Educar a los niños es una tarea ardua que necesita de mucha paciencia. La crianza respetuosa es la mejor forma de disciplinar a los pequeños, aunque suele ser complicado con aquellos más inquietos y curiosos, y cuyas personalidades son demandantes, o se encuentran en alguna etapa crítica del desarrollo. Para ayudarte en el proceso de crianza, te dejamos 10 errores comunes al criar a los niños y cómo manejar mejor las situaciones difíciles.
10 errores comunes al criar a los niños, ¿cometes alguno?
Los niños, desde temprana edad, muestran sus personalidades. Algunos pueden ser dóciles, pero otros pueden ser niños de alta demanda (concepto acuñado por el pediatra estadounidense William Sears). Es decir, aquellos que exigen mucha atención en comparación con otros pequeños y tienen un temperamento difícil. No hay nada de malo con ellos ni significa que son caprichosos o engreídos. Simplemente, necesitan más de sus padres y cuidadores, y se los hacen saber.
No obstante, cualquier niño o niña puede tener etapas difíciles en su desarrollo (como los terribles 2 años), en las cuales los padres necesitan de todas las herramientas de crianza respetuosa para disciplinarlos de la mejor manera y potenciar su aprendizaje, sin dañar su autoestima.
En este artículo, te explicamos 10 errores comunes al criar a los niños y la forma en la que puedes sobrellevar las situaciones difíciles de una mejor manera.
1. Repetir demasiado las órdenes
Uno de los errores más comunes al criar a los niños es el de repetir muchas veces las cosas. Eso no va a lograr que los pequeños entiendan mejor el mensaje. De hecho, aprenderán a no escuchar y a ignorar tus peticiones. Además, repetir una orden o instrucción repetitivamente te resta autoridad y credibilidad.
La mejor manera de que los niños aprendan es con más acciones respetuosas y menos palabras repetitivas. Entonces, lo mejor será que des la indicación una vez o máximo dos. Luego, haz algo al respecto.
2. Gritar para que te escuchen
Cuando los niños no hacen caso y la situación se sale de control, es probable que las ganas de gritar aparezcan, pero no debes hacerlo. Gritar para que te hagan caso denota falta de autoridad, ya que es un intento de compensación para tratar de ser escuchado, de imponerse, intimidar y forzar.
Los gritos pueden indicar estrés o falta de recursos para criar a los pequeños. Con el tiempo, los niños se acostumbran a los gritos y estos ya no tendrán efecto en ellos. De hecho, gritarles puede perjudicar su salud mental y causar en ellos una baja autoestima, nerviosismo y actitudes agresivas. Además, si empiezas a gritar, ellos también van a empezar a hacerlo. Y, si ya lo hacen, gritarles no va a evitar que ellos lo hagan.
Lo mejor que puedes hacer en estas situaciones es hablar más bajo para llamar su atención. También, puedes usar la técnica del rinoceronte naranja para evitar gritar a tus hijos.
3. Establecer límites y normas demasiado tarde
Las normas y límites deben establecerse desde un inicio, ya sea el horario para ver televisión o las reglas al usar los videojuegos. Es necesario que se haga con anticipación para no hacerle sentir a los niños que se están poniendo reglas a cada rato.
4. No establecer límites
Imponer límites puede hacerte sentir muy estricto y rígido, pero la ausencia de límites en el seno familiar puede tener consecuencias perjudiciales para todos. Ellos verán la ausencia de límites como falta de interés. Si los dejas hacer todo lo que quieren y cuando quieren, no se sentirán protegidos. Los límites no van a traumatizar a los niños, van a disciplinarlos.
Lo mejor que puedes hacer es definir bien los límites, reglas, normas y expectativas. Debes enseñarle a tus hijos lo que se espera de ellos. Si bien en algún momento los pequeños van a querer desafiar los límites, ellos necesitan tener un norte y una guía de lo que se debe y no se debe hacer.
5. Pasar por alto los errores
Ignorar las faltas, omitir malos comportamientos o distraerse haciendo actividades sin importar lo que están haciendo los niños te desautoriza frente a ellos. Pasar por alto los errores que cometen les demuestra que te interesa.
Los comportamientos inadecuados en los niños son, con frecuencia, formas de llamar la atención. Por ello, es necesario corregirlos a tiempo, pero con respeto y de la forma correcta. De esta manera, les das a entender que sí te importan y que quieres lo mejor para ellos.
6. Poner castigos demasiado duros o desproporcionados
Los niños hacen travesuras y éstas pueden ser leves o graves. Los castigos que les pongas deben guardar proporción al mal comportamiento y a la edad del pequeño. Evita exagerar con los castigos, sobre todo, si el error no fue tan grave. Podrías generar confusión y resentimiento en el niño.
Una mejor manera de manejar estas situaciones es siguiendo la regla de las “3 erres” de la disciplina: respetuosa, razonable y relacionada con el comportamiento a modelar. No se puede ir demasiado lejos con las consecuencias de un mal comportamiento.
7. Imponer castigos o consecuencias estando enfadados
Cuando estás bajo los efectos del enojo, es probable que tomes decisiones poco razonables. Antes de poner castigos o consecuencias a las acciones de los niños, trata de calmarte y espera a que el enojo pase. Esto hará la diferencia a la hora de disciplinarlos.
8. Mezclar la disciplina con el diálogo
Al momento de disciplinar a los niños, debes evitar el diálogo. Mezclar ambos no es efectivo y puede enviar mensajes contradictorios. Si un niño se porta inadecuadamente, lo que debes hacer es manejar la situación firmemente, con respeto, y poner el castigo adecuado.
Luego, cuando ya todos estén calmados, puedes recurrir al diálogo. Si sospechas que algo puede estarle sucediendo a tu hijo, habla con él a solas.
9. Esperar a que la disciplina se la enseñen en el colegio
Disciplinar a los niños es difícil, pero es algo que debe enseñarse, desde un inicio, en casa. Esperar a que disciplinen a los pequeños en el colegio o en el nido les enseña que los padres no tienen una autoridad real. Educar a los niños es responsabilidad de los padres, los cuales también deben educarse para llevar el proceso de crianza de forma respetuosa y eficiente.
Entonces, no esperes que alguien más discipline a tus hijos. Busca ayuda, si es necesario, y demuéstrale a tus pequeños que estás ahí para ellos y para guiarlos a lograr su mejor potencial.
10. Dejar a uno de los padres como el malo de la película
No se debe generar en los niños la imagen de que el padre es el bueno y la madre es la mala ni viceversa. Ambos deben estar del mismo lado, ser un equipo en el proceso de criar a los niños. Si en un hogar están los dos padres, la disciplina es cuestión de ambos y cada uno debe tomar alternativamente la función de disciplinar cuando corresponda.
Los padres no son perfectos y es probable que todos, en algún momento, hayan cometido alguno de estos errores comunes al criar a los niños. Disciplinar a los hijos es un proceso agotador, pero muy necesario para el desarrollo de los pequeños. Recuerda que ellos están aprendiendo y que los adultos deben ser el ejemplo.
Fuente:
Comentarios