4 ejemplos que demuestran cómo la vitamina D apoya la salud inmunológica

  • hace 3 años

Las vitaminas son sustancias que nuestro cuerpo necesita para crecer y funcionar de manera normal. Entre ellas está la vitamina D, que ayuda al cuerpo a absorber el calcio, uno de los principales elementos que constituyen los huesos. Este nutriente juega un papel importante en los sistemas nervioso y muscular, y su deficiencia puede llevar a enfermedades como la osteoporosis o el raquitismo. Sin embargo, poco se habla de su importancia para el sistema inmunológico. A continuación, te damos 4 ejemplos que demuestran cómo la vitamina D apoya la salud inmunológica.

Vitamina D: un nutriente que apoya dos lados de nuestra inmunidad

Todas las células del sistema inmunológico contienen receptores de vitamina D. Los efectos de este nutriente en las células inmunológicas son muy complejos, pero los estudios han demostrado que sus funciones apoyan el sistema inmunológico innato y el adaptativo.

La principal función innata, es decir, la primera respuesta de nuestro sistema inmunológico es proteger el cuerpo usando barreras físicas, reacciones químicas y ciertas respuestas inmunitarias. También, incluye células inmunológicas (neutrófilos y macrófagos) que normalmente pueden actuar como tu defensa celular de primera línea. Si bien es rápido y efectivo, el enfoque del sistema inmunológico innato puede causar algún daño colateral y no ser capaz de identificar exposiciones repetidas.

Por su parte, el sistema inmunológico adaptativo es más lento, pero más específico y metódico. Su respuesta adaptativa incluye células inmunológicas específicas que coordinan la destrucción tanto de las células infectadas (linfocitos T) como de las que activan y secretan anticuerpos (linfocitos B). El sistema adaptativo tiene una memoria inmunológica para defenderse rápida y fuertemente contra las exposiciones repetidas. A esto se refiere la inmunidad natural, después de que nuestro sistema inmune ya ha producido ciertos anticuerpos.

4 ejemplos que demuestran cómo la vitamina D apoya la salud inmunológica

4 ejemplos que demuestran cómo la vitamina D apoya la salud inmunológica

La vitamina D, uno de los nutrientes más necesarios para el cuerpo, es considerada una vitamina esencial, debido al apoyo y mantenimiento que aporta a la salud ósea. Sin embargo, también favorece al sistema inmunológico, regulando procesos importantes relacionados con la reparación celular normal y la respuesta inmunológica saludable.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), tener un óptimo nivel de vitamina D puede ayudar a prevenir infecciones agudas de las vías respiratorias, ya que el sistema inmunitario emplea esta vitamina para combatir los virus y bacterias que lo invaden.

Son muchas las funciones que la vitamina D desempeña en nuestro organismo. Aquí, te dejamos cuatro ejemplos muy importantes de cómo este nutriente es necesario para una buena salud inmunológica.

1. La vitamina D apoya la maduración y el funcionamiento de células inmunológicas clave.

Esta vitamina es un engranaje importante en la mecánica que apoya el proceso normal de maduración y diferenciación de diferentes tipos de células involucradas en la inmunidad innata, como los macrófagos y sus precursores, los monocitos, así como los linfocitos T. Estos juegan un papel vital en nuestra respuesta inmunológica innata y la inmunidad mediada por células (aquellas que ocurren sin ser iniciadas por anticuerpos originados de la memoria de tu sistema inmunológico).

Una vez que los monocitos se hayan desarrollado en macrófagos específicos, estas células inmunológicas apoyan una defensa celular de primera respuesta saludable. También, participan en la eliminación o asimilación de desechos celulares. Además, los macrófagos secretan una proteína inmunológica clave llamada catelicidina. La producción normal de catelicidina de los macrófagos activados depende en gran medida de la presencia de niveles adecuados de vitamina D.

2. La vitamina D apoya la presentación de antígenos.

Para defender nuestro cuerpo, las células inmunológicas, como los linfocitos, deben exponerse a antígenos (proteínas específicas que alertan a nuestro sistema inmunológico). Las células presentadoras de antígeno más efectivas se conocen como células dendríticas.

Una función importante de estas células es capturar, procesar y presentar antígenos al sistema inmunológico adaptativo e iniciar la inmunidad. Las células dendríticas son muy necesarias para el desarrollo de la memoria y la tolerancia inmunológica. La vitamina D desempeña un papel clave en el apoyo de la maduración y la regulación saludables de las células dendríticas humanas.

3. La vitamina D ayuda a mantener la regulación apropiada de la producción de proteínas específicas que apoyan una función inmunológica saludable.

Esta conexión entre la vitamina D y la inmunidad nos da el armamento biológico que nuestro sistema inmunológico necesita para ayudarnos a mantenernos saludables.

4. La vitamina D le da apoyo a las células T.

Nuestra inmunidad adaptativa también se beneficia con la vitamina D, siendo los diferentes tipos de células T las más favorecidas. Estas comienzan como células inactivas. Para ser útiles para las defensas de nuestro cuerpo, primero deben convertirse en células asesinas o células auxiliares, y así participar activamente en nuestra respuesta inmunológica.

El proceso natural de movilización y activación para mantenernos saludable está respaldado por la vitamina D. Este nutriente esencial también ayuda a mantener la migración adecuada de las células T entre tejidos específicos, como la piel, el tracto digestivo y los ganglios linfáticos.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo la vitamina D es necesaria para estar saludables. Procura exponerte al sol algunos minutos por la mañana y mantener una alimentación balanceada, incluyendo en tu dieta alimentos que contengan este nutriente o, de ser necesario, tomar suplementos.

Tener un nivel saludable de vitamina D es importante para ayudar a mantener el equilibrio general y funcionamiento normal de nuestro sistema inmunológico. Si crees que puedes tener deficiencia de esta vitamina, acude a un especialista. Este, mediante un análisis, puede determinar el nivel de vitamina D en tu sangre.

Fuente:

https://askthescientists.com

https://medlineplus.gov

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