¿Sabías que la mayor parte de la densidad ósea se construye durante la infancia y la adolescencia? De hecho, los expertos sostienen que tener huesos fuertes en la infancia garantiza una buena salud en etapas posteriores de la vida. ¿Quieres saber cómo lograr que tu hijo tenga huesos sanos y fuertes? Te dejamos los 3 mejores consejos para fortalecer los huesos de los niños.
¿Qué son los huesos y por qué son tan importantes?
Todas las partes del cuerpo tienen una función específica y muy importante para su funcionamiento. Los huesos conforman la estructura de nuestro cuerpo y lo sostiene. Aunque sean muy ligeros, son lo suficientemente resistentes como para soportar todo nuestro peso y proteger nuestros órganos. Por ejemplo, el cráneo protege al cerebro y conforma la estructura de la cara.
Tener huesos fuertes en la infancia establece las bases para tener una buena salud ósea durante el resto de la vida. De hecho, casi toda la densidad ósea se construye durante la infancia y la adolescencia. En la etapa adulta, seguimos sustituyendo hueso viejo por hueso nuevo, pero a un ritmo más lento. Y, con el paso del tiempo, nuestros huesos se debilitan.
Por ello, es muy importante que los niños garanticen que sus huesos se están desarrollando de la mejor manera. Para ello, existen 3 consejos que todos los padres debemos tener en cuenta y, así, asegurarnos de que nuestros hijos están fortaleciendo sus huesos y manteniéndolos sanos.
Los 3 mejores consejos para fortalecer los huesos de los niños
Los niños con huesos fuertes tienen más probabilidades de evitar la debilidad ósea en etapas posteriores de la vida. Para asegurarnos de que esto sea posible, debemos tener en cuenta los 3 factores clave para tener unos huesos sanos y fuertes.
1. Una alimentación con los nutrientes necesarios
Uno de los factores clave que garantiza la buena salud es la alimentación, la cual toma un papel mucho más importante en la infancia. Es en esta etapa que los niños están en pleno desarrollo y formación de su cuerpo y sistemas, como el sistema inmunológico y óseo.
La alimentación de un niño debe ser nutritiva, variada y balanceada, y debe incluir todos los nutrientes necesarios para su desarrollo, entre ellos, el calcio. Si bien se sabe que este mineral se encuentra en los lácteos, lo cierto es que hay muchos otros alimentos que igualan o superan en calcio a los lácteos. Estos son:
- Legumbres (lentejas, frijoles, garbanzos)
- Almendras, avellanas, nueces
- Semillas de girasol, ajonjolí
- Verduras de hoja verde (brócoli, col, espinacas, poro, acelgas)
- Tofu, soya
- Algas
- Pescados azules (salmón, atún)
- Langostinos, mariscos
- Naranjas, dátiles, higos
Agregar estos alimentos ricos en calcio a la dieta de los niños es necesario para su desarrollo óseo. Sin embargo, también es importante que consuman alimentos ricos en vitamina D, C y K, nutrientes que ayudan a nuestro cuerpo a asimilar y a fijar el calcio.
- Alimentos que aportan vitamina D: Está presente en cantidades mínimas en el pescado, el huevo, la leche de vaca y el hígado.
- Alimentos que aportan vitamina C: Naranjas, mandarinas, limones, toronjas, pimientos rojos y verdes, kiwi, fresas, melón, brócoli, papas horneadas, tomates, entre otros.
- Alimentos que aportan vitamina K: Hortalizas de hoja verde: espinaca, col rizada, brócoli, hojas de nabos, acelga, hojas de mostaza, perejil, lechuga romana y lechuga de hoja verde. Coliflor, aceites vegetales, arándanos azules, ciruelas, kiwi, pera, palta, plátano, zanahorias, espárragos, melocotón, higos, carne de res, hígado, pescados, queso, huevos, soya, entre otros.
2. Suplemento de vitamina D
La vitamina D, también llamada vitamina D3, ayuda al cuerpo a absorber el calcio en el cuerpo. Sin embargo, algunos niños no tienen mucho apetito o no suelen comer muchos alimentos que contengan esta importante vitamina. Por ello, los profesionales de la salud recomiendan que, aquellos pequeños que no consuman una cantidad suficiente de esta vitamina, tomen suplementos.
Por supuesto, esto debe ser indicado por el pediatra del niño, quien valorará si el pequeño requiere de suplementación o si con la alimentación es suficiente. En todo caso, consulta al médico cuál es la cantidad de vitamina D que necesita tu pequeño para su óptimo desarrollo y cuál es la mejor forma de adquirirla.
3. Ejercicio físico con regularidad
Nuestros músculos se vuelven más fuertes cuanto más los utilizamos. Lo mismo ocurre con los huesos. Las actividades físicas que implican cargar el propio peso, como caminar, correr, saltar y trepar, son muy buenas para fortalecer los huesos (y mantenerlos fuertes). Otras actividades, como montar en bicicleta o la natación, aportan muchos beneficios para la salud en general, pero los niños también necesitan practicar algún tipo de ejercicio que suponga cargar su propio peso.
Hay que motivar a nuestros hijos a realizar, por lo menos, una hora de actividad física cada día, que incluya ejercicios con su propio peso: sentadillas, bailar o practicar equilibrios pueden ser opciones divertidas y simples de realizar en casa. Eso sí, los ejercicios deben ser adecuados para la edad de cada niño y realizados con la técnica correcta, para evitar cualquier tipo de lesión.
Si bien estos son los 3 mejores consejos para fortalecer los huesos de los niños, para gargarizar la buena salud en general, es importante aplicar otras formas de fortalecer el organismo de los pequeños. Recuerda que la infancia, la pubertad y la adolescencia son etapas cruciales en el desarrollo de una persona.
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