¿Sabías que podemos lograr que nuestros hijos tengan menos pesadillas? Esos malos sueños que asustan y despiertan a los niños a mitad de la noche son normales, frecuentes y muy comunes en la infancia. Sin embargo, siguiendo estas recomendaciones, puedes ayudar a los niños a dormir sin tener pesadillas.
¿Por qué los niños tienen pesadillas?
Las pesadillas son normales entre los 3 y 6 años de edad, aunque pueden aparecer antes y seguir hasta más allá de los 7 u 8 años. Los sueños feos se pueden dar por diversas razones. Estas pueden ser:
- Tener un mal día en el colegio.
- Un día en el que les hemos gritado o castigado en exceso.
- Celos por el nacimiento de un hermano.
- Una mudanza o cambio de colegio.
- Un evento significativo para la vida del pequeño.
- Ver películar de terror.
¿Cómo ayudar a los niños a dormir sin tener pesadillas?
Si las pesadillas son muy frecuentes e intensas, hasta el punto de impedir que la familia o el pequeño descansen correctamente, o que el comportamiento del niño haya cambiado, es necesario acudir a un especialista en psicología infantil. Puede ser que tu hijo esté respondiendo de este modo a un conflicto emocional importante.
Por otro lado, si notas que las pesadillas se dan en momentos específicos o por temporadas, y lo podrías considerar “normal”, puedes ayudar a tu pequeño con estos consejos:
1. Procura que el día esté libre de estrés.
Durante el día, debes procurar que la vida de tu hijo sea tranquila, sin estrés. Trata de no sobrecargar su agenda con tareas y responsabilidades que lo estén abrumando de más. Asimismo, por más que tengas mucho que hacer, debes darte un tiempo para conversar con tu pequeño y pasar un momento de relajo con él. También, debes estar atento a que no tenga acceso a información que pueda causarle temor, y evitar las películas de terror o historias de miedo.
Anima a tu hijo a que juegue libremente o dibuje, cante, baile. Las actividades artísticas son muy positivas para aliviar el estrés y la ansiedad infantil. De esta forma, el niño puede expresar sus fantasías y emociones, evitando que las acumule y se manifiesten como pesadillas.
2. Durante la noche, tengan una rutina tranquila y acompáñalo, de ser necesario.
Cuando tu hijo se vaya a acostar, acompáñalo un rato en su habitación. Procura que el ambiente esté tranquilo y, de ser posible, léele un cuento bonito y dale su peluche o juguete preferido para que duerma con él. No es recomendable que le des un dispositivo electrónico antes de dormir. La exposición a pantallas puede provocar dificultad para conciliar el sueño. Lo que puedes hacer es dejar una luz tenue que le permita descansar y dejar la puerta entreabierta.
Antes de dormirse, dile lo mucho que lo quieres y lo orgulloso que estás de él. Decirle cosas positivas a los niños refuerza su autoestima y puede darle tranquilidad a la hora de dormir. La idea es que tu pequeño se sienta protegido en un entorno seguro.
En caso tu hijo se despierte asustado por una pesadilla, pídele que te cuente qué soñó y dale un giro a su historia. Dale un final feliz a su sueño, que sea creíble y que a él le guste.
Recuerda que los niños tienen una imaginación súper creativa. Ten cuidado de que las cosas que les cuentas no puedan interpretarse como algo que pueda asustarlos. Ten paciencia con estos episodios. Son muy frecuentes en la infancia. Sin embargo, si piensas que las pesadillas de tu hijo están interfiriendo con su descanso y su rendimiento, acudan a un especialista para que los oriente.
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