Junto con el distanciamiento físico y el correcto lavado de las manos, el uso de las mascarillas es una manera eficaz de ayudar a prevenir la propagación de la Covid-19. Muchos padres podemos preguntarnos si estas son seguras para nuestros hijos o si pueden afectar su salud. Se ha dicho de todo, por lo que vamos a romper algunos mitos erróneos sobre el uso de la mascarilla en los niños.
Rompiendo mitos: 7 conceptos erróneos sobre el uso de la mascarilla en los niños
¿Son seguras las mascarillas para los niños? ¿A partir de qué edad pueden usarlas? ¿Su uso tiene efectos colaterales? Se ha dicho mucho sobre el uso de los famosos tapabocas. A continuación, aclaramos 7 dudas frecuentes.
1. ¿El uso de la mascarilla le dificulta la respiración en los niños?
En un estudio reciente, se determinó que el uso de mascarillas quirúrgicas en niños sanos durante 30 minutos no se asoció con cambios en los parámetros respiratorios o signos clínicos de dificultad respiratoria. Sin embargo, los Centros para el Control de Enfermedades de EE.UU. y la Academia Estadounidense de Médicos recomiendan el uso de mascarillas solo entre personas de 3 años o más.
2. Al usar mascarilla, ¿el dióxido de carbono que normalmente exhalamos lo volvemos a inhalar, ya que se queda atrapado en la mascarilla?
Falso. Si bien hay personas que aseguran sentirse mareadas y que les falta el aire cuando las usan, las mascarillas (como la quirúrgica y la tipo KN95) tienen el filtro suficiente para que ingrese el oxígeno y salga el dióxido de carbono al respirar. André Ricardo Araújo, especialista en infectología pediátrica y control de infección hospitalaria, explicó que todas las mascarillas poseen diversas entradas de oxígeno. Gracias a esto, el oxígeno no disminuye en la sangre y se produce con normalidad la eliminación de dióxido de carbono. No existe, por lo tanto, un proceso de "acidificación de la sangre”.
Entonces, podemos decir que su uso no reduce el oxígeno ni genera estrés en el cuerpo, ya que permite que expulsemos el dióxido de carbono fuera de la mascarilla. Solo si la persona no recibe ningún tipo de entrada de aire (al tener un aparato totalmente hermético en el rostro) podría ser peligroso. Este no es el caso de ningún tipo de mascarilla utilizada para prevenir la transmisión del coronavirus y sus nuevas cepas.
Con respecto a los niños, los expertos concuerdan en que los menores de 2 años de edad no deben usar mascarillas, ya que es posible que no se las puedan quitar por sí solos y necesiten ayuda. Además, a los pequeños con problemas respiratorios graves o deficiencias cognitivas también podrían tener problemas para tolerar la mascarilla y podría ser necesario tomar precauciones adicionales.
3. ¿El uso de mascarilla puede causar enfermedades pulmonares en los niños?
No. Se han publicado muchas cosas sobre falsos efectos adversos de tipo psicológico y clínico para los más pequeños. Sin embargo, estas afirmaciones ya han sido desmentidas por pediatras y expertos durante la pandemia. El uso de mascarillas no causa hipoxia, neumonía ni cáncer en los niños. Tampoco impide la circulación de oxígeno adecuada para ellos, como lo explica el médico pediatra y epidemiólogo español Quique Bassat. “Aunque es cierto que proporcionalmente los niños necesitan más oxígeno por kilo de peso en comparación a los adultos, es absolutamente falso que las mascarillas sean un impedimento para conseguir ese oxígeno, no interfiere con la respiración aeróbica normal”, afirma el especialista.
4. ¿El uso de mascarillas causa problemas psicológicos en los niños?
Sobre este mito, el médico pediatra Alfredo Sadot Linero, explicó que es cierto que, en general, la pandemia ha provocado riesgos para la salud mental de niños y adultos. Sin embargo, menciona que el uso de la mascarilla es una protección que puede ser asimilada por los pequeños cuando hay acompañamiento y educación en casa. “Los niños tienen una capacidad de adaptación más grande que los adultos. El uso de tapabocas no tiene que representar un problema psicológico. Lo que recomendamos es explicarles que la mascarilla se usa para evitar enfermarnos. Se puede incentivar usando mascarillas con dibujos infantiles, para que pueda verse como un juego”, dice el especialista.
5. ¿Las mascarillas debilitan el sistema inmunológico debido a que someten al cuerpo a estrés?
Falso. Como mencionamos arriba, al usar mascarilla, el cuerpo no deja de recibir el oxígeno que necesita, por lo que su uso no genera estrés en nuestro cuerpo. Si embargo, el estrés y la ansiedad sí tienen un efecto negativo sobre el sistema inmunitario. Por ello, es importante que sepamos manejar nuestras emociones y cuidar nuestra salud mental.
6. ¿Las mascarillas de tela protegen contra las nuevas variantes de coronavirus?
Muchos epidemiólogos concuerdan en que las mascarillas de tela no protegen contra las nuevas cepas y variantes de coronavirus. Los expertos recomiendan usar doble mascarilla quirúrgica o una tipo KN95. Para los que quieren usar mascarilla de tela, aconsejan que primero se coloquen una mascarilla quirúrgica y encima la de tela. “Las mascarillas de tela son menos protectoras que las quirúrgicas e incluso pueden aumentar el riesgo de infección debido a la humedad, la difusión de líquidos y la retención del virus”, señaló el médico infectólogo del Instituto Nacional de Salud (INS), Luis Pampa.
Asimismo, el Ministerio de Salud (Minsa) recomienda usar doble mascarilla para evitar la propagación de la variante brasileña, además de extremar todas las medidas sanitarias. Esto debido a que las nuevas variantes del virus generan una mayor carga viral en espacios sin ventilación, son más resistentes y mucho más contagiosas.
7. ¿Cómo usar correctamente la mascarilla?
Este no es realmente un mito que hay que desmentir, pero sí es importante que sepamos cuál es la manera correcta de usar la mascarilla. Esto es especialmente importante para los niños, ya que ellos suelen moverse mucho y pueden no tener el mismo cuidado que un adulto.
Para que la mascarilla que usa tu pequeño realmente lo proteja, debes asegurarte de que:
- Le cubra la nariz y la boca. La mascarilla debe empezar en el tabique y terminar al final del mentón.
- No queden espacios por donde pueda entrar el aire de afuera. Verifica que no fluya aire desde el área cerca de sus ojos o desde los lados de la mascarilla, por los bordes. Si la mascarilla se ajusta bien, sentirás que ingresa aire caliente por el frente de la mascarilla y quizá puedas ver que el material de la mascarilla se mueve hacia dentro y hacia fuera cuando respiras. Si quedan huecos, sentirás que entra aire frío por los bordes.
- La mascarilla sea de un tamaño o talla adecuado para la edad del niño.
- Le quede ajustada, pero cómoda. No debe caerse, cuando camine o se mueva.
Recuerda que, cuando se trata de nuestra salud, debemos tomar todas las medidas de prevención posibles y cumplir con lo que nos piden las autoridades sanitarias. Ten en cuenta que el uso de la mascarilla debe ir acompañado de un correcto lavado de manos y el distanciamiento social.
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