu pequeño lo está disfrutando.
Ayúdalo a manejar la frustración
La frustración es un sentimiento que surge cuando no logramos conseguir nuestros deseos o las cosas no salen como queremos. Lo que debemos explicarle a los niños es que, para ser bueno en un deporte, hay que practicar y tener paciencia. Probar y equivocarse es parte del aprendizaje.
Procura darte un tiempo para practicar con tu hijo o hija. Esto le dará la posibilidad de desarrollar sus habilidades y mejorar su estado físico en un ambiente en donde sienta seguridad, ya que puede darle nervios hacerlo frente a otros niños al principio.
Respeta su ritmo
Cada niño madura físicamente a su propio ritmo y, por lo tanto, debemos tener en cuenta las diferentes tallas, alturas, pesos y habilidades deportivas en un grupo de niños y niñas de la misma edad. Asimismo, hay pequeños que pueden sufrir ciertas dolencias que le pueden dificultar realizar ciertos deportes, como por ejemplo, el asma. Los niños con asma se sentirán más cómodos en deportes que requieran un gran consumo de energía durante lapsos cortos de tiempo, como la gimnasia artística, atletismo de campo y pista de corta duración y el yoga, por ejemplo. Sin embargo, con la recomendación de su médico puede explorar otros deportes con precaución.
Por otro lado, también está el aspecto mental y emocional. Algunos niños y niñas pueden tener más temor que otros de lastimarse o de no cumplir con las expectativas de los padres o entrenadores. Por ello, es importante no presionarlos ni hacerlos sentir mal.
Proponle hacer deporte juntos
Dar el ejemplo deportivo puede animar a tu hijo o hija a realizarlo. Puede que tu pequeño no se sienta cómodo haciendo deporte con otros niños y, en cambio, disfrute pasando el tiempo contigo. Anímate a practicar el deporte con tu pequeño y, de paso, reforzar el vínculo con él o ella. Realizar deporte puede volverse un hábito saludable en familia.
Si no hay ninguna actividad deportiva específica que despierte el interés de tu hijo o hija, trata de combatir el sedentarismo con actividades de la vida cotidiana: ir caminando a la tienda, sacar a pasear a su mascota o salir a montar en bicicleta, por ejemplo.
Lo importante es encontrar la manera de mantener a nuestros hijos e hijas activos con una actividad que les guste, pero habrá que ser pacientes si tiene dificultades para seleccionar una actividad y continuarla. Por lo general, hacen falta varios intentos hasta que los niños encuentren un deporte que les guste. Así que, si a tu hijo no le gusta hacer deporte, ten en cuenta estos consejos. Al final, esos hábitos deportivos perdurarán toda su vida.
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