Alergias alimentarias: ¿Cómo saber si mi hijo es alérgico a un alimento?

  • hace 3 años

¿Tu pequeño presenta síntomas respiratorios y digestivos después de consumir un alimento en particular? Si es así, es muy probable que sea alérgico a ese alimento. Algunos de ellos, muy comunes y que suelen encontrarse en muchísimas recetas, pueden causar estas reacciones en el organismo. ¿Quieres saber si tu hijo sufre alergias alimentarias? A continuación, te contamos cómo detectarlas y cómo diferenciarlas de las intolerancias alimentarias.

Alergias alimentarias: ¿Cómo saber si mi hijo es alérgico a un alimento? 

La alergia alimentaria es una reacción del sistema inmunológico que ocurre poco después de haber ingerido un determinado alimento. Incluso, una pequeña cantidad del alimento que causa la alergia puede ocasionar síntomas, como problemas digestivos, urticaria o inflamación de las vías respiratorias.

Los alimentos que causan más alergias son:

Sin embargo, las alergias alimentarias podrían darse con cualquier otro tipo de alimento (frutas, verduras, legumbres, etc.). Estas pueden causar reacciones graves y hasta mortales. Por eso, es muy importante saber reconocer una reacción alérgica para estar preparados en caso ocurriera, sobre todo, si se trata de un bebé o niño pequeño que está probando nuevos alimentos.

Para ayudarte, existen algunas estrategias para prevenir las alergias en los bebés y, en el caso de los niños pequeños, puedes aplicar la regla de los 3 días para prevenir alergias alimentarias.

Asimismo, hay que saber diferenciar cuándo se trata de una alergia alimentaria y cuándo de una intolerancia alimentaria. Ambas reacciones generan síntomas similares, pero hay algunos que son determinantes a la hora de descartar una intolerancia y afirmar que se trata de una alergia.

¿Cuáles son los síntomas de las alergias alimentarias? 

En las alergias alimentarias, el organismo responde como si un alimento en particular fuera perjudicial para él. Por eso, el sistema inmunológico (el cual nos defiende contra las infecciones y las enfermedades) crea anticuerpos para que luchen contra el alérgeno alimentario.

Cada vez que un niño come (o, en algunos casos, manipula o inhala) el alimento al cual es alérgico, su cuerpo libera sustancias químicas, como la histamina. Esto es lo que desencadena los síntomas alérgicos, que pueden afectar su sistema respiratorio, aparato digestivo, piel o sistema cardiovascular

Entre los síntomas de las alergias alimentarias se encuentran los siguientes: 

  • Respiración sibilante (hacer "silbidos" al respirar)
  • Dificultades para respirar
  • Tos
  • Ronquera
  • Opresión en la garganta
  • Inflamación de la boca o lengua
  • Dolor abdominal 
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Ojos hinchados, llorosos y que pican
  • Urticaria
  • Granos rojos
  • Inflamación en el rostro o extremidades
  • Bajada de la tensión arterial que causa sensación de desmayo
  • Desmayo

Las reacciones alérgicas a alimentos pueden variar de una persona a otra.  A veces, la misma persona puede reaccionar de forma diferente en momentos diferentes. Por eso, es importante saber identificar la alergia lo antes posible y saber actuar rápidamente.

Alergias alimentarias: ¿Cómo saber si mi hijo es alérgico a un alimento?

¿Cómo diferenciar una alergia alimentaria de una intolerancia alimentaria?

Las alergias y las intolerancias alimentarias suelen confundirse, ya que ambas afecciones tienen síntomas similares. Sin embargo, una intolerancia alimentaria:

  • No afecta al sistema inmunológico
  • Puede ocurrir porque el niño no es capaz de digerir una sustancia, como la lactosa o el gluten
  • Puede ser molesta, pero raramente suele ser peligrosa
  • No incluye síntomas respiratorios, pero sí digestivos: dolor de estómago, cólicos, distensión abdominal, gases, indigestión, heces blandas o diarrea, vómitos.

Si bien es cierto que tanto las alergias como las intolerancias presentan síntomas digestivos similares, como ya mencionamos, los alérgicos pueden tener otros síntomas de tipo respiratorio (shock anafiláctico).

Otra de las diferencias clave entre ambas afecciones es el tiempo en que tardan en aparecer los síntomas. En el caso de las alergias alimentarias, se trata de una reacción definida e inmediata, y los síntomas suelen presentarse a los minutos o máximo a las dos horas de haber ingerido el alimento. En las intolerancias alimentarias, los síntomas no son tan claros y pueden tardar hasta un día en aparecer.

¿Qué hacer si mi hijo es alérgico o intolerante a un alimento?

Si tu hijo es alérgico, debes eliminar por completo de su dieta el alimento o sustancia causante de la alergia. Pero, ¡ojo! Muchas veces, el pequeño puede ser muy alérgico y necesitar, incluso, no estar en contacto con el alimento: no tocarlo ni olerlo. Es importante verificar todas las etiquetas de los alimentos y los ingredientes de las comidas que el niño pueda tener a la mano, para asegurarte de que no contenga el alérgeno.  

En el caso de las intolerancias alimentarias, el organismo del niño, de manera gradual, puede llegar a aceptar y tolerar pequeñas cantidades del alimento o sustancia, sin presentar síntomas o malestar generalizado. Sin embargo, puede que sea muy intolerante y rechazar hasta la más mínima cantidad del alimento. Por ejemplo, un niño puede tolerar medio vaso de leche de vaca y no presentar síntomas, pero si bebe un vaso entero o dos, puede que empiece a sentir las molestias.

¿Cómo se diagnostican las alergias alimentarias?

Si cuando consultas con el pediatra, éste sospecha que el niño podría tener una alergia alimentaria, lo más probable es que te pregunte sobre sus síntomas y en cuánto tiempo se presentan después de consumir el alimento. Según lo que el especialista observe, puede determinar si se trata de una alergia o de una intolerancia. Los tratamientos para ambas afecciones varían. 

En caso de una alergia alimentaria, lo más probable es que la tenga que tratar junto con un alergólogo (un médico especializado en alergias), quien les hará más preguntas y explorará al pequeño, para darle un tratamiento adecuado. Las alergias alimentarias no se pueden curar, pero hay medicamentos para aliviar tanto los síntomas leves como los graves. De igual forma, es probable que el médico aconseje tener siempre a la mano un auto-inyectable de epinefrina, por si presentara una reacción alérgica grave.

En el caso de que sea una intolerancia, el pequeño deberá evitar consumir el alimento que le causa los malestares. Los más comunes son la leche de vaca (por la lactosa) y el trigo (por el glúten).

Si tu hijo sufre de alergias alimentarias o de algún tipo de intolerancia, siempre será necesario que revises las etiquetas de los alimentos. Debes revisar todos los ingredientes y asegurarte que no contengan la sustancia que le causa el malestar. Esto es especialmente importante y vital cuando se trata de una alergia alimentaria. Si es necesario, consulta sobre cómo ha sido la preparación de una comida (en un restaurante, por ejemplo). En estos casos, lo más importante es prevenir o, de lo contrario, estar atentos y saber qué hacer. 

Fuente:

https://kidshealth.org

www.allergytherapeutics.es 

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