Rendimiento escolar: los efectos negativos de presionar demasiado a los niños

  • hace 1 año

Los padres queremos lo mejor para nuestros hijos. Queremos que se alimenten bien, que se acuesten temprano, que sean respetuosos y, por supuesto, que tengan un excelente rendimiento escolar. Pero, ¿cuándo la presión es demasiada? ¿Cuándo estamos presionando mucho a nuestros pequeños para que logren el desempeño académico que estamos esperando? ¿Cómo saber si les estamos exigiendo demasiado? Te lo contamos, en esta nota.

Rendimiento escolar: los efectos negativos de presionar demasiado a los niños 

Para cumplir las expectativas académicas que impone la sociedad y para lograr las notas que se esperan, muchas veces, los niños tienen que enfrentar la presión de sus profesores, padres y hasta la de otros compañeros. En muchos casos, los padres ponen demasiada presión sobre sus hijos para que obtengan calificaciones perfectas, sin que importe lo que suceda en el camino: desvelos, llantos, gritos, castigos, restricciones, sacrificios, etc. Esto es peligroso para la salud emocional de cualquier niño o niña, no solo por el sometimiento constante al estrés sino por la ansiedad que esto le causa. Algo totalmente innecesario en la niñez.

Esta excesiva presión académica puede ser contraproducente, ya que llevará a que el pequeño sienta tensión física, social y emocional. Si un niño no está bien emocionalmente, difícilmente podrá sentir la motivación para poder avanzar en otros ámbitos, sobre todo, en el escolar, ya que necesita estar descansado y alerta para aprender.

Efectos negativos de presionar demasiado a los niños

Los efectos negativos que puede tener el presionar demasiado a los niños para lograr que sus calificaciones sean perfectas son:

Este estrés y ansiedad en los niños se puede manifestar física y emocionalmente. Por lo general, suelen manifestar dolores de estómago, diarrea, dolores de cabeza y reacciones en la piel, como granitos o sarpullido. Cuando son muy pequeños, los niños pueden tener pesadillas y negarse a ir al colegio. 

Rendimiento escolar: los efectos negativos de presionar demasiado a los niños

Una mejor manera 

Los niños necesitan saber que los padres estamos siempre ahí para apoyarlos. En vez de rechazarlos, molestarnos o, incluso, castigarlos por no lograr los resultados que esperábamos, debemos abrazarlos y hacerles saber que no pasa nada, que habrá otra oportunidad para hacerlo mejor. 

Hay que tener en cuenta que, muchas veces, ellos ya están decepcionados por el resultado, por lo que no debemos tirar más leña al fuego. Por el contrario, hay que darles tranquilidad y preguntarles qué pasó y cómo podemos mejorar la situación. Nuestros hijos necesitan saber que no pasa nada y entender que a la próxima lo harán mejor, y es nuestro deber como padres proporcionarles las herramientas necesarias para que lo consigan.

Esto no quiere decir que cierta presión no sea buena. Hay que llevar un seguimiento del rendimiento de nuestros hijos, pero sin llegar a afectar su calidad de vida. Por eso, también es necesario que los padres tengamos expectativas reales en cuanto a la capacidad de nuestros hijos y, sobre todo, que respetemos sus gustos e intereses personales. Si a un niño le gusta el arte, ¿por qué se le debe presionar para que sea el mejor en matemáticas o en fútbol? Hay que motivarlos para potenciar lo que les gusta hacer. Así, será probable que vayan mejorando en las demás áreas, ya que se sentirán más felices y motivados. 

No olvidemos que los niños tienen que tener tiempo para ser niños. No todo en sus vidas es tareas y estudiar. Lo que deben tener es una estructura en donde todo tenga un tiempo determinado: el juego, el ocio, el estudio, etc. Procuremos siempre apoyarles emocionalmente en lo que necesiten y haciéndoles ver que los errores no son problemas, son oportunidades de aprendizaje para mejorar. Ellos no son las notas que sacan en los exámenes del colegio. Son mucho más que eso.

Fuente:

www.greatschools.org

www.etapainfantil.com

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