El afecto y las muestras de cariño son esenciales para el desarrollo saludable del cerebro de los niños y niñas, y por tanto, para su aprendizaje. La percepción y sentimientos de un niño sobre sí mismo, la confianza que tiene y la forma en la que enfrenta las diversas situaciones en las que se encuentra se ven influenciados por cómo sus padres y cuidadores responden a ellos.
La etapa que va desde el nacimiento hasta los seis años es vital para el desarrollo del cerebro de una persona. El afecto y las interacciones amorosas es fundamental en este periodo, tanto para su felicidad, su desarrollo saludable y su aprendizaje.
La importancia del afecto para el aprendizaje y desarrollo de los niños
El afecto es uno de los pilares de la crianza respetuosa, la cual es muy importante para el desarrollo saludable y la salud mental de los niños. Una crianza basada en el respeto y el cariño influye muchísimo en el concepto que tiene el pequeño sobre sí mismo y en la manera que tiene de adaptarse a la vida. Esto debido a que el afecto en los niños produce:
- Paz
- Seguridad interna
- Equilibrio interno
- Capacidad de integración
- Entusiasmo
- Fortalecimiento de la amistad y las relaciones
- Desarrollo de los sentimientos
- Confianza
- Tranquilidad y seguridad
Si tenemos una relación cálida, amorosa y afectiva con nuestros hijos, les ayudaremos a sentirse seguros y protegidos. Este vínculo tan importante en la infancia y que produce sensación de seguridad se conoce como apego.
La importancia del apego en la infancia
El apego es clave en el desarrollo psicológico de un niño y en la formación de su personalidad. Es una necesidad del ser humano tan importante como el comer o el respirar. La calidad del apego influye en su comportamiento y en su desarrollo futuro. Cuando los niños se sienten seguros, es más probable que se sientan felices y confiados, y que sean capaces de manejar los conflictos y la ira. Si nuestros hijos se sienten seguros, es más probable que tengan curiosidad y comiencen a explorar, lo que les ayudará a desarrollarse y, por ende, a aprender más.
Para lograr un apego positivo, debemos tener en cuenta lo siguiente:
- Siempre hablar en positivo
- No reprimir las demostraciones de afecto de los niños, ni tampoco presionar a que las demuestren
- No sólo utilizar los gestos, hay que acompañarlos con palabras y darle nombre a estos afectos
- Motivar a los niños y niñas para que no sientan vergüenza de decir y demostrar sus sentimientos
Cómo asegurarnos de darle a nuestros hijos el afecto que necesitan
Puede sonar un poco extraño el hecho de que un padre o madre no sepa exactamente cómo darle afecto a sus hijos, pero es más común de lo que se piensa. Muchas veces, por el ajetreo del día o los problemas de la vida, solemos dejar de lado ciertos detalles que parecen minúsculos, pero que pueden cambiarlo todo.
A continuación, te dejamos algunos consejos para lograr un vínculo más cercano con los hijos y asegurarnos de darles el afecto que necesitan.
Haz tiempo para abrazos y cariños
Todavía existe la creencia errónea de pensar que dar afecto a los hijos es hacer todo por ellos y darles todo lo que piden. Si bien los detalles materiales y los regalos o premios son una forma de demostrar interés y afecto, no es la única forma. Lo más importante es el contacto físico: abrazos, caricias, besos, cercanía física. Hay que asegurarnos de darle tiempo a estos gestos tan importantes para el vínculo con nuestros hijos.
Cuando hay contacto físico, se liberan sustancias químicas naturales en el cuerpo que, además de dar una sensación de bienestar, ayudan a que el cerebro crezca sano.
Entre las formas de mostrar afecto están:
- Abrazos
- Caricias
- Palabras respetuosas y claras
- Mirarlos a los ojos
- Agacharnos a la altura de sus ojos cuando les hablamos
- Generar momentos agradables y disfrutar con ellos
Haz tiempo para jugar
En los primeros meses y años de nuestros hijos, la gran parte del afecto que necesitan se da mediante el juego. El juego es la principal actividad que tienen y los padres debemos formar parte de ello. Es muy importante que juguemos con nuestros hijos y lo hagamos con conciencia. Así, les demostramos que son importantes y que les prestamos atención.
