La timidez y la introversión son dos características que suelen confundirse, pero que en realidad son diferentes. La timidez se refiere a una inseguridad social y miedo al juicio de los demás, mientras que la introversión se refiere a una preferencia por la soledad y la reflexión interna. Un niño tímido puede disfrutar de la interacción social, mientras que un niño introvertido puede estar cómodo en solitario y preferir actividades más tranquilas.
En general, ambos pueden ser completamente saludables y normales, pero es importante reconocer y apoyar sus diferencias individuales.
Diferencias entre un niño tímido y uno introvertido
Un niño tímido y uno introvertido pueden tener conductas aparentemente similares. Se puede pensar que, en ambos casos, al pequeño o pequeña le cuesta o no quiere relacionarse con los demás y prefiere estar en soledad. Sin embargo, el trasfondo es totalmente distinto.
Es muy importante saber distinguir ambos conceptos, pues un niño tímido y un niño introvertido no tienen las mismas necesidades. A continuación, te dejamos las características de cada uno.
Comportamiento de un niño tímido
La timidez tiene sus raíces en el miedo: miedo a ser juzgado negativamente o hacer el ridículo. Esto lleva al pequeño a sentirse muy incómodo en situaciones con mucha gente, lo que puede provocarles miedo y ansiedad.
Algunas de las características del comportamiento de un niño tímido son:
- Prefieren pasar desapercibidos y les cuesta desarrollar sus habilidades sociales. Por eso, les cuesta hacer amigos.
- Pueden llegar a tener problemas en sus relaciones sociales, por lo que es importante trabajar la confianza en sí mismos y darles herramientas para desarrollar dichas habilidades sociales.
- No suelen ser muy asertivos y les cuesta decir lo que quieren.
- Suelen ser dependientes o estar muy apegados, normalmente, a la madre.
- Pueden ser bastante sumisos.
- Cuando no quieren ir a algún sitio, les puede dar mucha ansiedad. Esto se puede ver reflejado en manos sudorosas o dolor de estómago.
- Son leales y reflexivos.
¿Cómo ayudar a un niño tímido?
- Ayúdale a ser más sociable y a divertirse con amigos.
- Fomenta los juegos de roles.
- Demuéstrale que confías plenamente en él o ella. Puedes intentar darle tareas en casa.
- Tal vez, necesiten más atención cuando rompen las reglas, pues tienden a sentirse culpables con facilidad.
- Refuerza positivamente y trabaja su autoestima. Felicita sus logros.
- Potencia su asertividad. Enséñale herramientas para expresar lo que quiere sin herir a los demás.
Los psicólogos especialistas en el tratamiento de la timidez en niños recomiendan técnicas de relajación, entrenamiento en habilidades sociales y aprender a rechazar las ideas irracionales. Pero, sobre todo, hay que animar al pequeño a ser él mismo. No se trata de cambiar su personalidad, sino de ganar habilidades de comunicación y sociabilidad.
Comportamiento de un niño introvertido
A diferencia de la timidez, ser introvertido es una preferencia. Usualmente, los pequeños introvertidos prefieren la soledad y, de hecho, les gusta. Muchas veces, se cree que es más valioso ser socialmente muy extrovertido. Sin embargo, a través de las inteligencias múltiples y de la inteligencia emocional, se ha visto que los niños introvertidos tienen grandes habilidades ocultas.
Características de un niño introvertido
Los introvertidos tienden a estar más tranquilos, a buscar momentos de introspección, reflexionando sobre aspectos internos y diferentes aspectos que les conciernen. Suelen tender a crear situaciones más estables y no están tan predispuestos a los cambios bruscos.
Algunas de las características del comportamiento de un niño introvertido son:
- No siente miedo de que le juzguen o de hacer el ridículo. Simplemente, prefiere estar solo o con pocos amigos.
- No tiene miedo o ansiedad por estar con mucha gente, pero prefiere ambientes tranquilos.
- No necesariamente es tímido.
- Por lo general, sabe lo que les gusta, lo que no quiere y suele expresarlo con claridad.
- Suele ser tranquilo, te escucha, tiene mucha imaginación, es muy reflexivo y suele ser sensible.
- Le cuesta comunicarse.
Es necesario respetar su introversión y ofrecerle herramientas para que sepa manejar su rasgo de personalidad.
¿Cómo ayudar a un niño introvertido?
- Respeta su personalidad, pero no dejes que se aísle.
- Ayúdale a descubrir otras habilidades, como la lectura, la escritura, el dibujo o la música.
- Deja que aprenda de forma autodidacta, pero siempre supervisando.
- Conecta con él o ella cada día, lo necesita.
- Pregúntale sus inquietudes e interésate en sus gustos.
- Haz que se sienta seguro compartiendo contigo.
- Felicita sus logros.
- Potencia sus aptitudes.
Los niños introvertidos crecen y se convierten en adultos sorprendentes, aunque también es cierto que pueden necesitar grandes dosis de ánimo, comprensión y confianza por parte de sus padres.
Hay que tener en cuenta que la timidez y la introversión son características de personalidad comunes que pueden afectar a las relaciones interpersonales y al bienestar emocional. Sin embargo, ambas pueden ser superadas con terapia y práctica social. Aún así, hay que recordar que la importancia está en encontrar un equilibrio entre las necesidades sociales y la satisfacción personal del niño o niña.
Fuente:
https://katiaranzabal.com
www.manuelescudero.com
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