Primeros auxilios en casa: Cómo actuar ante 4 accidentes de la vida cotidiana

  • hace 3 años

Una quemadura, corte, atragantamiento o convulsión. Los accidentes caseros pueden sucederle a cualquiera. Por ello, saber aplicar técnicas de primeros auxilios puede protegerte a ti y a tu familia de cualquier imprevisto. Lo primero que debes hacer es mantener la calma. Luego, aplica las siguientes recomendaciones. 

Primeros auxilios en casa: Cómo actuar ante 4 accidentes de la vida cotidiana

La Dra. Marta Martínez del Valle, del grupo de Urgencias de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), cuenta cuatro situaciones que ocurren en la vida cotidiana de todas las personas y explica qué se debe hacer en cada caso.

Quemaduras

En el caso de haber sufrido una quemadura:

  1. Retira a la persona afectada de la fuente de calor. Ojo: si la quemadura ha sido eléctrica, antes de tocarla, asegúrate de que no está en contacto con la fuente eléctrica. 
  2. Quita la ropa que esté encima de la quemadura, a menos que esta esté adherida a la piel.
  3. Coloca la zona afectada debajo del caño o la ducha. La idea es que le caiga agua fría durante unos 15 o 20 minutos.
  4. No apliques ningún tipo de crema sobre la quemadura.
  5. No revientes ampollas que puedan producirse.
  6. Tapa la quemadura con un paño húmedo y limpio, y acudan a un centro de salud. Ahí, se determinará el grado de la quemadura y su tratamiento adecuado.
  7. La persona lesionada puede tomar algún analgésico, como paracetamol o ibuprofeno. 
  8. Si la quemadura ha afectado la cara, manos, pies, pliegues o genitales, se pueden presentar complicaciones. Por ello, es necesaria atención médica urgente.

Herida con sangrado activo y continuo

En el caso de que alguien en casa haya sufrido un corte o herida:

  1. Lava la zona afectada con agua y jabón, y enjuaga con abundante agua limpia.
  2. Para detener la hemorragia, coloca un pañuelo o gasa limpia, y presiona. Si la sangre continúa saliendo de forma abundante y la gasa se ha empapado, no la retires. Más bien, coloca otra encima y continúa presionando.
  3. Eleva el miembro afectado, si la lesión lo permite, para disminuir el sangrado.
  4. Si la herida es profunda, con los bordes de la piel muy separados o el sangrado no para, acudan a un especialista para que revise la gravedad del accidente.
  5. Si en la herida aparece enrojecimiento, calor, hinchazón, pus o la persona afectada presenta fiebre, acudan a un especialista. 
  6. Si la herida se ha producido por un objeto y este sigue clavado, no lo extraigas. Podría aumentar el sangrado. Es necesario acudir a un centro de salud para que se extraiga con todas las medidas sanitarias.
  7. No apliques torniquetes, a menos que se trate de una hemorragia masiva (por amputación, por ejemplo), que pueda poner en peligro la vida de la persona. 
  8. No utilices soluciones que tiñan la herida, como mercurocromo, ni tampoco le eches alcohol. Esto no desinfecta, por el contrario, puede provocar quemaduras en los bordes de la herida.

Primeros auxilios en casa: Cómo actuar ante 4 accidentes de la vida cotidiana

Atragantamiento u obstrucción de las vías respiratorias

Te darás cuenta de que la persona se está atragantando cuando empieza a toser o tiene dificultad para hablar o respirar. Si es grave, podría empezar a ponerse de tono azulado alrededor de los labios y perder el conocimiento. Si la obstrucción es leve, la persona está consciente y suele toser con fuerza. 

Lo que debes hacer en estos casos es:

  1. Asegúrate de que la persona esté de pie y ligeramente inclinada hacia delante.
  2. Anímala a que siga tosiendo hasta que expulse el objeto o pedazo de comida.

Si la persona no puede hablar, tiene tos débil o no puede respirar:

  1. Ponla de pie, párate a su lado o detrás. Si es un niño, arrodíllate detrás de él.
  2. Coloca un brazo cruzando el pecho de la persona para apoyarte. Luego, inclina a la víctima hacia delante.
  3. Dale cinco golpes fuertes en la espalda, entre los omóplatos, con el talón de tu otra mano.

Si el objeto no logra expulsarse, haz lo siguiente:

  1. Realiza cinco compresiones abdominales.
  2. Ubícate detrás de la víctima, inclínala hacia delante y coloca tu puño cerrado entre su ombligo y su esternón.
  3. Con tu otra mano, agarra tu puño y empuja cinco veces seguidas hacia arriba y hacia atrás. 
  4. Alterna los golpes en la espalda y las compresiones en el abdomen hasta que se expulse el objeto o la persona pierda el conocimiento.

Si la persona deja de respirar y pierde el conocimiento, apóyala en el suelo plano, boca arriba y llama a emergencias. Sigue con las compresiones torácicas para hacer reanimación cardiopulmonar. Esta situación es potencialmente grave, por lo que es necesaria una aplicación correcta y rápida de técnicas de primeros auxilios. Este accidente es más frecuente en bebés y niños pequeños, ya sea mientras comen o porque ingirieron un objeto.

Convulsiones

Las convulsiones son consecuencia de una actividad neuronal anormal y pueden manifestarse de diferentes formas: con pérdidas bruscas de consciencia, rigidez, flacidez o movimientos involuntarios de un músculo o una parte del cuerpo, o desconexión del entorno con la mirada perdida. Puede que la persona tenga rigidez en la mandíbula y tenga la boca morada y cerrada con fuerza, pudiendo ocasionar que se muerda la lengua. También, puede que tenga incontinencia de esfínteres. 

Si eres testigo de alguien que está sufriendo una convulsión haz lo siguiente:

  1. Permanece con la persona durante todo el episodio.
  2. Ubícala en un lugar seguro y recuéstala sobre el suelo. Si es posible, échala de lado y pon su cabeza sobre algo suave y plano, para evitar que se golpee. 
  3. No la sujetes para impedir los movimientos ni introduzcas nada en su boca, ya que podrías ocasionarle lesiones.
  4. No le des agua ni alimentos hasta que esté totalmente recuperada. 

Una convulsión se puede dar por traumatismos, fiebre, una disminución del azúcar en sangre (hipoglucemia), algunos fármacos o enfermedades neurológicas, entre otras causas. Luego de este episodio, es probable que la víctima quede adormilada, confusa o desorientada durante algunos minutos. Normalmente, las convulsiones duran menos de cinco minutos y ceden espontáneamente. En caso contrario, debes llamar a emergencias.

Recuerda siempre tener en casa un botiquín de primeros auxilios que contengan lo esencial para este tipo de situaciones, así como tener a la mano o en marcado rápido el número de emergencias.

Fuente:

www.infosalus.com

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