Aprovecha al máximo las actividades diarias
Las actividades diarias, como la hora del baño, el cambio de pañales, la hora de comer y vestirse son oportunidades para conectarnos con nuestros hijos. Aprovechemos para darles caricias durante el cambio de pañales o la hora del baño. De camino a las tiendas o al colegio, podemos tomarnos unos minutos para señalarles algo que les pueda interesar y conversar un poco, darles un abrazo y decirles que los queremos. Estas interacciones no requieren mucho tiempo, pero pueden marcar una gran diferencia.
Dedica un tiempo especial
Puede ser muy útil reservar algo de tiempo para pasar un momento especial con nuestros hijos. Podemos preguntarles qué les gustaría hacer y planearlo juntos: ir al parque, jugar, cocinar, leer, etc. Al pasar un tiempo de calidad con nuestros pequeños, les damos a entender que valoramos su compañía y nos interesa aprender junto a ellos.
Hazle saber lo mucho que lo quieres y significa para ti
Esto es algo que debemos hacer constantemente. Asegurarnos de que sepan lo que sentimos por ellos y también demostrárselos. Aún cuando hayan hecho algo mal o cuando nos desobedezcan, podemos ser amables. Esto no quiere decir que seamos permisivos. Debemos poner límites, pero siempre con respeto. Por ejemplo, en lugar de decir “no se pega. Qué malo eres”, podemos decir “No me gusta que me pegues. Me duele y me entristece”. Elijamos bien nuestras palabras.
La importancia de educar en afectividad
El cariño y afecto es igual de importante en la educación inicial. Una educación en afecto tiene gran impacto en el desarrollo del vínculo afectivo que los niños y niñas deben tener con sus progenitores o cuidadores, tiene además un valor determinante en el desarrollo del intelecto y de las destrezas sociales.
Aquellos niños o niñas que sufrieron negligencia y abandono suelen ser apáticos, indiferentes al mundo que les rodea, o también irritables, inquietos, exigentes y posesivos. El vínculo afectivo sano y estable hace que el niño o la niña desarrolle un modelo mental positivo y una conducta social adaptada y segura, lo cual influye en su desarrollo intelectual, y sensorio motriz.
Los vínculos que se establecen entre lo afectivo y lo intelectual son tan estrechos que no es posible disociarlos. Es necesario un entorno afectivo y equilibrado para un desarrollo seguro, ya que un afecto excesivo y sobreprotector puede perjudicar su desarrollo psicológico tanto como la carencia de afecto.
Lo que dicen las investigaciones
Muchas investigaciones actuales coinciden al afirmar que un niño o niña que recibe afecto y buen trato durante su primera infancia tiene la garantía de buena salud física y emocional a lo largo de su vida. Además, confirman que los seres humanos adquieren el conocimiento emocional y social al comienzo de la vida, especialmente, en la relación con su madre/cuidadora. Luego, los otros integrantes de la familia que están cerca (padre, tíos, hermanos) aportarán a estos conocimientos.
En este sentido, el entorno en el que vive el niño será vital para construir su inteligencia emocional. Esto le ayuda a entender quién es y le permite crear lazos emocionales con los demás. Este aprendizaje o adquisición de emociones y afectos que lo realiza a través del contacto, atención y empatía será lo que en el futuro le permitirá cuidarse a sí mismo, relacionarse con otras personas de manera positiva y afrontar los riesgos y conflictos de la vida adulta.
Las muestras de afecto en los niños son la base del desarrollo infantil. En la medida que un niño recibe afecto, crecerá seguro, feliz y tendrá mayores oportunidades para enfrentarse al mundo que lo rodea. Nuestros hijos necesitan experimentar afecto de nosotros para adquirir autoestima y la seguridad necesaria para alcanzar su autonomía personal.
Si en algún momento tenemos dificultades en lo que respecta a la crianza de nuestros hijos o nos preocupa la relación que tenemos con ellos, siempre podemos pedir ayuda. Obtener ayuda profesional puede marcar una gran diferencia para todos.
Fuente:
https://gov.wales
https://educacion.gob.ec
www.clinicamiralles.com
Comentarios