Estos son los accidentes más comunes en el colegio y cómo podemos prevenirlos

  • hace 1 año

Los accidentes en la infancia son comunes, sobre todo, en el colegio. En muchas ocasiones, estos eventos desafortunados suceden por la propia naturaleza de los niños. Los pequeños son curiosos, inquietos y tienen mucha energía. Esto, junto a su desconocimiento sobre los peligros a los que pueden estar expuestos y su necesidad de autonomía, aumenta las posibilidades de que sufran algún accidente.

En este artículo, te contamos cuáles son los accidentes más comunes en el colegio y cómo prevenirlos. ¡Toma nota!

¿Cuáles son los accidentes más comunes que sufren los niños en el colegio?

En el colegio se está bajo el cuidado de los maestros, pero al tratarse de un grupo numeroso de niños, hay momentos en que se hace difícil cuidar de todos. En la mayoría de los casos, los niños sufren accidentes a la hora del recreo, en la clase de educación física, o cuando corren por los pasillos y escaleras de la institución.

Estos accidentes también pueden suceder cuando entran y salen de las clases, cuando corren en superficies no planas o resbalosas, cuando se empujan o chocan con otro compañero, se suben a las carpetas, etc. Muchas veces, son las propias travesuras de los niños las que conllevan a un accidente.

Entre los accidentes más frecuentes dentro de los colegios están:

1. Raspones

Los niños con frecuencia regresan a casa con raspones en las rodillas y codos, provocados por caídas sin importancia. Ante este tipo de heridas, lo más adecuado es lavar con agua y jabón la zona afectada para eliminar restos de tierra o suciedad. Si la herida sangra, hay que taparla y aplicar un antiséptico. Si es una zona muy expuesta, se debe tapar la herida con una gasa, aunque lo mejor es dejarla al aire.

Si la herida no deja de sangrar tras 5 o 10 minutos de presión, es profunda o presenta algún objeto clavado, será necesario que un médico lo revise. 

Accidentes en el colegio

2. Moretones

Las continuas caídas o golpes accidentales leves que sufren los niños cuando juegan propician la aparición de moretones. Las piernas es el lugar en donde suelen aparecer, aunque también en las rodillas, brazos y con menor frecuencia en la cabeza. Estos moretones no duelen y se curan por sí solos con el paso de una a dos semanas.

3. Sangrado de nariz

Los niños son inquietos y bruscos, por lo que es frecuente que choquen entre sí. Si un golpe se recibe en la nariz, ésta puede sangrar con facilidad. En estos casos, hay que evitar que el niño ponga su cabeza hacia atrás, pues puede que trague la sangre. Lo mejor es inclinar su cabeza hacia delante para que salga la sangre hacia afuera.

Para parar la hemorragia, puede ayudar el presionar las fosas nasales son los dedos. Si después de 10 minutos de realizar esto no cesa la hemorragia, se debe colocar una gasa impregnada en agua oxigenada dentro de la nariz. Si aún así no cesa la sangre, hay que acudir al médico.

4. Esguinces

Los esguinces de tobillo son las lesiones más frecuentes en los niños por estar en constante movimiento. Se producen por el desplazamiento de la articulación de una forma inusual, dañando el ligamento en mayor o menor medida. En el momento en que un pequeño sienta dolor en el tobillo, se vea la zona inflamada o tenga dificultades para apoyar el pie, es necesario acudir al médico.

5. Luxaciones

Igual que con los esguinces, pueden suceder las luxaciones. La luxación es una separación de dos huesos en una articulación. En estos casos, se debe inmovilizar la zona, aplicar hielo y trasladar al pequeño a un centro de salud.

6. Fracturas

Una fractura es una ruptura, generalmente, en un hueso. Este tipo de accidente puede ser un poco más severo, pero lo bueno es que los huesos de los niños son más elásticos y porosos y tienen una gran capacidad de regeneración. Las fracturas más habituales son las de codo, antebrazo, tobillo, tibia y clavícula.

El tratamiento en caso de fracturas leves es la inmovilización de la zona dañada durante 3 o 4 semanas para que pueda soldar correctamente. Si la fractura es más severa, puede requerir mayor tiempo de inmovilización o incluso cirugía.

7. Traumatismo en la cabeza

La mayoría de estas lesiones son menores porque el cráneo protege el cerebro. Por lo general, los traumatismos en la cabeza solo producen daños en la superficie, pudiendo generar hematomas, heridas y dolor en la zona del golpe. Si el accidente fue grave, se puede haber provocado alguna lesión cerebral. Por ello, ante la duda de si fue fuerte o no, hay que consultar siempre con un pediatra.

En la mayoría de los casos, los pequeños experimentan solo dolor y no necesitan recibir atención médica. Lo mejor es aplicar hielo, pero hay que estar atentos ante la aparición de somnolencia, convulsiones, fiebre, confusión, dolor que no cesa. Si se presentan estos síntomas, hay que acudir de inmediato al médico.

¿Cómo prevenir accidentes en el colegio?

Las recomendaciones que los niños deben tener en cuenta para evitar sufrir accidentes en su colegio son:

  • Evitar jugar en las escaleras.
  • No subirse ni brincar en las bancas, carpetas, sillas o escritorio del profesor.
  • Evitar correr cerca de estantes, libreros y archiveros.
  • No jugar con puertas ni ventanas o cerca de las mismas.
  • Evitar correr y reír cuando se tiene alimento en la boca.
  • Enseñarles que las lapiceros, colores, lápices, tijeras y otros útiles escolares no son para jugar.
  • Evitar los juegos violentos entre compañeros.
  • Usar calzado flexible, cómodo y con suela antiderrapante.
  • No jugar cuando la superficie esté mojada.
  • Respetar las normas o reglas de convivencia.

También es muy importante que los adultos a cargo, como los directores, personal administrativo y maestros, tomen en cuenta las siguientes medidas de protección:

  • Comprobar que todos los accesos al colegio sean seguros y cuenten con la señalización adecuada, como señales informativas, cruces peatonales, etc.
  • Vigilar que los pisos estén en buen estado.
  • Contar con botiquín de primeros auxilios.
  • Las escaleras deben tener los escalones bajos y contar con barandilla en buen estado.
  • No usar sustancias resbalosas en los pisos.
  • Efectuar inspecciones mensuales de todas las instalaciones, equipos y del patio de recreo.

Cuando se trata de niños, hay que ser bastante precavidos y siempre estar atentos. En los colegios, debido a la cantidad de niños, es complicado poder controlar todo. Sin embargo, con las medidas de precaución adecuadas y el conocimiento sobre qué hacer ante un accidente en niños, estos eventos no llegan a mayores. De todas formas, siempre hay que consultar con un pediatra o médico ante cualquier eventualidad que pueda afectar la salud de los pequeños.

Fuente:

https://greenbergystein.com

https://latinoseguros.com.mx

https://ss.puebla.gob.mx

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