Las emociones juegan un papel vital en el comportamiento de los seres humanos. No importa si somos adultos, adolescentes o niños, son muchas las ocasiones en las que influyen decisivamente en nuestras actitudes frente a la vida, aunque no nos demos cuenta. Mejorar la inteligencia emocional de los niños puede ser clave para lograr un cambio positivo en su conducta. De hecho, la falta de habilidades a la hora de gestionar las emociones suele ser el origen más común de comportamientos no deseados en la infancia, como por ejemplo las rabietas o la agresividad.
Cómo mejorar la inteligencia emocional de los niños y evitar problemas de conducta
Los padres debemos tener como una de nuestras prioridades el mejorar la inteligencia emocional de nuestros hijos, ya que esto les ayudará a lo largo de su vida. Desde pequeños, podemos ayudarlos enseñándoles a reconocer y nombrar las emociones. Para ello, puede ser muy útil utilizar dibujos, juguetes, cuentos, peluches, etc. Junto con estas herramientas, podemos usar la famosa técnica CASA: Curiosidad, Admiración, Seguridad y Alegría. La psicopedagoga Marga Santamaría, de la mano de su maestro y autor de este modelo, el psicólogo Roberto Aguado Romo, nos propone lograr la estabilidad emocional de los niños con la ayuda de esta técnica.
A continuación, te explicamos en qué consiste cada una de estas palabras.
1. Curiosidad
Los padres y cuidadores debemos incentivar la curiosidad de los niños, ya que esta es la base de la motivación a la hora de aprender. Un niño motivado, un niño con curiosidad constante, es un niño que aprende. Incentiva su ilusión por conocer, por aprender, por descubrir. Una buena forma de lograr esto es presentándole los nuevos conocimientos de forma atractiva, de forma que despierten en él la curiosidad por conocer más.
2. Admiración
Es importante que exista un clima de admiración mutua en casa. Debe haber admiración de los hijos por sus padres y de los padres hacia los hijos. Los padres debemos hacer que nuestros pequeños se sientan importantes, que sepan que los admiramos y nos enorgullecemos de ellos, de sus logros, de sus cualidades y habilidades.
3. Seguridad
En el hogar también debe haber un clima de confianza. El pequeño debe sentirse seguro para que mejore su inteligencia emocional. Si se siente seguro, si no detecta amenazas, peligros ni miedos, sentirá la confianza para poder hablar y expresarse en libertad. Los padres debemos trabajar la autoestima de nuestros hijos escuchándolos y dejando que se expresen. Así, la seguridad que les ofrecemos les ayudará a vencer todos sus temores.
4. Alegría
El aprendizaje mejora muchísimo cuando desarrollamos en nuestros hijos una posición positiva y optimista ante la vida. De esta manera, el niño crecerá sabiendo que siempre es mejor ver el lado positivo de las cosas, y así encontrar soluciones y no problemas. Además, será más agradecido con la vida y con las oportunidades que tiene.
Aplicando estos cuatro principios en nuestro hogar, lograremos mejorar la inteligencia emocional de los niños. Nuestros hijos mejorarán sus habilidades sociales, su comportamiento y la forma en la que se relacionan con los demás. Por su puesto, los adultos debemos ser el ejemplo. Recordemos que los niños observan e imitan todo lo que ven, por lo que los padres también debemos trabajar en nuestra inteligencia emocional y aplicar la técnica CASA en familia.
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