¿Sabías que cientos de miles de niños pierden la vida en accidentes de tránsito alrededor del mundo? De hecho, los traumatismos por estos siniestros figuran entre las cuatro causas principales de defunción de todos los pequeños mayores de cinco años. Definitivamente, los niños son más vulnerables a los accidentes de tránsito que los adultos. ¿Cuál es la razón? ¿Qué podemos hacer para protegerlos? Te lo contamos todo, en esta nota.
Por qué los niños son más vulnerables a los accidentes de tránsito y cómo protegerlos
Son muchas las razones por las que los niños son más propensos a sufrir accidentes de tránsito, sobre todo, aquellos de bajos recursos o que viven en zonas en donde no hay veredas, cruces peatonales ni vallas de seguridad y la señalética vial es poca o nula. Sin embargo, lo que más los hace vulnerables es su propia naturaleza:
- Su pequeña estatura hace que sea difícil para ellos ver el tránsito y, para los conductores, ver a los niños en las calles.
- Sus cuerpos son más delicados y tienen la cabeza más blanda, por lo que son más susceptibles de sufrir traumatismos craneales graves.
- Su desarrollo físico, cognitivo y social los limita en cierta forma, dejándolos indefensos ante un accidente de esta índole.
- Suelen tener dificultades para interpretar las diferentes señales y sonidos, lo que podría influir en su apreciación de la proximidad, velocidad y dirección de vehículos en movimiento.
- Suelen ser impulsivos y su limitada capacidad de concentración supone un reto para prestar atención a más de un problema a la vez.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 38% de los niños lesionados o fallecidos en carreteras en todo el mundo son peatones, mientras que los niños que viajan en vehículos representan otro 36% de los fallecimientos. La mayoría de los niños del segundo porcentaje son de países de altos ingresos, cuando no utilizan un dispositivo de protección y se exponen a un mayor riesgo, tanto en el asiento delantero como trasero de un vehículo. Por otro lado, muchos otros pequeños sufren accidentes cuando viajan en motos o bicicletas, frecuentemente, sin la protección adecuada (casco).
9 estrategias para preservar la seguridad de los niños en las calles
Como solución a esta problemática o como medida para proteger a los más pequeños, la OMS propone algunas estrategias que todos debemos tener en cuenta.
1. Controlar la velocidad
La velocidad es un factor que propicia, aproximadamente, una tercera parte de todos los accidentes de tránsito con víctimas mortales en los países de altos ingresos, y hasta la mitad de esos accidentes en los países de ingresos bajos y medianos. Es importante que los conductores respeten el límite de velocidad establecido en calles, carreteras y, sobre todo, en zonas en donde hay altas concentraciones de peatones.
2. No manejar bajo los efectos del alcohol
Uno de los principales riesgos para los niños como peatones, ciclistas y pasajeros en vehículos son las personas que conducen bajo los efectos del alcohol. El riesgo de accidente de tránsito aumenta significativamente cuando el conductor tiene una concentración de alcohol en sangre de unos 0,04 g/dl.
Concientizar a las personas sobre el consumo de alcohol antes de conducir es sumamente importante, ya que esto aumenta no solo las probabilidades de que ocurra un accidente de tránsito, sino también la probabilidad de que se produzcan muertes o traumatismos graves.
3. Promover el uso de cascos y elementos de protección
El uso de casco es la estrategia individual más eficaz para reducir el riesgo de traumatismo craneal cuando se conduce bicicleta o motocicletas. Independientemente de la edad del pequeño, el uso adecuado de este elemento de protección reduce el riesgo de lesiones graves y mortales.
4. Proteger a los niños en los vehículos
Cuando se viaja con pequeños en auto, hay ciertos dispositivos de protección que se debe emplear: asientos o butacas especiales para bebés y niños, elevadores y cinturones de seguridad. El uso de estos elementos depende de la edad, el peso y la altura de cada pequeño.
5. Mejorar la vista y la visibilidad de los niños
Para todas las personas que viajan en auto o que caminan por las calles, poder ver y ser visto son requisitos fundamentales para su seguridad, más aún cuando hablamos de niños. Los padres debemos asegurarnos de que nuestros hijos tengan una buena salud visual, pero también de que sean visibles para los demás. Esto último se puede lograr de la siguiente manera:
- Vestirlos con prendas blancas o de colores claros.
- Utilizar cintas retrorreflectantes en la ropa o en sus mochilas.
- Formar “autobuses peatonales”, en los que adultos voluntarios acompañan por rutas establecidas a grupos de niños con chalecos retrorreflectantes.
- Contratar guardias con chalecos retrorreflectantes para vigilar los cruces alrededor de los colegios.
- Utilizar en las bicicletas luces frontales, así como piezas reflectantes delanteras, traseras y en las ruedas.
- Utilizar luces diurnas en motocicletas y vehículos.
- Velar por que las calles estén tan despejadas como sea posible y mejorar su iluminación.
6. Mejorar la infraestructura vial
Es importante que las carreteras no solo estén hechas para facilitar el transporte motorizado, sino para otros medios de transporte: bicicletas, scooters, patines, etc. Es necesario prestar atención a las necesidades de las comunidades por las que pasan las pistas y carreteras. Además, los semáforos, rotondas, rompemuelles, cruces peatonales, pasos elevados, veredas y alumbrado público deben ser adecuadamente ubicados. Asimismo, asegurarnos de que se construyan carriles exclusivos para peatones y ciclistas (ciclovías).
7. Mantener en buen estado los vehículos
Que los autos estén en buenas condiciones puede contribuir a la seguridad de los niños, tanto dentro como fuera del vehículo. Además, deben estar equipados con los elementos de seguridad necesarios para mantener a los pasajeros protegidos: cinturones de seguridad, airbags, etc.
8. Proporcionar atención adecuada a los niños heridos
Contar con servicios de atención de emergencia y rehabilitación es vital para mejorar los resultados en relación con todas las víctimas de accidentes de tránsito, pero existen consideraciones específicas cuando se trata de los niños. La OMS propone:
- Capacitar a los cuidadores y maestros para que puedan estabilizar de forma segura e inmediata a los niños con traumatismos.
- Contar con los recursos para trasladar a los pequeños heridos hasta los centros de atención.
- Que los médicos estén correctamente capacitados para atender a niños de cualquier edad.
- Que los vehículos de emergencia cuenten con el equipo médico y los suministros adecuados para los niños.
- Hacer que los entornos hospitalarios sean tan agradables para los niños como sea posible, a fin de minimizar el susto de los pequeños.
- Mejorar los servicios de rehabilitación pediátrica.
- Incluir el acceso a centros de rehabilitación comunitarios.
- Mejorar el acceso a servicios de asesoramiento para mitigar en los niños y sus familias los efectos psicológicos derivados del accidente.
9. Vigilar a los niños
Los niños pequeños no cuentan con la capacidad adecuada para evaluar los riesgos. Es por ello que los padres y otros cuidadores deben ser capaces de cuidarlos y asistirnos, así como de ayudarlos a entender lo que ocurre a su alrededor y cómo pueden estar protegidos. Darles consejos sobre seguridad vial y enseñarles las reglas de tránsito es necesario para empoderarlos.
Las consecuencias fatales y las lesiones por accidentes de tránsito se pueden prevenir, pero es importante aplicar leyes estrictas y hacerlas cumplir. De igual manera, es necesario tener en cuenta estas estrategias para proteger a nuestros pequeños, quienes son los más vulnerables a sufrir estos desastres automovilísticos.
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